El Bilbao Basket deja escapar la victoria ante el Tenerife

El Bilbao Basket se quedó muy pequeño ante el campeón de la Champions y no supo manejarse con el estoque. Con 70-58 a falta de 4:21 tras un partido colosal, faltó el descabello. Lo tenían en la mano los ‘hombres de negro’, pero les entró el hipo. La renta aún era muy respetable a 3:51 para acabar: 70-60. Inesperadamente, empezaron a flojear las piernas y entre eso y que el rey de la BCL sacó toda su jerarquía, el encuentro se largó hacia Canarias. Un 2-16 acabó con la ilusión de Miribilla. Bolmaro, bastante apagado hasta ese instante, con un triple desde un lateral sin puntear, puso el empate a 72 a 27 segundos para acabar. Kyser venía de fallar dos tiros libres en un momento crucial y se jugó posteriormente el que se suponía que era el disparo a media distancia en suspensión para ganar. Otro error clamoroso en una fatídica concatenación de desaciertos. Falló, claro, y en la pelea por el rebote se fue la bola palmeada casi hasta medio campo y salió por la banda. Quedaban cinco segundos y Vidorreta anunció: “La de Parra”, tal vez en alusión a la famosa jugada del alero del Joventut en la Copa, que acabó taponada. Jaime Fernández se llevó el triunfo. Era una acción en uno contra uno frente a Rabaseda, uno de los mejores defensores de la ACB, “pocas veces le voy a meter una de estas, me conoce bien”, sonería. Fue por su lado bueno “es la mejor derecha de Europa”, precisó Ponsarnau, y la metió por abajo. Es el resumen el choque: Kyser en el lanzamiento decisivo por un bando, algo poco recomendable, y Jaime Fernández, un tipo con enorme pedigrí, por el otro. Restaban 4 décimas y en el saque posterior de banda pudo lanzar de mala manera un triple Sulejmanovic, pero no encontró el aro.

El caso es que, si la noche prometía con revolucionar el Grupo L, al final esta sublevación quedó sofocada por un conjunto que se las sabe todas, que hace poco alzó la segunda Champions, precisamente en Miribilla, y al que, a la mínima facilidad, te despedaza. Vidorreta, que cayó en Liga el curso pasado, respiró aliviado. Su familia le vio triunfar en casa, incluso su hermano asistió a la rueda de prensa posterior. Los insulares ya están en el Top-8, tienen el liderato al alcance de la mano, y el Darussafaka se incorpora a la pelea entre Bilbao y Murcia por el segundo puesto. Los bilbaínos deberán ir a Turquía a dar un golpe de efecto y esperar que el UCAM caiga ante el Canarias. En ese caso, les bastaría con derrotar a los de Sito en el cierre en Miribilla.

Al final pudo jugar Radicevic, pese a sus molestias en la rodilla. En una esquina, vestidos de calle, reposaban los lesionados Andersson, Rigo y Goudelock. No presenció el partido Withey. Si alguien tuviera que describir qué es la felicidad plena en Miribilla pintaría brochazos del descanso del partido. Ahí justo acababa la segunda prórroga del Darussafaka-UCAM Murcia en Estambul, con triunfo agónico de los turcos después de dos prórrogas, y el Bilbao Basket anotaba en el último segundo un canastón marca de la casa a través de la muñeca de Smith para alcanzar el techo en cuanto a su ventaja: 43-35. El segundo acto fue un torbellino, un espectáculo precioso por parte de los ‘hombres de negro’, que anotaron 24 puntos y dejaron al campeón de la Champions en 12 tantos esmirriados. Todo salía a pedir de boca, el equipo se mostraba completamente desinhibido, como si en el vuelo de vuelta desde Gran Canaria le hubieran pegado el cambiazo a Ponsarnau, porque el bloque tembloroso y entregado de Las Palmas era un recuerdo lejano. Todos dieron un paso al frente, empezando por Rosa, que plasmó un +17 cuando estuvo en pista en los 20 minutos iniciales.

Y eso que todo arrancó torcido, con un 0-12 en los 2:48 minutos iniciales, que obligó a Ponsarnau a pedir un tiempo muerto. El Bilbao Basket entró frío, como si aún tuviera la empanada del domingo, del primer partido ACB tras el parón. La primera canasta se hizo esperar 3:48, la firmó Sulejmanovic, con un 2+1. Los amarillos seguían jugando con facilidad, armando tiros lejanos con sus superclases: 3-17.

