Supermario emerge en Girona

El Bàsquet Girona prometía hacer vibrar a su afición y cumplió. El Madrid tenía que ganar, como siempre, y ganó (88-94). No fue sencillo para ninguno en un buen espectáculo que se fue calentando, hasta que Musa mandó callar a la grada y luego se arrepintió. Pidió perdón a tiempo. A los de Aíto les sobró ilusión (siempre bienvenida), a los de Chus Mateo les faltó consistencia, pero con semejante arsenal ofensivo en la plantilla volvieron a batir al adversario con ráfagas demoledoras. La más contundente, antes del descanso, la descargó Supermario Hezonja. Con él su equipo firmó entonces un +22. El alero croata, uno de los cuatro fichajes merengues, emergió con su primera gran actuación: 23 puntos (5 de 7 de tres) en 24:39 más 7 rebotes y 2 recuperaciones para 26 de valoración. El Madrid hizo ¡18 triples con un 56% de acierto! Un muro que no pudieron saltar los de Marc Gasol pese a coger un rebote más, dar una asistencia más y forzar con su defensa de guerrilla 17 balones perdidos a los blancos. Marc, por cierto, fantástico: 21 tantos (10 de 12 desde la personal), 7 rebotes y 7 asistencias para 34 créditos. Al contrario que en la final de la Supercopa, al Real le señalizaron 22 faltas y recibió solo 14.

Un día feliz para Girona, para el baloncesto de una ciudad que vuelve a ser de élite, de ACB, 14 años después. Mucha expectación, emoción e ilusión, pleno de energía en la grada y en la pista, y eso se tradujo en una arrancada de tacos fantástica de los locales. A por todas frente a un Madrid timorato, que venía de Sevilla vía Madrid casi sin tiempo de subirse los calcetines. Marc Gasol comenzó tan enchufado como certero, como Kameron Taylor, un escolta ex del Maccabi que se fue a los 22 puntos (y 6 pases). Y luego Dusan Miletic, un 2,14 procedente del Partizán.

Buena defensa, incluso con anticipaciones de Marc sobre Tavares, y bastante celeridad en las transiciones. Los blancos no estaban en cuerpo y alma, mal atrás, lentos de reacción, sin la intensidad necesaria para combatir el ensueño del debutante. La diferencia crecía como la espuma, a toque de corneta, hasta el 17-5 y luego el 20-8 del minuto 8.

Chus Mateo vio que el quinteto titular no daba lo suficiente y lo cambió por completo, ahora con Llull al timón (7 asistencias), Hezonja en el alero y Cornelie y Poirier por dentro. Y funcionó, más vigor y más acierto, el de Supermario Hezonja, que salió como un ciclón, atento atrás, con mucha fuerza en cada rebote y a correr… y a tirar. Cambió el ritmo y la dinámica, imposible no hacerlo con su extraordinario acierto: 18 puntos hasta el descanso en 13:43 en pista (15 en el segundo cuarto) con 4 de 5 en triples, y 3 de 4 de dos, 6 rebotes y 2 robos. El Girona respondió con precipitación, que es jugar rápido, como hacía antes, pero mal, y el parcial merengue creció salvajemente: 9-31, de 12 abajo a 10 arriba (29-39), y aparecía el Chacho también tras volver a pista.

En la reanudación, a los locales les tocaba empezar de nuevo, aunque esta vez desde -9 (36-45). Les dio igual, lo volvieron a hacer, nueva salida en tromba, con Marc Gasol mandando y conectando con un Kameron Taylor muy acertado. Corrían de nuevo con criterio, lo hacía Miletic, qué velocidad para su tamaño, y Eric Vila, un alero natural de Girona de 2,09 y solo 24 años, que tiene talento y quiere repuntar tras su carrera universitaria en EE UU.

El marcador se estrujó hasta el 49-51. Tiempo muerto de urgencia de Chus Mateo. No era el día ni de Musa ni de Deck, así que poco después dejaron la cancha. Entraba Supermario, otra vez con fiereza, otro parcial: 8-20. La renta (57-71, minuto 31) parecía muy difícil de remontar, aunque no imposible. Lo intentó el Girona con ahínco, con las armas de antes, con las trampas defensivas (esta vez surgía el argentino Fjellerup), pero los triples no le acompañaron en ese tramo, al contrario que al Real, que abortó la reacción. Llegó a viajar a solo cuatro tantos (72-76) hasta que los visitantes encadenaron cuatro dianas: Musa, los Sergios y Yabusele. A la primera, Musa respondió mandando callar al público y recibió una técnica. De forma inmediata, pidió perdón a la grada juntando las palmas de las manos. El triunfo estaba a segundos de decantarse desde el 6,75. Ganó el Madrid, disfrutó Girona con los suyos. El primer pasito.

Aíto, el entrenador más veterano en la historia de la Liga

Aíto García Reneses ha vuelto a dirigir un partido de la Liga Endesa, cuando se cumple medio siglo de su estreno en los banquillos, y lo ha hecho seis temporadas después de dejar el Gran Canaria y tras una etapa de cuatro campañas en Alemania, con el Alba Berlín. El entrenador madrileño, con una larga carrera en el Barça, fue ayer uno de los protagonistas en el estreno liguero al frente del Bàsquet Girona, en un día grande para la ciudad, que también volvía a la ACB, en su caso 14 años más tarde. Aíto se ha convertido en el entrenador más veterano en la historia de la competición española al sentarse en el banco con 75 años, 9 meses y 8 días.

Hace más de diez años que tenía otro récord, el de más partidos dirigidos en la Liga (1.078), que son más de 2.000 con todos sus equipos en todos los torneos y todas la categorías, incluida la Selección, a la que condujo en Pekín 2008 a la plata olímpica, y su etapa en Berlín. Hasta ahora, el más veterano era el serbio Svetislav Pesic, que dirigió al Barça en la fase final de 2020 con 70 años, 10 meses y 2 días.

Aíto afronta este curso su campeonato liguero número 39 como entrenador con siete equipos diferentes (Cotonificio, Joventut, Barça, Unicaja, Cajasol, Gran Canaria y, ahora, Bàsquet Girona), aunque, además de jugador, también ha sido directivo. Así explica el técnico sus motivos para aceptar la propuesta del Girona: “Pensé que una de mis pasiones, sino la única, es entrenar y estar alrededor del baloncesto. Me hace ilusión dirigir al equipo y ver si somos capaces de jugar cada vez mejor y hacer progresar a los jugadores individual y colectivamente”.