SUPERCOPA ENDESA 2023

Willy llega al reino de Tavares

El Barça afronta con refuerzos y alguna duda la maldición de la Supercopa. Los blancos encadenan cinco títulos. El Unicaja y el UCAM pueden hacer historia en Murcia.

La Supercopa es el torneo con menos peso de la temporada, aunque ya no es el trofeo de la galleta al que algunos aludían cuando se recuperó en 2004, tras 17 años sin disputarse, y que coronó entonces a Bodiroga como MVP. Aparece en la contabilidad, si lo mojas en leche no se deshace, y resulta más importante de lo que parece porque alza el telón de todo. Hace un año dio un impulso al Madrid de Chus Mateo y ahora puede dárselo al Barça de Roger Grimau. Espera Murcia, que vuelve a organizar un gran evento ACB un cuarto de siglo después (All Star 1998), y su mejorado Palacio de Deportes. Una llamada para la ciudad y para el UCAM, que aspira (21:30) a su primera final ante el equipo de moda, el Unicaja de Ibon tiene un plan, al que más de uno da como favorito al título pese a tener a sus tres cincos lesionados o muy tocados (Diop ejerce de refuerzo temporal).

Los malagueños aspiran a completar su vitrina: Liga, Copa y Supercopa, algo de lo que solo presumen el Madrid, el Barça, el Joventut, el Baskonia y el Valencia. Los blancos, que vencieron en la primera edición en 1984, no repitieron hasta 2012 y desde entonces han elevado las conquistas a nueve, las cinco últimas seguidas (todas con Tavares, 10-0 en su balance de partidos) y las cuatro últimas frente al Barça. Esta vez el Clásico viene por adelantando, en semifinales, con los azulgranas respaldados en la encuesta de entrenadores y, a la vez, despertando dudas por lo visto en la Lliga Catalana y por la profundidad de sus reformas.

Roger Grimau sustituye al carismático Jasikevicus sin bagaje en la élite como entrenador y con el reto de romper la maldición de la Supercopa, que mantiene estancados a los culés con 6 trofeos desde 2015, cuando Xavi Pascual llevaba las riendas. Desde entonces han pasado Bartzokas, Sito Alonso, Pesic y Jasikevicius para aportar otras cinco finales y ningún título. Con Grimau han desembarcado cuatro fichajes (Brizuela, Joel Parra, Jabari Parker y Willy Hernangómez), aunque Juan Carlos Navarro sigue buscando un escolta (bueno, bonito y no muy caro). Kuric, Sergi Martínez (cedido), Tobey y Sanli se han marchado y Higgins y Mirotic han sido despedidos con contrato en vigor.

Willy, que dejó el Madrid por la NBA en 2016, regresa a Europa con 29 años por la puerta grande y un contrato de estrella (más de cuatro millones brutos de media por cada una de las tres temporadas). “Estoy mejor de lo que esperaba, noto la ilusión de los culés. El Madrid es un rival… me voy a dejar la piel”, asegura. Llama esta tarde (18:30) con fuerza a la puerta del reino de Tavares, la del coloso blanco que sigue sin renovar, pero que recupera a Campazzo como gran socio casi tres años después. La Supercopa, el único trofeo que no levantó en España Doncic, comienza fuerte, con un Clásico y otros dos serios aspirantes. Murcia, telón arriba.

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