El Bilbao Basket vuelve a la Casilla de salida
Jugará en el viejo pabellón la fase regular de la FIBA Europe Cup como recuerdo de sus orígenes y antes de que el legendario recinto sea derribado.
El Surne Bilbao Basket nació en La Casilla hace 25 años. Allí, en el hogar del Águilas, el Kas, que se mudó desde Vitoria para poder acoger a más aficionados en las gradas durante sus partidos, o el efímero Caja Bilbao. El proyecto actual vio la luz en 2000, en la extinta LEB-2 y fue creciendo hasta llegar a la ACB, a escaparates increíbles como la Copa, los playoffs e incluso se dejó ver en la mesa de los mejores del continente, en la Euroliga. En esa ascensión a los cielos, hubo que mudarse. Pero ese recinto legendario, escenario de grandes gestas del deporte vizcaíno, sigue ahí, en pie, muy obsoleto y ya fuera de circulación ante la llegada de otros herederos modernos como Miribilla y Artxanda. La transición, a estas canchas, una oficial de partidos de élite y la otra para entrenamientos y los encuentros de cantera, la completó el BEC, una nave de la Feria de Muestras que se acondicionó para pasar de hangar a recinto de baloncesto. Una mastodóntica cancha para 15.000 espectadores.
Construido en 1968, el pabellón de La Casilla en Bilbao tiene los días contados. Actualmente sólo acoge eventos puntuales y durante la pandemia por ejemplo, fue centro de vacunación contra el COVID. El Ayuntamiento de Bilbao ha proyectado un nuevo polideportivo, con menor capacidad y mucho más moderno, con piscina, espacios multiusos, y un parking subterráneo. Se trabajará igualmente en la urbanización integral del entorno. Se espera que esté listo en 2027 y que dinamicen el entorno, que le devuelva la vida que reclaman los comerciantes y hosteleros de la zona. Todo el proceso conllevará dos años de obras.
Pero antes, un ‘Último Baile’, ‘The Last Dance’, ‘Azken Dantza’ en euskera, el lema del Bilbao Basket, que está de celebración por los 25 años de historia y recupera su camiseta roja con la que dio sus primeros pasos, para los tres partidos de la primera fase de la FIBA Europe Cup en la vieja Casilla, el legendario pabellón bilbaíno que acogió los encuentros del equipo vizcaíno desde su creación, en 2000, hasta 2009. Posteriormente lo retomó en una ocasión, en 2016, en la Eurocup ante el Khimki de Ivanovic, ya que el Bilbao Arena estaba ocupado.
La presidenta Isabel Iturbe ha realizado una pegada de cartel simbólica con esta iniciativa. Los preparativos para un traslado tan complejo se han realizado en tiempo récord, ya que el equipo no aseguró su billete para la fase regular hasta el pasado viernes, cuando se deshizo del Neptunas Klaipeda en la previa. El Bilbao Basket ha lanzado ya la campaña de abonos para estos tres partidos que enfrentará a los ‘hombres de negro’ con el Balkan búlgaro, el próximo miércoles día 9, el Kutaisi 2010 georgiano (6 noviembre) y el Prievidza eslovaco (13 noviembre).
“Es una oportunidad única para volver a un lugar al que fuimos felices. Aquí es donde empezó todo y para los que hemos crecido con el baloncesto es un lugar mágico. Y ahora también una oportunidad única para los aficionados que no han vivido nunca la experiencia de La Casilla”, destaca la presidenta. “Creemos que va a ser algo muy emocionante”, recalcó Iturbe quien destacó el carácter “popular” del precio de los abonos que pondrán a la venta en primer lugar para los actuales abonados y posteriormente al público en general si quedaran disponibles. El paquete para los tres partidos tiene unos precios entre los 20 y los 35 euros para los abonados (entre 9 y 14 euros para cada partido de manera individual) y entre 27 y 42 para el público en general (de 10 a 16 cada partido). Si este traslado temporal a La Casilla resulta satisfactorio, el club valoraría aplicar la experiencia en la siguiente fase, en caso de que el Surne se clasifique.
Por su parte, el director deportivo del Bilbao Basket, Rafa Pueyo, aseguró que le hace “mucha ilusión” regresar a La Casilla y revivir la “maravillosa experiencia” de una aventura europea que comenzó el 25 de noviembre de 2008 con un partido frente al Hemofarm serbio del gigante Marjanovic, entonces prometedor pívot de 20 años. “Esperamos que nuestra afición responda y pueda disfrutar de estos partidos de los miércoles y al final bailar como en aquella temporada. Hemos conseguido jugar en Europa y creo que la afición va a disfrutar de una buena temporada. Esta es una competición que nos hace mucha ilusión disfrutar”, incidió Pueyo.
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