El Bilbao Basket alcanza la victoria más amplia de su historia
El +48 ante el Caledonia Gladiators, en un partido que se rompió en el tercer cuarto, de la mano de Kullamae, deja atrás un +40 ante el Obradoiro en ACB y un +34 en Europa, que eran su tope hasta ahora.
El Bilbao Basket alarga su idilio con el Viejo Continente. Tres de tres en la primera vuelta de esta fase de grupos. A mitad de camino ya es líder en solitario y tiene todas las papeletas para asegurarse la cima, algo que puede dejar ventilado la próxima semana ante el Anwil, de nuevo en Miribilla, sin tener que opositar a uno de los seis mejores. No sería matemático, pero solo una hecatombe les privaría del liderato. El equipo de Ponsarnau fue madurando la fruta ante el Caledonia y rompió el choque en el tercer cuarto. Bastó con elevar un poco la intensidad defensiva, organizar mejor los contraataques y elegir al autor del abatimiento enemigo: Kullamae fue el principal artífice de esa escapada.
El 106-58 es la victoria más amplia lograda por el equipo vizcaíno en los 140 partidos que acumula en las distintas competiciones continentales. Y más allá, jamás ha llegado a esa cifra en partido oficial en ninguna de las múltiples competiciones que le ha tocado disputar. Supera el +40 ante el Obradoiro en ACB de la temporada 2009-10 (98-58 el 4 de abril de 2010). El +48 conseguido por el equipo dirigido por Jaume Ponsarnau supera ampliamente el +34 en la victoria por 60-94 firmada por el Bilbao Basket en la pista del Oldenburg alemán el 27 de octubre de 2015 en la primera fase de la Eurocup.
El Caledonia Gladiators tiene un nombre que es de lo más cautivador. Es un equipo escocés que compite con orgullo en la FIBA Europe Cup y que dio la sorpresa ganando hace una semana ganando al Amwil, el devaluado campeón del torneo. Cuenta con jugadores conocidos en Bilbao como Palyza por otras batallas, el único que se salvó de la quema, y un Jovicic que se formó en la prolífica cantera del Madrid. Son muy poca cosa ante un ACB que les tome en serio.
RESUMEN
58 - Caledonia Gladiators (19+14+11+14): Dubose (8), Whelan (6), Onwas (5), Palyza (15) y Alihodzic (4) -cinco inicial-; Jovicic (2), Kyle Johnson (2), Malcom (3), Clifton Moore (7), Buttrick (6), Kyle Jiménez y Baldwin.
Parciales: 22-19 , 42-33 (descanso); 76-44 y 106-58 (final).
Árbitros: Alexandre Deman (Francia), Mehmet Karabilecen (Turquía) y Jan Baloun (Chequia). Sin eliminados.
Incidencias: Partido de la tercera jornada del Grupo B de la Copa Europa FIBA, la última de la primera vuelta, disputado en Miribilla ante unos 5.000 espectadores.
El equipo escocés está gobernado por el caos. Tiene una colección de jugadores británicos y estadounidenses, más un checo y un serbio. Cada uno hace la guerra por su cuenta, apenas se pasan la pelota y al segundo manoseo ya se la tiran. El individualismo y que sea lo que Dios quiera. Ante esa veloz anarquía hay que tratar de imponer el orden. La organización, pero en muchas ocasiones es difícil no dejarse invadir por ese guirigay. Es lo que le pasó al Bilbao Basket, que transitó a tirones hasta el mazazo definitivo, el golpe de gracia. Una racha la protagonizó Kullamae, con dos triples, que luego respaldaron Killeya-Jones y Reyes con canastas de dos: un lucido 10-0 que puso el 19-12. Pero reaccionó el equipo visitante en el remate del primer cuarto: 22-19.
Estaban muy precipitados los ‘hombres de negro’, caían en la tela de araña del Caledonia. Aquello era un correcalles y la estampida requería a veces freno, buscar mejores ventajas en el cinco contra cinco. En el segundo cuarto mejoró la del Surne defensa y se activó Smith con 8 puntos seguidos, que empujaron al 38-28 y el posterior 40-28.
El Bilbao Basket comenzó más ordenado el segundo tiempo. Y, sobre todo, era un bloque decidido, buscando la calle adecuada en los contraataques y con penetraciones decididas. El técnico visitante paró con un tiempo muerto al de un minuto y poco de empezar con 48-33. Se protegió mejor el balón y la distancia creció como la espuma, de la mano de Kullamae. Un calco del partido contra el Sibiu hace una semana. Un instante de contundencia y el rival se desmiga. La presión en las líneas de pase y los dos contra uno atosigaron a los de Glasgow. Barandalla pudo disfrutar de minutos europeos, para regocijo de su gente. Él firmó el 101-54 con la concurrencia puesta en pie. La Grada de Animación hasta reclamó a De Ridder, el descarte en esta ocasión, para que se levantase y girase, algo que hizo para elevar aún más la fiesta. Cachondeo puro. Disfrutaban los de dentro y los de la grada. El tope llegó justo con el tanteador final: 48 (106-58), aunque ya se había dado antes. Estos paseos siempre vienen bien para la moral de la tropa. Y más, pensando en el Zaragoza el sábado.
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