El Baskonia se estrella en el OAKA ante el Panathinaikos

Había dudas sobre el tipo de Baskonia que iba a comparecer en el pabellón heleno. El que fue capaz de humillar al Maccabi o el que dejó muy mal sabor de boca en Villeurbanne. Aunque hubo momentos en los que parecía que sería el primero, a la postre la balanza se desniveló hacia el segundo. Dejan Bodiroga, CEO de la Euroliga que quiere paz, compareció en el feudo ateniense y parece que calmó los ánimos del propietario del club del trébol. Eso y la victoria ante un conjunto baskonista menor. No se defendió bien y, en ataque, la escuadra de Peñarroya fue muy poco versátil.

El Baskonia se enfrentaba a un pabellón encendido en plena rebelión contra la autoridad. El comienzo, sin embargo, fue bueno (6-12, min. 4). Raieste se cargó muy pronto de faltas personales, con tres en cuatro minutos. En los primeros compases se vio que los helenos iban a dominar el rebote. Además, los de Peñarroya cometían demasiadas pérdidas y, tras un parcial de 14-2, el partido se igualó e incluso los verdes se pusieron por delante. El Cazoo entró muy pronto en bonus pero los griegos también se fueron cargando de faltas de equipo. Al final del primer cuarto, 22-18. Y gracias porque los vascos regalaban posesiones vía rebotes y pérdidas.

Pero el equipo vitoriano se puso las pilas en el segundo cuarto y empató el partido a 25 cuando faltaban poco más de siete minutos para el descanso. Incluso se puso por delante pero, en general, el choque era bastante igualado (30-31, min. 15). Si en la primera entrega hubo 17 puntos como consecuencia de segundas opciones, en el segundo acto el equipo se aplicó un poco más. A pesar del buen papel de Bacon y Ponitka, los vitorianos firmaron un parcial de 16-25. Howard se fue al descanso con 11 puntos y la máxima que tuvo a su favor fue de + 6. Daba la sensación de que, más que perder ante un rival fuerte, eran los alaveses los que podían caer por regalar.

Pero el segundo tiempo fue horrendo. Del 38-43 se pasó al 98-83 final o, lo que es lo mismo, un parcial de 60-40. Mal en defensa, con pérdidas, concediendo rebote, erróneas decisiones ofensivas y derrota totalmente merecida. Para el minuto 27, la diferencia era ya de 10 (62-52) y, en el último cuarto, las cosas se pusieron imposibles en el ecuador (85-70, min. 35). Henry, Howard y Thompson vivieron demasiado tiempo con cuatro personales y sus compañeros no tuvieron una noche inspirada. Hubo algún momento de Matt Costello pero fue, a todas luces, insuficiente. Versión cara B en la capital griega tras la ebullición de la semana pasada con el Maccabi.