El Bilbao Basket cierra una primera fase impoluta
Otra paliza rutinaria ante el Prievidza y jugará la siguiente fase ante dos franceses Cholet y Le Portel, y el Sassari italiano.
El Bilbao Basket cerró la primera fase de la FIBA Europe Cup invicto, con un reluciente 6-0. Tras ese saldo inmaculado además se esconde una paliza tras otra en ese sencillo camino hacia la siguiente ronda, en donde se verá las caras con los franceses Cholet (campeón del grupo C) y Le Portel (el quinto de los seis mejores), y el italiano Sassari (líder en el D). En cuartos se cruzaría con Tofas, Zaragoza, Maroussi o Porto, la parte complicada del cuadro. Y en semifinales aparecen como candidatos en el horizonte Oradea, Kalev, Paok, Fribourg y Charleroi, Ludwigsburg, Anwil y Dijon. Ya hay hasta calendario. Debut en Italia el día 4 de diciembre, el 11 en casa contra el Cholet, el 8 de enero en Bilbao contra Le Portel, el 15 de nuevo al calor de su gente contra Sassari, el 29 contra el Cholet y cierre el 5 de febrero contra Le Portel. A los ‘hombres de negro’ los señalan como candidatos al título todos los técnicos que se miden con ellos, por algo han sido los mejores de los 40 participantes por su diferencial de puntos tremendo de +174. Es decir, que ganaron todos sus encuentros por un promedio de 29 de diferencia.
Pero antes de pensar en el futuro, La Casilla asistió a otra cita de baño y masaje, con una montaña de puntos por parte de los locales ante el Prievidza y un sinfín de cambios para no agotar a la tropa. Pantzar pudo descansar tras recibir un golpe en Fontajau y se cumplió la misión de olvidar esa amarga derrota del domingo. Pues sí, porque el choque, como algún otro europeo, tenía el efecto terapéutico de aplacar el dolor de cabeza que provocó un nuevo tropiezo en los instantes finales en la ACB, esta vez en Girona. Rabaseda causa baja por su fractura de escafoides, y había que descartar a otro, el elegido fue De Ridder, con un proceso febril. Estaba claro que iban a tomar protagonismo Chacón y Taboada y el primero ya salió en el primer cuarto y le puso ganas, con un rebote ofensivo y una canasta a continuación.
También se trataba de organizar una cita con su preámbulo cargado de sentimiento, por el homenaje a Rafael Muñoz, Txipi, el eterno delegado querido por el mundo del baloncesto español por ser un tipo absolutamente entrañable. La hija de su sobrina realizó el aurresku de honor y se desplegó una camiseta gigante con su nombre y el 25, los años que cumple el club, de aquí que haya elegido La Casilla, su vieja guarida, para los partidos de inicio en la Europe Cup.
Eran 40 minutos para probar cosas, con rotaciones muy cortas y protagonismo de los menos habituales. Todo quedó encarrilado, además, con un 10-0 de inicio tras cinco puntos de Jones, un triple de Dragic y dos tiros libres de Sylla. Los eslovacos iban turnándose en los tiros, habitualmente con un juego muy individualista en manos de los norteamericanos. Alternaban al principio defensas, metiendo zona de vez en cuando, para intentar romper el ritmo de los locales y fueron haciendo la goma, resistiendo la avalancha del primer tiempo, aunque sin mucho esfuerzo por parte de los de Ponsarnau. Estos se repartían los tiros y en el 32-20 ya había cinco que habían convertido un triple. Chacón probó unos instantes de cuatro. El Prievidza frenó otro estirón vizcaíno con 43-33 llevándolo al 43-38. Kullamae, muy perdido en Fontajau y esta vez en su versión brillante, cerró ese primer tiempo sin fallo y se sacó la espina: 4 de 4 en lanzamientos de dos y un triple embocado.
La segunda parte arrancó de nuevo con escapada local, un 6-0 que puso el 54-38 y obligó a Jankovic a parar con un tiempo muerto. No les convenía salir de La Casilla con una avería porque igual lo descabalgaban entre los cinco mejores segundos, como así sucedió al fina. Su buen balance de 4-2 quedó agujereado principalmente por los dos palizones de los bilbaínos: un liviano +11. Reaccionaron ligeramente pero otro arreón, un 11-0 posterior, llegó el marcador al 65-42. Y, como el resto de rivales, se fue diluyendo porque físicamente no aguantan el tirón de un representante de la ACB. El abismo de puntos engordó hacia el 73-47 y 78-52. La zona ya era de empleo obligatorio en el Prievidza. A los eslovacos les llegaban noticias muy negativas, que la diferencia posiblemente les dejaba fuera, así que trataron de amortiguar el golpe con triples. Como uno del joven Lukac. El que puso el colofón al choque y la aventura continental del conjunto visitante.
Jankovic felicitó al Bilbao Basket, “un candidato a ganar la Europe Cup”. Se fueron encantados con el ambiente de La Casilla “ha sido una buena experiencia para seguir aprendiendo”. Ponsarnau apuntó que le gustaría entrenarse más en Miribilla, así que iría bien jugar la segunda fase allí, pero se adaptarán a lo que diga el club. Y Kullamae confesó sentirse responsabilizado por los errores en los últimos.
El Grupo L de la segunda fase será “de mucha entidad”, según valoró Jaume Ponsarnau. “No sé si va a haber un grupo más duro, pero queremos llegar lo más lejos posible y para eso hay que ganar a buenos equipos”, señaló el técnico ilerdense. Acabó satisfecho y “con buenas sensaciones”. Tanto De Ridder como Pantzar parece que no tendrán problemas para jugar el domingo contra el Joventut en Miribilla, mientras que el joven Chacón, que jugó más de 16 minutos frente al Prievidza, será “el que ocupe el espacio” que deja libre en la rotación Rabaseda.
“Estamos encantados con él. Trabaja bien, juega con mucho corazón y eso te motiva a ponerlo en pista. Esperemos que nos pueda ayudar también en ACB. También Rubén (Domínguez) da un paso en su rol y estamos convencidos de que lo va a hacer bien”, señaló el catalán. Por otro lado, como resumen de la primera fase, que el Surne Bilbao ha liquidado con seis rotundas victorias entre 21 y 40 puntos, destacó que lo más satisfecho le deja es que han disputado “todos los partidos con intensidad, sin dar por hecho que éramos mejores que los rivales”.
“La autoexigencia que hemos tenido nos ha hecho ser intensos”, añadió Ponsarnau antes admitir que a nivel deportivo vería “positivo” regresar a Miribilla a jugar los partidos europeos como local. Aunque asume también que “el club y la afición están contentos con la experiencia” de jugar en La Casilla, el histórico pabellón de la capital vizcaína en el que nació el Bilbao Basket y al que está homenajeando jugando en él los partidos como local de la Copa Europa FIBA. “Si toca seguir aquí lo haríamos encantados”, apostilló.
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