Bilbao Basket: la primera en el bote

Miribilla quitó el precinto a una nueva temporada iluminando el primer triunfo del Bilbao Basket, que está con ganas de baloncesto y lució acompañado de una sonrisa otro proyecto muy diferente al de 2024-25. Mientras las piezas de van acoplando, viene de lujo un engrase con victorias. Todos piden crecer así, ir haciendo callo con éxitos, porque no conviene olvidar que muchos jugadores no conocen esta Liga. Haciendo simplemente un partido aseado, el equipo rozó la centena. Petrasek, Hilliard y Jaworski, tres de las siete caras nuevas, destacaron en este apartado, pero al final el decisivo fue el de siempre, Pantzar, que va descontando sus recitales antes de partir hacia el Unicaja. Ya hay 300 triunfos de fase regular en la mochila.

Para abrir boca duelo de día rivales directos por la permanencia. Surne-San Pablo Burgos. En cada estreno en cada hogar de uno siempre hay miradas escrutadoras sobre qué se ha fichado, dónde están las fortalezas, cuáles son las debilidades... y el pack global es ilusionante. Sylla curra como un descosido a la chita callando. Hay cosas que corregir, especialmente los tiros libres, y se supone que este año se han alimentado los cañones tira-triples, pero esta vez fue un verdadero drama.

El partido, como de costumbre con mucho ambiente por la tradicional visita de aficionados castellanos, resultó cómodo para los hombres de negro, fundamentalmente por el vuelo del segundo acto, un momento de pura adrenalina en el que pensar parecía prohibido, pero sí que hubo cierto suspense en el tercero, muy atascado por las trincheras del visitante, con 65-58, a 1:54 para que acabara, tras una canasta de dos de De Sousa, el hijo de aquel histórico Jean-Jacques Conceição ex de Limoges y Unicaja y participante en el famoso Angolazo a España en los Juegos de Barcelona. Los locales supieron sufrir, cerrar filas y resolver una tarde interminable de dos horas y cuarto. Se hace infumable ver un deporte con tantísimas interrupciones.

El salto inicial del feudo bilbaíno fue igualado. El Surne optó por las penetraciones, la verticalidad al aro, porque no encontraba el tacto en el tiro exterior. Insistieron buscando puntos con más físico, y esos uno contra unos le llevaron a la línea de tiros libres, pero se quedaron muchos por el camino. El Burgos encontraba canastas fáciles, muchas de ellas con puertas atrás. Hilliard cogió las riendas, mostraba su infinita clase, y Krampelj levantaba a la gente de sus asientos con esa capacidad demoledora de salto a pies quietos. Jaworski entró en erupción y sus compañeros se contagiaron eran centellas sobre el parqué desde el 27-28: la diferencia se fue a 50-30 tras robo de Sylla, cerrando un parcial de 23-2 y 16-0, a 3:08 para llegar al descanso. Los vizcaínos estaban siendo un grupo muy coral, con superioridad en el rebote, ante un rival muy poco agresivo. Para ganar en la ACB hay que ser muy consistente y morder en defensa, parece que no lo concebía un grupo muy frustrado, que consintió 27 tantos en los 10 minutos iniciales. Esa pasividad les impidió llegar con opciones en el tramo definitivo. No vale con elevar la dureza cuando todo parece perdido. La baja de Gudmundsson no ayuda.

Las salidas de cuarto de los pupilos de Ponsarnau fueron similares, sin buenos tiros. Corbalán es un apellido que impone en España. Este es un escolta argentino que ofició de base, ya que Neto no está bien. Un jugador que va a dar mucho que hablar esta temporada. Empezó a dominar en el juego en media cancha.

El Burgos paró el ritmo, encontró las sensaciones a través del rebote, no dejó correr al Bilbao Basket y empezó la remontada. Los árbitros cobraron un protagonismo al que nadie les había llamado, y el Surne se lio con errores no forzados, pases desajustados... aún no se sitúan bien ni controlan los espacios y se desorganizan en el contragolpe. Los instantes finales borraron cualquier floritura y se llamó a filas para la supervivencia. Y ahí, tenemos a un maestro consumado en esta ACB. Tomó las riendas Pantzar para hacer lo que le ha llevado a un club supercampeón como Unicaja. La primera está en el bote. El martes el campeón de Europa empieza a defender su reinado.

Ponsarnau: “Tenemos mucho margen de mejora”

Ponsarnau acabó satisfecho con el primer triunfo de la temporada, porque, aunque considera que todavía tienen “mucho margen de mejora”, cree que “a ratos se han visto cosas muy buenas”.

“La primera parte ha sido muy buena porque dominamos el rebote y en la segunda lo dominaron ellos y a partir de ahí empezaron a coger sensaciones. Los dos equipos cuando dominamos el rebote corrimos más y cuando no lo dominamos, corrimos menos”, explicó el técnico local antes de admitir “problemas de acierto, especialmente en el triple y en el tiro libre”.

El estratega ilerdense analizó que, dentro de ese margen de mejora que evidenció su equipo, está sobre todo “ser un poquito más sólidos” para evitar “algunas de las pérdidas innecesarias” o provocadas también “por no tener aún los ‘feelings’ cogidos”.

“Pero ha sido positivo porque se ha traducido en una victoria y porque hemos visto a ratos muy buenas cosas del equipo”, apostilló el catalán, quien consideró que “los dos equipos jugaron duro” y “con mucha intensidad en cada acción”.

Savignani: “Fuera de casa hay que ser más serio”

El brasileño Bruno Savignani lamentó la derrota y recalcó que para “jugar fuera de casa en la ACB hay que hacer un partido más consistente y más serio defensivamente los 40 minutos”. “Cuando dejas a tu oponente anotar 27 puntos en el primer cuarto te marca un poco el partido. Eso nos penalizó en el segundo porque hubo momentos de desconexión total del equipo, defensiva y ofensivamente”, lamentó el técnico del conjunto burgalés.

Savignani cree que la situación se agravó para el San Pablo Burgos por la “frustración” de sus jugadores después de fallar “canastas fáciles, en bandejas y tiros liberados”. “Esto nos tiene que servir como aprendizaje para que no vuelva a pasar. Tenemos claro qué equipo tenemos que ser, el del segundo tiempo. Con errores y con aciertos, pero un equipo que intenta defender y pelear por el rebote. Lo hemos intentado en las transiciones y siendo más agresivos en el rebote, pero no ha sido suficiente”, admitió.

El brasileño, por último, admitió que les penalizó la baja de Gudmundsson, si bien recalcó que la principal enseñanza que les deja el partido es que “no te puedes desconectar ni cinco segundos”.

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