Darío Brizuela alarga la fiesta del Barça en el Palau

El Barça ganó a Zalgiris con una excelente actuación de Brizuela (24 puntos), una notable de Parker y una correcta de todo el equipo. Pero sobre todo ganó el Barça porque supo sobreponerse a uno de los grandes males que les ha acompañado esta temporada: la irregularidad. Porque sí, el Barça fue irregular (Zalgiris remontó 16 puntos en el segundo cuarto), pero supo resolverlo. Cuando el equipo jugó fluido simplemente no hubo partido. Brizuela firmó su mejor actuación desde que viste de azulgrana dejando sin opciones a los visitantes.

El inicio arrollador del Barça (13-0 solo con un fallo) fue consecuencia evidentemente del buen hacer del Barça, pero también del errático ataque visitante. Malas decisiones en los pases, mala selección de tiro y una gran defensa azulgrana. Con el quinteto de gala, con Brizuela supliendo a Laprovittola, los azulgranas fueron manifiestamente superiores. Zalgiris tardó prácticamente cinco minutos en anotar su primera canasta.

Todavía en el primer período el partido se aceleró. Abundaron los fallos, bajaron los azulgranas en defensa y las cosas se normalizaron un poco. Un partido más roto, en el que los visitantes sacaron buen provecho de los rebotes ofensivos. Bien Jabari, ya no es noticia, que permitió al Barça mantener la ventaja en el electrónico (26-12).

La debacle exterior de Zalgiris (2 de 11 en diez minutos) presagiaba un partido plácido para el Barça. Sin noticias de Evans, bien controlado por Brizuela y por la agresividad de sus compañeros en los cambios, desesperó a Trinchieri. También los rebotes defensivos de Jabari Parker, que estuvo en todo. Pero todo se torció. El Barça, que llegó a ganar de 16, se derrumbó en el segundo cuarto. Encajó un triple, un dos más uno y Vesely cometió la tercera personal. A partir de ahí, el desastre. Poco en defensa, nada en ataque, hasta que Zalgiris llegó a ponerse por delante. Y eso que reaccionaron los azulgranas al borde del descanso, porque sino el parcial del cuarto hubiese sido un escándalo. La entrada de Jabari Parker tuvo mucho que ver (44-37).

Necesitaba el Barça ganar en consistencia, controlar el partido, y lo logró al inicio del tercer cuarto. Una diferencia constante sobre los diez puntos, sin sobresaltos ni grandes parciales, que les permitió ir caminando hacia la victoria. Con un arbitraje muy riguroso, seguramente excesivo, Zalgiris fue limando las distancias. Evans despertó, el Barça desperdició un par de posesiones seguidas y a medio cuarto ya estaba otra vez el encuentro en un triple (54-51). El guión fue el mismo que desde el inicio. Cuando el Barça encontró cierta fluidez en el juego arrolló a su rival, cuando se trabó Zalgiris no perdió la oportunidad de acercarse. Y el final del cuarto volvió a ser del Barcelona. Con Brizuela y Parker a los mandos, la diferencia volvió a dispararse (68-57).

Con una diferencia por encima de los diez puntos, el Barça jugó cómodo el último período. Tanto, que hasta jugaron Sarr y Jakucionis, que debutó en Euroliga. Nunca pudo Zalgiris pelear la victoria, ni siquiera ponerla en peligro, mientras Brizuela trató de aumentar un poco más sus números. Se marchó al banquillo, con el público en pie, entre gritos de ‘MVP’.

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