Bilbao
89
Sibiu
64
Finalizado

EC | 2ª JORNADA

El Bilbao Basket ni se despeina ante el endeble Sibiu rumano

Los bilbaínos imponen su clase de ACB y aprovechan la noche para realizar probaturas y apuntalar el liderato de grupo.

Adnam, ante PantzarAIOL

El Bilbao Basket prosigue con su firme andadura por Europa. Con una buena entrada en Miribilla, casi medio aforo lleno, teniendo en cuenta el rival que se anunciaba, y con la posibilidad de ver a todos los jugadores durante minutos bien racionados, el equipo de ACB demostró que este grupo es pan comido. Y más tras realizar su faena sin despeinarse y conocer que el Gladiators escocés se deshacía del Awil, el campeón, que se está complicando la vida. El Sibiu rumano es ‘Nobiu’, muy poca cosa, y no se atisba ni un sudor para la tropa de Ponsarnau en la actual fase. Cada paso que dan conduce a pensar que el acceso a la final de esta competición no es ninguna quimera. Todo fue redondo: lo principal, el respeto a un adversario tan flojo. Pudieron lucirse los jugadores más residuales como Rigo, tuvieron carrete los jóvenes y ahorraron gasolina los primeros espadas ante un enemigo muy limitado. Y como estalló algún pique en la segunda parte, el choque no fue un ‘que se besen’.

La FIBA Europe Cup se dejó caer por Miribilla, el cuarto torneo continental que llega a la capital vizcaína, que, por lo tanto, se pone en brazos del pleno. El caso es que hay una gran rutina por salir de nuestras fronteras y tampoco hizo falta un período largo de adaptación. El Bilbao Basket salió a arrollar, para ir asfaltando una noche con probaturas y rodaje de mucha gente. Andersson fue el descarte en esta ocasión. A los tres minutos, los ‘hombres de negro’ habían desenvuelto una amplia gama de jugadas, con mate, robo, triple, dos más uno... Las intercepciones en primera línea y los contraataques les llevaron a un colchón cercano a los diez puntos para iniciar una travesía muy relajante. Un severo correctivo en el que los de Transilvania solo dijeron ‘pío’ al inicio y un instante en el segundo cuarto.

Ponsarnau hizo rotaciones cortas, con minutos para Rigo, Barandalla y De Ridder, como era de esperar. Los chicos de Rinkevicius andaban por un 25 por ciento en tiros de dos, se les hacía muy grande esta visita. Uta es muy grande y ocupa muchísimo espacio. Intentaba sellar los movimientos de los cincos locales. El Sibiu siempre jugaba a lo mismo: alguien atacaba de fuera hacia dentro y sacaba la pelota para que todos se cedieran la pelota hasta encontrar a alguien medianamente libre. El pase extra se convirtió en cuatro pases extra. La diferencia creció hasta el 36-21, pero después los visitantes encontraron el acierto y se acercaron hasta el 40-32. Ivanov anotaba con facilidad y Ponsarnau exigió más dureza atrás. Por eso en un momento hizo coincidir a Pantzar, Rigo, Rabaseda, De Ridder y Hlinason. Por ahí no pasaban ni las balas.

Celebración del equipo al final.

Al descanso había partido: 46-32. El Bilbao Basket no hacía faltas, tampoco veía necesidad. La gente quería disfrutar, sin condicionar su estancia en la pista con la acumulación personales. Killeya-Jones empezó a tomar protagonismo y la diferencia se fue estirando. Andaba por el 57-34 tras un robo de Rabaseda y ‘alley oop’ al pívot estadounidense. Ivanov, el que se salvaba del naufragio, andaba impotente por sus torpes compañeros de viaje. Se cabreó por una posible falta de De Ridder y gritó de todo a un árbitro acobardado.

