Un nuevo Real Madrid

El Real Madrid sigue preparando la próxima temporada y está inmerso en una etapa de cambios que todavía no ha acabado. La plantilla definitiva no está cerrada, pero sí que se van ultimando los flecos de un equipo que viene de ganar la Supercopa de España, la Copa del Rey y la Liga Endesa, además de quedar subcampeón de la Euroliga al caer ante el Panathinaikos en la final. A pesar de eso último, el balance ha sido más que positivo para los blancos, que han renovado a Chus Mateo y continúan un proyecto que seguirá siendo ganador. Uno de los mejores equipos de Europa que lo seguirá siendo a pesar de los cambios que está viviendo.

Las retiradas de dos históricos como Rudy Fernández y Sergio Rodríguez dan una nueva perspectiva y abren un nuevo ciclo para los blancos. Sergio Llull será el último reducto de la vieja guardia, mientras que Mario Hezonja y Dzanan Musa tendrán que dar un paso adelante ante las bajas exteriores en forma de retirada. El alero precisamente ha sido uno de los sainetes de este verano, con filtraciones que le colocaban fuera del Madrid y le situaban incluso en el Barça en una situación compleja que ha finalizado con su renovación. Un objetivo cumplido para el club, que tenía una de sus prioridades en el croata.

No acaba ahí la cosa: Facundo Campazzo, el fichaje diferencial para convertir a este equipo en lo que es, tendrá ayuda en esta ocasión y no tendrá que llevar el enorme peso que muchas veces la plantilla ha necesitado. La situación en los últimos tiempos, con gente como Adam Hanga o Alberto Abalde ocupando la posición de base, ponía en duda la profundidad en dicha posición. La salida de Carlos Alocén dejaba más huérfana la situación, pero todo se arregló posteriormente con un rumor que se convirtió en realidad: Andrés Feliz. El estupendo jugador dominicano será un relevo de garantías que permitirá al argentino contar con más tiempo de descanso y llegar fresco a la parte final del curso.

Y más: Xavier Rathan-Mayes es otro de los fichajes exteriores que aportará lanzamiento y creatividad y apoyará la rotación para dar tiempo de descanso a Llull y suplir el adiós del Chacho y Rudy. Y todo ello contando con una cosa más: Gabriel Deck ha estado lesionado en la recta final de las dos últimas temporadas, perdiéndose en ambos casos la Final Four. En la primera, el Real Madrid salió vencedor. Y en la segunda ha quedado subcampeón. Con la ayuda del argentino, clave en la plantilla blanca, el equipo siempre es mejor. Y si esquiva la mala suerte este curso, el vestuario entrenado por Chus Mateo se vuelve más temible todavía.

El factor Garuba, clave

Una de las cosas que quedan por resolverse, de las pocas, es qué pasará con Usman Garuba. Ahí encontramos un factor que puede ser diferencial en la rotación blanca: Vincent Poirier, clave en los últimos éxitos del Madrid, ha puesto rumbo al Efes y Edy Tavares cuenta con 32 años. El fichaje de Serge Ibaka (camino de los 35) da algo de aire, pero se necesita algo más de fuerza y músculo. Garuba aún no tiene decidido su futuro y podría seguir en la NBA, pero su presencia y juventud serían algo esencial para que el juego interior blanco no se resienta. A partir de ahí, veremos.

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