El Unicaja quiere hacer historia

Unicaja empató la serie de semifinales y si gana los dos partidos en Málaga jugará la final por el título. Y lo hizo a lo grande. Saliendo como un huracán, sabiendo sufrir cuando tocó y logrando recuperarse para derrotar al Barça. El primero que lo consigue esta temporada en Liga Endesa. Papelón de Mirotic (una sola canasta en juego), noche nefasta de Abrines (menos 23 con él en pista) y la lista podría alargarse, por ejemplo, con Vesely. Como también la de los hombres destacados de Unicaja: entre Carter, Perry y Kravish domaron a los azulgranas. La serie está empatada, sí, pero la sensación es que Unicaja está más cerca de llevársela. Los de Ibón Navarro van a más; los de Jasikevicius, a menos.

Nunca ningún partido es como empieza, sino cómo acaba, pero el arranque de Unicaja fue demoledor. Por el parcial (1-14) pero sobre todo por las sensaciones. Todo lo que le faltó en el primer partido de la semifinal apareció en los primeros minutos del segundo. Perry anotó, los triples entraron y sacaron al Barça en ataque. Los azulgranas naufragaron en el tiro, fallaron los ocho primeros, fruto quizás de un nerviosismo exagerado. Eligieron malas opciones, pero es que la ejecución fue todavía peor. Hasta el minuto cinco, además, no llegó la primera buena defensa local.

El recital de Carter, en puntos y asistencias, contrastó con los minutos de Laprovittola. Falto de confianza, dobló excesivos balones cuando pudo perfectamente tirar. Muy poco también de Sato y Mirotic, una situación perfectamente leída por Jasikevicius. Fue la segunda unidad quien por fin metió al Barça en el partido. Entre Jokubaitis, Sanli y Tobey arreglaron el desaguisado y firmaron el 18-25 con el que acabó el primer cuarto.

A medida que el Barça se sacudió los nervios la ventaja de Unicaja se encogió. Porque los azulgranas anotaron más, pero sobre todo porque empezaron a defender como acostumbran. Y además apareció Kalinic. Surtido por la dupla Satoransky-Jokubaitis el serbio, jugando de cuatro, fue el hombre del cuarto. También sumó Kuric. Y el partido se fue prácticamente empatado al descanso (37-40).

El colapso de Unicaja llegó a mediados del tercer cuarto. Incapaz en ataque, encajó demasiado. Por fin funcionó el quinteto titular del Barça, con Kalinic en lugar de Abrines, bailando al son de Laprovittola. El argentino anotó ocho puntos consecutivos que permitió la primera ventaja azulgrana de todo el encuentro. Cinco arriba. Los robos constantes por parte del Barça minaron la moral y la ventaja malagueña, que había ido todo el partido por delante.

Pero al igual que el miércoles, Unicaja no se rindió. Siguió insistiendo en sus virtudes, dominó el rebote defensivo y Perry hizo de Carter. Forzó varias faltas a los azulgranas y dinamizó a su equipo. Todas las respuestas que les faltaron al inicio del tercer cuarto las encontraron ahora (57-63). Y las dudas volvieron al bando local.

La ventaja creció hasta los diez (64-74) con un Barça perezoso en el balance defensivo. Lo castigó bien Unicaja desde el exterior (Kalinoski y Brizuela) y lo ‘salvó’ Laprovittola. Los puntos del argentino mantuvieron vivo al Barça. Las sensaciones en los azulgranas, sin embargo, eran malas. Sólo había que verles las caras. Las decisiones arbitrales, rigurosas, no ayudaron a calmar el ambiente en el Palau. El 1 de 9 en tiros de campo de Mirotic tampoco. Y se fue cocinando el desastre (64-84). Los últimos tres minutos fueron un suplicio para el Barça. Condenados, abatidos, maquillaron ligeramente el marcador ante el festival de Carter y Kravish.