Los rumanos llevaban dos puntos en casi 7 minutos, se extinguía definitivamente su esperanza. Llegó una acción de cara a la galería: un autopase de Kullamae en contraataque por el lateral de un defensor para el 63-37 a falta de 2:08. Poco después se llegó a la máxima renta, dos puntos más. El partido era de guante blanco, sólo se embarró un poco en una falta de Pantzar a Pratt, sacando el brazo y desplazándole fuera de la cancha. El veteranísimo norteamericano acabó encima de un par de aficionados situados en primera fila. Uno de ellos casualmente luego participó en un concurso de lanzamientos y no se le dio nada mal. Pratt se disculpó con él. Para lo que quedaba, le abuchearon cada vez que tocaba la pelota. Al menos, dio algo de salsilla a un pulso que acabó siendo un monólogo.

La renta seguía siendo clara, 67-41, y de nuevo, cómo no, con un contraataque. Llegó el momento de las probaturas, como Rabaseda de cuatro y Kullamae en el base, aunque esto último es más habitual. Después se puso como cinco Tsalmpouris y de cuatro De Ridder, mientras los visitantes jugaban sin grandes. La escena cómica la protagonizó Pratt, que se tropezó con uno de los protectores de la publicidad al salir a cancha desde el banquillo y desde la grada de animación se gritó: ‘Eso es antideportiva’. Los rumanos bajaron los brazos en defensa y al deleite final se fueron apuntando unos cuantos ‘hombres de negro’. De Ridder se equivocó y le castigaron con una deportiva. Ivanov persistió en sus protestas en una entrada a canasta y se ganó una técnica. La travesía vasca resultó de lo más lúdica.

RESUMEN

89 - Surne Bilbao Basket (29+17+21+22): Renfroe (5), Smith (7), Rabaseda, Tsalmpuoris (13) y Killeya-Jones (8) -cinco inicial- Pantzar (8), Kullamae (11), Reyes (3), De Ridder (13), Hlinason (11), Rigo (10) y Barandalla.

64 - BC CSU Sibiu (17+15+9+23): Adnam (3), Dragoste (5), Ivanov (17), Minchev (11) y Uta (8) -cinco inicial-; Pratt (8), Gavriloaia (5), Kuti (5) y Barro (2).

Parciales: 29-17, 46-32 (descanso); 67-41 y 89-64 (final).

Árbitros: Ivor Mateejek (Chequia), Armin Mutapcic (Alemania) y Martin van Hoye (Bélgica). Sin eliminados.

Incidencias: Segundo de la primera jornada del Grupo B de la FIBA Europe Cup disputado en Miribilla ante unos 4.500 espectadores.

Ponsarnau: “Muy buena lección”

Ponsarnau se mostró “satisfecho” del triunfo porque, además de acercarles a la segunda fase, “ha sido una muy buena lección para afrontar esta competición al máximo nivel que podamos”. “Ha sido un aprendizaje de entender la importancia de dar el cien por cien y ha habido jugadores que lo han necesitado aprender durante el partido”, recalcó el técnico en la rueda de prensa posterior a un encuentro marcado en su opinión por los “momentos de máxima energía” de su equipo y por el apoyo de los aficionados.

“Desde la defensa han llegado nuestras mejores acciones. Y el público nos ha ayudado. Tenemos que ganarnos que quieran jugar con nosotros y en gran parte del partido, con más o menos acierto, demostramos un gran compromiso y buena mentalidad. Por favor que la gente siga viniendo a Miribilla porque somos mucho mejores con ellos”, subrayó.

El de Tàrrega, por otro lado, añadió que disputar competición europea “tiene riesgos, pero también una cosa buena” y es que “enseguida te pone el chip para el siguiente partido”. “Eso nos gusta. Las derrotas las olvidan rápido y no te recreas en las victorias y eso ayuda a que crezcamos como equipo”, añadió un Ponsarnau que no se ve todavía en la siguiente fase a pesar de los dos triunfos en las dos primeras jornadas de esta Europe Cup.

“Tenemos que ser cautelosos y pacientes. La victoria es importante, el marcador también y el triunfo en Polonia trascendental. Nos da muchas posibilidades de seguir, pero tenemos que estar preparados y la mejor forma de depender de ti es estar centrado en dar toda la importancia que se merece a cada partido”, apuntó.

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