Una oportunidad histórica

Tanto el Barça como el Joventut sentirán hoy responsabilidad e ilusión, pero difícilmente estarán repartidas a partes iguales. La Penya poco tiene que perder, 14 años después de meterse por última vez en las semifinales. La victoria en el Palau ha inflado el pecho de los verdinegros, que han arrebato el factor cancha y solo tienen que ganar los dos partidos en el Olímpic para estar en la final. Un solo entre muchas comillas, pues saben perfectamente que no será precisamente fácil derrotar tres veces seguidas al que es el tercer mejor equipo de Europa. Los azulgranas, en cambio, viajan a Badalona con cierta sensación de derrota, con el peso de saberse favoritos y la responsabilidad de no defraudar a una afición que se llevó un duro golpe en la Final Four. No sería esta la primera vez que los de Saras se ven obligados a jugar una serie hasta el quinto partido y hasta la fecha, en el momento decisivo, siempre han sabido resolverla.

La eliminatoria está empatada en el marcador (1-1), pero también lo ha estado sobre el parqué. Y no precisamente porque hayan sido dos partidos ajustados, sino porque cada equipo ha dominado uno. En el primero, el Barça no dio opción a los de Carles Duran, que se vieron superados en todas las facetas del juego. En el segundo, en cambio, fueron ellos quienes se impusieron cómodamente al equipo azulgrana: con una excelente defensa que robó incontables balones, corriendo y haciendo mucho daño por dentro. Ni Davies ni ­Sanli consiguieron parar a un Tomic imperial que castigó a los culés cada vez que le llegó un balón en la pintura.

Poco va a cambiar la Penya hoy, que tratará de seguir el mismo plan de partido que en Barcelona. Intensos, rápidos y sin dejar pensar al Barça. Ahogaron a Calathes y eso siempre es una buena noticia. Sin embargo, hay un pequeño problema: Andrés Feliz es duda para el partido de esta noche. Probablemente jugará, pero hay que ver en qué condiciones está el tobillo que se torció en Barcelona. Podría perder protagonismo.

“Somos el Barça”. Con solo estas tres palabras que pronunció ayer Mirotic expresó perfectamente el sentir del equipo. ¿Han perdido el factor cancha? Sí. ¿Están en una situación delicada? También. Pero el hispano-montenegrino sabe perfectamente de lo que es capaz su equipo y no tiene duda de que estarán en la final. Tras un último partido más que discreto de los bases azulgranas, Calathes, Lapro y Jokubaitis deben volver a hacerse con la manija, a controlar el partido. Si se juega a lo que ellos quieren, tienen mucho ganado. Con Higgins disponible, ha entrenado con normalidad, Jasikevicius deberá descartar a dos jugadores. Muy importante será también el aspecto mental, pues sabe perfectamente que el Joventut es un equipo más fuerte en el Olímpic.