El Barça se relaja ante el Alba de Berlín

Es cierto que no hay partidos fáciles en el deporte profesional, menos en la Euroliga, pero la victoria del Barça ante Alba Berlín fue tan holgada que a ratos pareció un amistoso. Poca tensión defensiva, mucho acierto y una sensación de superioridad insultante por parte de los azulgranas. Un duelo cómodo, una victoria fácil, en la que destacó un Óscar Da Silva hipermotivado ante su ex-equipo.

No se puede culpar al Barça de jugar con un punto de relajación defensiva, ante uno de los rivales más flojos de Euroliga y con un calendario tan apretado como exigente con la Copa en el horizonte. Pero sobre todo no se le puede echar mucho en cara a los azulgranas porque en ataque fueron un torbellino. 20 puntos en cinco minutos, 31 al final del primer cuarto, con unos porcentajes de acierto muy altos. Necesitaron subir un punto al defensa para distanciarse de Alba Berlín, pues el inicio de los alemanes fue también excelente en el tiro. Metieron los cuatro primeros triples con un Schneider inspirado. Casi tanto como Spagnolo, que dejó un par de acciones técnicas muy vistosas.

La gran pregunta que sobrevoló el Palau ayer era saber hasta qué punto debía subir la intensidad el Barça para ganar el partido. Ante una defensa visitante con demasiados problemas como para enumerarlos todos no le hizo falta fajarse en el primer cuarto, pero las cosas no las tuvo tan fáciles en el inicio del segundo. Un parcial de 0-8 de que agotó la paciencia de Grimau pero que reactivó al equipo. A partir de ahí el Barça jugó a placer. 20-2 hasta los 51-39 con los que se llegó al descanso. Da Silva fue el gran protagonista azulgrana.

Los azulgranas fueron ganando solidez con el paso de los minutos a la par que Alba de Berlín fue diluyéndose. No fue evidentemente la victoria más compleja o sufrida de los locales, pero es que desde el descanso ya directamente no hubo emoción. Con una ventaja superior a los 25 puntos la única incógnita era saber por cuanto acabaría ganando el Barça. Al final del tercer cuarto el resultado ya era un escándalo (80-51).

La amplia diferencia permitió a Grimau dar minutos a los menos habituales así como relajarse a los más importantes. Algo lógico, pues no iban a hacer esfuerzos innecesarios. Muy bien Da Silva durante todo el partido, demostrando que puede ser un jugador relevante si el contexto es propicio. Un último cuarto prácticamente sin interrupciones para finalizar un partido sin historia. Los visitantes, a base de triples, maquillaron el resultado.