El Covirán Granada se ahoga en Fontes do Sar
El Obradorio saca adelante el partido gracias a la calidad de sus tiradores y pone al borde del infierno al Covirán, que encaja su séptima derrota consecutiva.
El Covirán Granada no pudo asaltar la complicada cancha del Monbus Obradoiro y encaja su séptima derrota consecutiva que le acerca al descenso a LEB Oro. El acierto exterior de los santiagueses, 14/21 en triples (nueve de ellos en el primer cuarto) y la puntería de Robertson (21 puntos) y Westermann (18 y 24 de valoración) agrandó el muro. El Covirán, a impulsos y con el estreno de Joe Thomasson (15 puntos) no pudo pasar la prueba y sigue hundiéndose. El Obradoiro se acerca a esa décima plaza que puede darle autorización a una plaza europea.
El equipo de Pablo Pin acudía al Fontes do Sas con el agua al cuello y con necesidad de ganar sí o sí para salir del descenso. Es un equipo que empezó muy bien el campeonato, pero que ha tenido muy mala suerte con las lesiones y una en especial, la del colosal brasileño Cristiano Felicio. Desde entonces las cosas han ido a peor para los de Pablo Pin.
Con el estreno de Joe Thomasson, ex del Manresa, el Covirán trataba de ofrecer argumentos para su odisea para tropezar con un Obradoiro impresionante en los triples (9/12 en los primeros 20 minutos) para distancia de 14 puntos (43-29) al filo del descanso, rebajadas por un canastón exterior de Luke Maye, un estimable jugador que si anotase todo lo que tira podría emular a Drazen Petrovic.
Tras la reanudación el Granada seguía sin encontrar soluciones. El Monbus se escapaba hasta los 15 de ventaja (57-42). Una reacción granadina conducida por Renfroe trae un veloz parcial de 0-8. Moncho Fernández pide tiempo. Todo lo bueno de su equipo se entorpecía por las pérdidas (57-50 min. 26) y la mejor prestación en intensidad impuesta por Pablo Pin. A impulsos el Covirán se mantenía con vida con 62-55. Con Thomasson jugando a otra revolución y desacompasado con su equipo porque iba con una velocidad más. los de Santiago vuelven a irse en el electrónico (67-56 min, 29).
Con 72-60 Pere Tomàs cuela dos triples seguidos que dan vida a los suyos en unos momentos de necesidad y con un Covirán muy cargado de personales. En vano. El Granada no es constante. Le cuesta un horror anotar y ve con pavor que el tiempo pasa. El tren de la victoria se le escurre entre los dedos (76-66 min. 34).
Ndoye, un llanero solitario, se peleaba con todas las torres del Obradoiro en especial Blazevic. A falta de tres minutos el Covirán vuelve a ponerse cerca de la heroica (80-74). A Ndoye se le pinta una rigurosa quinta personal en ataque, por lo que el Granada se queda sin su mejor jugador. Lo que llega son dos triples de Robertson, Thomasson y Maye para poner un emocionante 83-80 volteado por otros tres de Robertson para cortar las alas de los granadinos para siempre.
Y fin de la historia. El Obradoiro volvió a hacer bueno su fortín para dar alegría a su gran afición para desesperación de un Covirán que necesita ganar a Zaragoza, Betis y Joventut. También necesita rezar.