Arranca la era de Peñarroya con victoria en China

El Barça de Joan Peñarroya arrancó con una victoria (99-57) como no podía ser de otra manera ante los Beijing Ducks en el primer duelo de su gira por China. Una victoria cómoda ante un rival muy inferior, un partido en cierta manera ideal para ser el primero. Porque hubo competición y los jugadores del Barça sudaron, pero también la entidad del rival permitió cometer más errores, pérdidas, rotaciones o ‘inventos’ en los quintetos. Un partido para sumar minutos, para estrenar el proyecto y consolidar las ideas del nuevo entrenador. El Barça será vertical y divertido, no cabe duda, pero todavía le queda mucho para ser un equipo temible.

Desde el inicio del partido quedó patente la diferencia de nivel entre ambos equipos, pero también que este era el primer partido para el Barça de Peñarroya. Abundaron las imprecisiones, los errores no forzados, especialmente de Núñez, a quien el técnico otorgó la batuta en el arranque. Sin Vesely, que tampoco jugará mañana pues fue operado de apendicitis, ni Satoransky, Laprovittola jugó de base. Una novedad entre comillas respecto a la temporada pasada, donde apareció casi siempre de ‘dos’. Ahora, además de a Brizuela, Peñarroya tiene a Punter y Sarr en dicha posición por lo que es probable que el argentino regrese a la que era su posición original.

Todos los nuevos debutaron, sin que nadie destacara en exceso en los dos primeros cuartos. Porque este fue para el Barça un partido fácil. Pese a los errores pronto se pusieron diez arriba ante un equipo chino con cierto talento pero falto de físico y nivel colectivo. Anotaron algún buen triple, pero pasaron desapercibidos en la pintura. No así Fall, dominante en el rebote. Los azulgranas, más peligrosos en transición que en estático, aprovecharon el tiro exterior (6 de 11 en triples y 12 puntos de Abrines) para ganar ya una buena ventaja antes del descanso (51-34).

Estos partidos sirven también para hacer pruebas más o menos heterodoxas. Peñarroya jugó con Punter de base, con unos muy buenos minutos, y con Metu de pívot. Dos soluciones que a priori serán de emergencia, pero que dieron un buen resultado. Destacó especialmente Punter, muy superior a sus defensores, así como una mayor conexión entre ‘Lapro’ y Willy. En cuanto al partido, sin historia antes del último parcial (73-47).

En los minutos finales pudimos ver a un Sarr desenfadado, a Parra de cuatro, y oportunidades para los que menos había jugado. Peñarroya dio alternativas a todos ante un rival flojo. El Barça se divirtió y dio espectáculo a un pabellón desangelado, prácticamente vacío, pero sin hacer sangre. Mañana, contra el Bàsquet Girona, la historia será muy distinta.

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