El Fuenla sigue en caída libre
El equipo madrileño cayó ante el Casademont Zaragoza, un rival por la permanencia, y encadena 13 derrotas seguidas. No gana desde el 5 de noviembre.
El Casademont Zaragoza logró una victoria clave (71-85) en su objetivo de seguir una temporada más en la Liga Endesa a costa de un Fuenlabrada al que deja a tres triunfos ganándole además el basket-average. Ambos conjuntos llegaron preparados para un enfrentamiento de gran relevancia. Cinco puntos sin réplica de Eyenga dieron la delantera a los locales, pero esta ventaja la perdieron rápido con un 0-7 de parcial visitante. No volverían a recuperarla en todo el partido.
El principal motivo fue la inspiración aragonesa de cara al aro, que siguió desatándose acto seguido con tres triples consecutivos, dos de Cruz y uno de Yusta, para situar a los de Fisac diez arriba en un parpadeo. Esa capacidad para acertar era un problema para el Fuenlabrada, pero más aún las facilidades que daba el equipo a su rival para los tiros.
De esta manera una de las habituales desconexiones que tanto están castigando a los del Fernando Martín este año se saldó con un 1-13. Y el cuarto con 31 puntos del cuadro maño, un 60% en triples y un 71% en tiros de dos. Estos porcentajes suponían un enorme contraste con respecto al 30% en lanzamientos de dos y el 16% desde el perímetro en el otro aro.
Necesitaba el equipo de Óscar Quintana un revulsivo, algo que ilusionase. Y por breves momentos lo hizo el base Ngouama, que en su primer lanzamiento a canasta vestido de azul tras su llegada durante la semana transformó un triple. Pero hacía falta mucho más para que dudase a un sólido Zaragoza, que seguía aprovechando las comodidades que le ofrecían.
Rebajando ligeramente sus prestaciones desde el exterior pero mejorando sus ya de por sí buenos guarismos a la hora de sumar de dos, algo que se plasmó doblando los puntos en la pintura del anfitrión (10-22), se marcharon a los vestuarios con el choque casi sentenciado (33-52).
De vuelta al parqué la ventaja aragonesa se fue incluso hasta los 23 puntos. En ese momento reaccionaron los de casa con un 7-0 a su favor, a todas luces insuficiente para poner nervioso a un equipo que volvió a encontrar regularidad en su castigo para no dejar que se le acercasen a menos de quince puntos antes de enfilar los último diez minutos.
Esa distancia fue capaz incluso de ampliarla en la primera mitad del último cuarto, sacando punta a dos triples más de Sant-Roos, a esas alturas autor de 5 en 9 intentos. El resto fue jugar con calma para finiquitar un trabajo muy bien hecho que les deja un generoso beneficio.