Surne BilbaoBLB
88
Baxi ManresaMAN
73
Finalizado

Liga Endesa | 12ª jornada

Dragic, estrella de la Navidad

El Bilbao Basket rompe la racha de cinco derrotas seguidas y sale de descenso gracias al partidazo del crack esloveno. Triunfo 300 en ACB.

Liga Endesa

La Lotería de Navidad sonrió en Miribilla unas horas antes de saltar el balón al aire en el pabellón. Al Bilbao Basket le cayó el Gordo con un triunfo que necesitaba casi tanto como ese primer premio para el bolsillo de algunos. Zoran Dragic, alentado desde la grada por su hermano Goran, completó su mejor partido como ‘hombre de negro’. La estrella prenavideña: 24 puntazos. Frey le echó una mano. En realidad, casi todos dieron un paso al frente y tiene mérito ganar a uno de los equipos de moda con solo cuatro puntos del hombre franquicia, Hlinason. El cuadro local se llevó un partido muy físico y a todo trapo ante el Manresa, al que la Copa se le complica un poco. Todos se implicaron en la tarea. Hasta Rabaseda, sin el alta médica, se puso en el banquillo para alentar y corregir alguna cosa.

Victoria 300 en ACB en sus 20 temporadas entre los grandes, decimosexto club en alcanzar esa cifra en una clasificación en la que tiene inmediatamente por delante al Fuenlabrada (324) y que encabeza el Barcelona (1.304). Llevan 292 en fase regular y 353 derrotas, por 8-18 en playoff. El triunfo más amplio es el 98-58 en el BEC el 5 de abril de 2010 ante el Obradoiro. Mumbrú es el que más veces ha vestido esa camiseta en este camino: 316, con 4.038 puntos, 8.774 minutos y 519 triples. Las asistencias son para Salgado (821), los rebotes para Hervelle (1.327), los tapones para Weis (176) y los mates para Balvin (93).

El Surne añadía un poco más tensión a su reciente 0-5. Sin salir a jugar, el Breogán le había metido en puesto de descenso. A eso se añade las lesiones de Rabaseda y Kullamae, a la espera de que se solucione la burocracia con Silverio, pretendido para el perímetro. La papeleta era peliaguda y se resolvió con autoridad. Hunt causó baja en el Baxi por un virus. Este equipo parece uno en casa y otro fuera.

La salida que se dio era la exigida, la obligatoria. Con ganas, concentración y puntos, demostrando quién se jugaba más y quién estaba actuando en su feudo. De aquí el 6-0. El Bilbao Basket salió convencido, sumando a muchos jugadores en la anotación. Todos menos Domínguez anotaron en los nueve primeros minutos, mientras que en Manresa sólo lo hacían tres. Ocampo protestaba y le castigaron con técnica. La diferencia se estabilizó en torno a la decena e incluso se fue a los 13 puntos: 25-12 tras una canasta a media distancia de Jones, que entró con mejores prestaciones que otras veces. Al final del primer acto todo sonreía a los locales: 27-15. Dejar en tan baja anotación a este grupo del Bages es una noticia enorme. Estaban maniatados, sin la alegría de costumbre.

Pero los visitantes empezaron a encontrar su ritmo, apoyados en el rebote ofensivo; las transiciones de ese interesante proyecto que es Saint-Supery, aunque por momentos demasiado desafiante y chulesco; la clase de un Alston Jr que hace honor a su apellido; y los tiros de un ex como Reyes. Frey se echó el equipo a la espalda cuando la cosa empezó apretarse. El equipo estaba muy precipitado, sin leer situaciones adecuadas, como cuando Manresa se puso con cinco faltas y no se le buscaban más para ir a la línea de tiros libres. Hlinason cometió dos personales y su referencia se echaba de menos. Frey fue castigado con una antideportiva muy discutida sobre Steinbergs para ajustar más la cosa. Los ‘hombres de negro’ empezaban a colapsarse por la dura defensa manresana en el ‘pick and roll’, les negaban el lado fuerte y les cortaban el ritmo.

Hlinason cometió la tercera a poco de arrancar el tercer cuarto, la peor noticia que podía recibir Ponsarnau. Pero lo mantuvieron en cancha y asistió al momento cumbre de la mano de Dragic, con tres aros pasados, el último con tiro libre adicional tras una falta. Puso al Bilbao Basket con 16 de venta: 60-44. Los catalanes perdieron la concentración y el esfuerzo y dejaron de defender en los unos contra uno. Esta creció hasta los 21 tras un triple afortunado de Pantzar:78-57. Ocampo trató de frenar el vendaval con una defensa zonal 3-2. El último acto fue de lo más plácido. Al fin diez minutos de recreo, al más puro estilo FIBA Europe Cup, que esta vez se dio la mano con la ACB en clave vizcaína. Gracias a Dragic, la Nochebuena será de sonrisas en las mesas bilbaínas. Papá Noel viene de Eslovenia.

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