De repente, un trueno mágico removió el parqué. Una verdadera tormenta triplista hasta empatar a 17. Tsalmpouris aportó cosas muy interesantes, como rebotes y un mate. El Tenerife reaccionó después, pero llegó una nueva igualada, tras tiro de Reyes: 25-25. La defensa elevó su intensidad y negó ese ‘pick and rol’ que ha hecho historia en la isla la dupla Huertas-Shermadini. Hakanson se sumó a la fiesta y empezó a entrar todo. Los locales se fueron a 8 de ventaja.

Vidorreta, de nuevo ovacionado en su casa, quiso ahogar las esperanzas de sus paisanos y sacó tras el descanso a Huertas y Fitipaldo, para controlar el ritmo a su antojo. Pero no acabaron de dar con la techa, porque los vizcaínos ya habían desplegados las alas y no era fácil cortarlas. Sule metió un gancho para plasmar el 45-37 a 17:56 para acabar. Por las características de los cincos locales, es el único que puede generar algo de espaldas o por dentro. Pero tiene más repertorio. Luego anotó un triple y puso los diez por delante a 7:07 ara acabar el tercer acto. Miribilla recuperó el perdido grito de guerra ‘Sule, Sule’.

Los locales estaban inmensos en cuanto a intensidad cargando el rebote ofensivo, con Francis Alonso en una faceta que no es la suya. Se acercaba el final y con 13 arriba, hasta los bilbaínos pensaban en el average de –12. Los errores en detalles fueron liando la cabeza de los ‘hombres de negro’. Tras una canasta, un error en saque de fondo de Sule, robado por Doornekamp, hizo sospechar que algo se estaba torciendo definitivamente. Marcelinho es el mejor pescador cuando el río se revuelve. Sobreponerse a cuatro minutos iniciales horribles es factible. Hacerlo a cinco del final que suponen un borrón a todo lo hecho anteriormente es una losa pesadísima. El campeón impuso su ley.

Ponsarnau: “El vestuario está fastidiado, pero ha habido cosas positivas”

Ponsarnau admitió que el vestuario estaba “fastidiado” tras la derrota, aunque destacó que “ha habido cosas positivas” como haber “recuperado el nivel competitivo”. “Hemos empezado muy mal, pero Miribilla ha estado impresionante y nos ha mostrado el camino por el que debíamos jugar el partido. Desde el banquillo hemos encontrado jugadores y ha cambiado la sensación. Hemos empezado a jugar bien”, explicó el técnico de Tàrrega, para quien en el tramo final “Marcelinho ha controlado absolutamente la situación en ataque”.

“La clave ha estado en la pérdida del saque de fondo después de recibir una canasta. Ahí les hemos dado la oportunidad y la han aprovechado”, lamentó Ponsarnau, recordando la jugada que en la a un minuto del final Doornekamp robó el balón en un saque defectuoso de Sulejmanovic. “El computo global es que si no perdemos ese saque de fondo no perdemos el partido”, recalcó.

Francis Alonso admitió que “en los últimos minutos” dieron “vidilla” a un Tenerife que, como “uno de los mejores equipos de Europa que es, sabe castigar en los últimos momentos”. “Han sido muy efectivos. Esta derrota jode porque habíamos trabajado muy bien esta semana. Esperemos que esta derrota nos sirva para seguir adelante y sacar más fuerzas para ganar partidos”, concluyó.

Vidorreta admite que Bilbao también “hizo merecimientos para ganar”

Txus Vidorreta se felicitó de la importante victoria ante un Surne Bilbao Basket que también “hizo merecimientos para ganar” el encuentro. “A nadie le hubiera extrañado que ganara Bilbao, pero nuestro buen inicio nos dio opciones de estar en el partido en los minutos finales y ahí estuvimos bien en defensa y en el rebote y anotamos cerca del aro, aunque ha habido detalles importante, como los dos tiros libres que falló Kyser”, explicó el técnico bilbaíno. “Hemos jugado muy bien el principio y el final del partido y Bilbao muy bien gran parte del partido, peor lo que creo que conviene destacar es que Bilbao ha hecho un gran partido”, incidió.

Jaime Fernández, se mostró muy contento de haber tenido “el privilegio” de disponer del último balón que ha aprovechado para dar la victoria a su equipo después de un partido que, en lo personal, “no había sido muy bueno”. “Xavi (Rabaseda) es un gran defensor y pocos veces le voy a poder meter una canasta de éstas y eso que él me conoce bien. Encantado de ayudar”, apuntó el escolta madrileño, después de felicitar a su rival y a la afición local por el “gran ambiente” que se ha vivido en Miribilla. “Hemos empezado muy bien, pero sabíamos que podían volver al partido y así ha sido. Debíamos haber protegido mejor nuestra ventaja, pero esto es basket y Bilbao ha hecho un gran partido. Podía haber ganado cualquiera, pero al final hemos demostrado carácter para sumar una victoria importante”, concluyó Fernández.