El Bilbao Basket dinamita en su feudo la roca del UCAM Murcia

El Bilbao Basket realizó un completo ejercicio de intensidad y concentración para mantener su buena marcha en el amanecer de la presente temporada. Su defensa es de lo mejorcito en España, una forma de vida. Quitando un colapso de cinco minutos en el tercer cuarto, penas mostró fisuras e infligió al UCAM la primera derrota del curso. Tras romper el gafe a domicilio ante el Obradoiro, Ponsarnau y los suyos sueñan con encadenar tres victorias seguidas en la próxima entrega ante el Granada, lo que les pondría en un ritmo de Copa. Pero paso a paso.

El Surne se demostró a sí mismo que puede estar al exagerado nivel físico de un UCAM Murcia que ha hecho del alarde muscular una forma de comportamiento sobre la pista. Tras el ascenso, no se había visto un Bilbao Basket con tanto volumen. Es capaz de adaptarse a propuestas como esta de tanta intensidad de Sito Alonso, de nuevo abucheado en la presentación y con algunos gritos de “pesetero”. Sin Rojas ni Lima se hace raro pensar en un equipo rocoso, pero lo es, aunque, ante el contraste con la capacidad atlética vizcaína, en Bilbao hasta pareció un grupo del montón, entregado, en algunos momentos.

El choque arrancó con muy poca anotación, un puro correcalles: 2-8 en cuatro minutos. El Bilbao Basket se las veía y deseaba para anotar en estático. Confundía velocidad con precipitación y era muy impreciso en los botes y las penetraciones, mientras el UCAM fallaba lo indecible cerca del aro, en parte por la forma de colapsar de los locales, que solo aflojaban un poco la soga en la defensa del tiro exterior. Era tan escasa la anotación que un fogonazo podía precipitar el triunfo hacia un bando u otro. Por ejemplo, los visitantes se tiraron cinco minutos sin ver aro. Se quedaron sin puntos y hasta eran extrañamente blandos en cancha propia. ¿Quién sería el primero en asentarse?

Ponsarnau ponía en liza a Pantzar, Killeya-Jones y Tsalmpouris y no solo no bajaba la intensidad, es que aún crecía más. Momentos de verdadero rock and roll, de lo mejorcito visto en mucho tiempo. Acciones plenas de energía. El nivel de contactos era exagerado, sacaba chispas cerca de la canasta y los ‘hombres de negro’ corrían como centellas porque esta vez aseguraron bien el rebote defensivo, hasta Renfroe se puso al asunto. Curiosamente, el único que no jugó la primera parte fue De Ridder, el héroe de Santiago.

Sito paró el juego a los 53 segundos de arrancar el segundo cuarto, tras un despiste defensivo en un corte e Pantzar con asistencia de Tsalmpouris en el poste bajo. Una vez que sentó a Hakanson, les costó generar desde la frontal. Killeya-Jones atacaba muy fácil de cara a Diagné, le movía a placer para sacarle faltas. Un 13-0 y plas, la diferencia creció como la espuma. El techo se fue, con los cincos locales martilleando como colosos. 32-13. Agota tiempos Sito, desesperado, a cinco minutos para llegar al descanso, con su equipo absolutamente desarbolado.

Parecía imposible, pero el Bilbao Basket aún metió una marcha más en el tercer acto. Un esfuerzo descomunal. Ya se sabe que, en este tipo de escenarios, Rabaseda la goza. Dio una asistencia a Killeya-Jones desde el suelo y anotó luego una canasta oara plasmar el 48-26 a 17:05 para el final. Todos los balones divididos eran siempre para los mismos, los ‘mineros de negro. Ante propuestas agresivas, no retiran la cara. A base de anticipaciones y de meter manos, dominaban el pulso a placer. Y casi todo lo facturaban de dos, apenas tenían que emplear el arma del triple. Renfroe cara a cara a Hakanson.

Con 50-28 todo parecía ventilado, pero con 0-14 devolvió a la vida a los universitarios, que variaron la tónica con una zona-press, como ocurrió contra el Tenerife. Es lo que le falta al Bilbao Basket: mantener la cordura cuando algo se desencaja en ataque, porque se olvida de la defensa y le dominan con suma facilidad. Cinco minutos sin anotar inquietaban a la grada. La exigencia de los de Sito, con Sant-Roos al aparato, para remontar acabó pasándoles factura. De Ridder al fin ingresó en la cancha, en el último minuto del tercer acto, para intentar que prendiera la mecha de la vehemencia de nuevo. Supieron reponerse a esa hambruna anotadora. Un triple de Pantzar, un 2+1 de Killeya-Jones y una canasta desde el arco de Reyes dieron de nuevo oxígeno al Bilbao Basket: 64-50 a 7:09 para concluir. Álex tomó las riendas en la parte final para certificar un triunfo más que justo. Como dicen ahora muchos, la clase media impertinente se está revolucionando y cualquiera de esos equipos que anda por encima de la pelea por el descenso está en condiciones de dar sorpresas.

Ponsarnau: “Tiene mucho mérito ganar a un equipo tan potente”

Jaume Ponsarnau destacó que el nivel defensivo exhibido por su equipo fue una de las claves de la victoria, un triunfo “de mucho mérito frente a un equipo tan potente” como el UCAM Murcia. “El éxito ha sido sobre todo defensivo. Dejar a un equipo como Murcia en 24 puntos al descanso tiene gran mérito. Y desde la defensa, cuando tenemos el rebote tenemos también las ideas más claras porque corremos mucho y tenemos velocidad”, recalcó el técnico catalán.

Añadió que la ventaja por encima de los 20 puntos que llegaron a alcanzar en el tercer cuarto les dio “confianza” para manejar la situación en la que les colocó la reacción del UCAM “a través de su zona-press”. “Ahí hemos jugado muy mal, nos ha faltado astucia y estábamos desencajados, pero claramente ha sido un partido de tener el ritmo y nosotros lo hemos tenido durante 25 minutos y muy buenas sensaciones”, reflexionó.

El preparador ilerdense señaló que la próxima semana será clave para “acabar de construir cosas” antes de empezar a disputar competición europea y “encontrar la forma de jugar mejor”.

Alonso cree que el triple de Pantzar al inicio del último cuarto “fue decisivo”

Sito Alonso admitió que el triple de Melvin Pantzar en el inicio de tercer cuarto, que volvió a poner al Surne Bilbao Basket con diez puntos de ventaja “fue decisivo” para cortar la remontada de su equipo en Miribilla. “Les ha dado a ellos una situación que no encontraban porque tenían muchísimas dudas y a nosotros nos ha pesado. Hemos bajado la intensidad física y ese triple ha sido decisivo”, explicó el técnico en su valoración del partido, antes de mostrarse “satisfecho” por la capacidad de reacción de sus jugadores para recortar una desventaja de 22 puntos para ponerse a 7 al final del tercer cuarto.

“El partido ha empezado como queríamos, pero el segundo cuarto ha sido totalmente del Bilbao. Han estado excelsos en esa parte del partido y nosotros nos hemos dejado llevar por la frustración. En el tercero el cambio defensivo ha impulsado al equipo hasta ese triple. Pero estoy satisfecho con la intención del equipo de luchar hasta el final”, reflexionó.

Alonso espera que el partido de Miribilla sirva “de aprendizaje” para los jugadores de su equipo que no conocen la ACB y cree que lo visto en el Bilbao Arena es una demostración de que “la clase media” de la Liga Endesa “es muy alta”.

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