El Barça mira hacia arriba

Son en partidos como este, con mucho en juego, donde brillan los grandes equipos. Y exactamente eso fue el Barça ante el Partizán, en el primer gran encuentro de Ricky, asegurándose como mínimo participar en el play-in de la Euroliga. Pero este Barça quiere más y, jugando así, está en disposición de conseguirlo. Mandaron durante prácticamente todo el encuentro, minimizaron a Punter y Nunnally y desaparecieron los momentos de desconexión que algún disgusto les han dado este año. Fue un Barça sólido, coral, casi pétreo; pero también un Barça vistoso, divertido y agradecido de ver. Un Barça que puede hacer grandes cosas.

El partido arrancó con el quinteto de las grandes ocasiones del Barça naufragando en los primeros minutos. Un 0-6 de salida, en un partido agradable de ver, que espoleó a los numerosos aficionados serbios que salpicaron las gradas del Palau. Avramovic, con nueve puntos rápidos, con bandejas fáciles, se aprovechó del desaguisado azulgrana en la defensa del bloqueo directo. No se las prometía felices el Barça, con Lapro presionado y Satoransky obligado a tirar demasiadas veces al límite de la posesión, pero Grimau leyó bien el partido. Dio entrada a Jokubaitis y Ricky y cambió completamente la dinámica.

Primero en la defensa, mucho más efectiva, y luego en ataque. Los dos bases, juntos, sumaron puntos y repartieron asistencias ya antes del final del primer cuarto. Y siguieron después, Ricky, ninguna sorpresa aquí, se convirtió en el mejor socio de Willy. Sin noticias de Punter o Nunnally, la distancia creció (37-28).

Uno de los grandes males del Partizán en la primera parte fue el poco acierto de tres, algo que corrigieron en el segundo. Anotaron dos seguidos que les metieron de nuevo plenamente en el partido, y Nunnally, al borde del descanso, metió un tercero que le hizo daño al Barça. En un partido rápido, a muchas posesiones, se llegó a la mitad con un tanteo alto (51-48).

El Barça siguió con el ritmo anotador, con Ricky como capitán general, en el tercer cuarto. Pero a ello le sumó un mayor control del rebote y ciertos fallos clave del rival. ¿El resultado? 67-52 en el marcador en apenas cinco minutos jugados. Acumuló sin embargo demasiadas pérdidas el Barcelona (once por cinco del rival) y seis puntos consecutivos de Leday impidieron que el partido se rompiera antes de hora (74-68).

El buen partido de Leday continuó, no tanto el de Avramoovic, pero Partizán se topó con un Willy efectivo incluso sin Ricky en pista. Y es que no solo funcionó el de El Masnou como uno, sino que tanto Sato como Laprovittola se hartaron también de asistir a sus compañeros. Un triple de Abrines, todavía lejos del final, volvió a abrir un hueco considerable (81-70). Un hueco, de hecho, que ni hizo más que agrandarse. Partizán dinamitó sus opciones a unos cuatro minutos del final, tiró la toalla y se rindió ante la superioridad azulgrana.