El Barça acaba tercero y apunta a una semifinal ante el Madrid

En Miribilla caía el telón de una fase regular de la ACB que ha deparado claros y oscuros para el Bilbao Basket. Bien en términos generales, pero con rachas de derrotas que han afeado algo la hoja de servicios, en gran parte por la incidencia de las lesiones. Por eso, en gran medida, se va de vacaciones con seis tropiezos seguidos. Se ve inmerso en un cuádruple empate con Andorra, Zaragoza y Girona que le hace caer a la decimotercera plaza y deberá esperar para ver si regresa a Europa, lo norma sería que vaya a la previa de la FIBA Europe Cup. Había jugadores que lanzaban sus últimas carreras vestidos de negro. Es ley de vida, cada año ocurre. Para el próximo curso lo único que parece claro es que Ponsarnau seguirá al frente con jugadores como Pantzar, Kullamae, Rabaseda, De Ridder y Hlinason. El técnico de Tàrrega da por hecho que los jóvenes Pantzar y De Ridder seguirán a sus órdenes, y eso una grandísima noticia. El Surne lamenta no haber podido meter mano a este Barça que comparecía en una situación de falta de certeza y confianza en sí mismo. Pero el 3/22 en triples es un pecado muy grande para aspirar a una gesta.

Y el Barça comparecía con un buen lío en la cabeza, y bajo la amargura de la reciente eliminación en la Euroliga. ¿Le interesaba realmente desgastarse por la tercera plaza? ¿Y si el Madrid acaban segundo como todos sospechaban? ¿Arriesgarse a otro mazazo ante el eterno rival en unas posibles semifinales...? Casi era mejor dejar pasar al Valencia y ser cuartos para buscar la suerte ante el Unicaja. Que este, como líder, tache a los azulgranas parece atenuar el dolor, aunque resulta bastante duro de asumir que ha habido tres equipos mejores en la fase regular para un eterno aspirante a todos los títulos. Pero los taronja se despeñaban en Andorra, así que se esfumó cualquier cábala. Además, ganar y ponerse la vacuna contra las derrotas siempre viene bien. El propio Grimau admitió que recibió un chute de cariño, amor y respeto, que le viene de perlas.

El Barça no está para asustar como en sus feroces versiones de hace unos años, pero mientras trata de lamerse las heridas, da buena cuenta de rivales como el Bilbao Basket que pone todo el empeño del mundo, pero carece de las herramientas precisas para plantar cara a este equipo culé low cost comparado con los recientes. Grimau no reservó a casi nadie. Estaban vestidos de calle Willy y Brizuela, y no quiso que jugara Kalinic. Solo eso.

Los culés abrieron la contienda con un pase sin mirar de Ricky que culminó Vesely con uno de esos tiros a media distancia que tanto le gustan. Kullamae empezó dirigiendo la orquesta local, ante la ausencia de los lesionados Renfroe y Smith. Grimau, ovacionados en su regreso a Miribilla lo mismo que Ricky, respiraba aliviado con el 0-6 de salida, pero los locales remontaron de forma inmediata: 8-7. El choque dejó claro que iba a tanteo corto, pese al estirón azulgrana en el primer cuarto: 19-24.

Da Silva completó su mejor partido en cuanto a anotación en la ACB: 20 puntos. Era el que más energía mostraba. Los azulgrana subieron líneas en defensa, era una cuestión táctica más que por agresividad, metiendo una zona-press. Pantzar, muy dolorido, estaba haciendo un esfuerzo que habla muy bien de su profesionalidad e implicación. De Ridder siempre es un fiel compañero de fatigas. Cinco puntos seguidos de Da Silva estiraron la ventaja visitante hasta el 49-62. Killeya-Jones estaba siendo una pesadilla para el equipo de Grimau. La supresión de una antideportiva a Vesely tras revisión y un triple de Hornsby que no subió al marcador por la señalización de unos pasos eran demasiadas piedras en el camino. Pero este Surne no deja de remar. Kullamae emergió para apretar el marcador, pero con el 68-72 los árbitros se tragaron el silbato en una pelea por el rebote en el que Hlinason recibió como tres claras faltas. Ponsarnau decía que querían hacer la mejor temporada de sus vidas. No lo ha sido, pero ha habido momentos de enorme deleite, especialmente un gran arranque y siete triunfos seguidos en casa. Parece que no hay término medio con el proyecto elaborado en verano de 2023: ha sido capaz de maravillar y desesperar, de soñar con metas altísimas como la final de la FIBA Europe Cup a ver la botella medio vacía. Lo principal es que ha visto cómodamente recostado la dramática pelea por la permanencia, aunque al final los más negativos dirán que solo se ha acabado dos puestos por encima del Granada, que rozó la tragedia en el último centímetro de carrera. Y el club tiene que dar un golpe de la mesa ante la ACB por el maltrato arbitral en este último mes de competición.

Ponsarnau: “Nos esforzamos, pero no la metimos y eso ha marcado”

Ponsarnau lamentó que la falta de acierto en el tiro exterior “marcó mucho la capacidad competitiva” de su equipo. “No perdimos las batallas importantes del compromiso, pero no la metimos”, admitió el técnico quien consideró también claves “el rebote” y algunas decisiones del trío arbitral que consideró que, como en las últimas semanas, perjudicaron al Surne Bilbao. “De mi relación con el arbitraje estoy muy contento. Otros días, no hoy, mi nivel de quejas ha hecho que a veces tuviesen ganas de pitar en contra. Veo los videos y nos han pitado mal, pero hemos hecho lo que teníamos que hacer. Enviar los videos y que viesen que no estábamos satisfechos de lo que nos han pitado. Tengo la sensación de que nos ha quitado capacidad competitiva en los últimos partidos”, se quejó.

Por último, como balance del curso consideró que, aunque no lograron “hacer la mejor temporada de nuestras vidas” como se fijó como objetivo en la pretemporada, sí acaba “con la sensación de por momentos” han jugado y han tenido un nivel competitivo “fantástico”.

Grimau: “La victoria viene bien para limpiar un poco una semana difícil”

Grimau admitió que la victoria lograda en Miribilla les ha venido bien “para limpiar un poco una semana muy difícil” en la que han quedado apeados de la Final Four de la Euroliga. “No era nada fácil después de cómo se ha dado la semana. Hemos tenido momentos mejores y peores, pero hemos competido bien y los jugadores se han puesto, que no era fácil. Teníamos que intentar recuperar buenas sensaciones y siempre es bueno volver a ganar partidos”, destacó el técnico catalán.

Grimau añadió que después de este triunfo en la última jornada de la liga regular, en la que han acabado en tercera posición, “es momento de limpiar la mente, regenerar el cuerpo y prepararse bien para el playoff”. Comenzó su comparecencia el técnico barcelonista expresando su felicidad por volver a Bilbao, donde jugó entre 2011 y 2014 formando parte del equipo de los ‘hombres de negro’ que disputó la Euroliga y una final de la Eurocopa. “Estoy superfeliz de volver aquí. Ha sido una semana muy jodida, pero venir a Bilbao me ha dado un chute de mucho cariño, amor y respeto. Sabéis lo que quiero a la gente de Bilbao y del club. Ha sido un placer volver aquí”, subrayó Grimau.

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