Show de Poirier y Campazzo

El Bàsquet Girona aguantó en el duelo hasta el último cuarto, no fue un rival dócil; pero sucumbió (92-79) ante el espectáculo que desplegaron en el WiZink Center Facundo Campazzo y Vincent Poirier. El Madrid hizo un partido sólido sin pisar en exceso el acelerador y el base quebró al oponente con su talento, visión de juego, habilidad, velocidad y fuerza. Y lo hizo en solo 21:48 en pista con el último cuarto entero descansando en el banco (agrupó 17 puntos, 8 asistencias, 3 recuperaciones y 3 pérdidas para 27 de valoración). Salida muy potente del argentino que puso a su equipo en velocidad de crucero. Poirier le acompañó en el cinco inicial y se fue creciendo según transcurría el tiempo, de hecho, Chus Mateo lo vio tan cómodo que lo dejó algo más sobre la cancha, sin rebasar tampoco el umbral de los 30 minutos. En ese periodo, 19 tantos (con seis mates, también recibió los pases del Chacho) más 10 rebotes, 2 asistencias y 4 tapones para 37 de valoración. El pívot francés se alimenta de sus compañeros en ataque, por lo que sus números hablan bien del colectivo (120 a 68 en valoración), donde Deck y Abalde, por ejemplo, hicieron una labor sorda muy positiva.

El Girona parece haber mejorado algo su cara con Fotis Katsikaris ahora en el banquillo. Ganó la pasada jornada al Granada, en un duelo directo por escapar del descenso, un triunfo que puso fin a una racha de siete derrotas consecutivas, y le dio guerra al Madrid durante un trecho importante. Si el sábado había sido el Andorra, en la misma pelea por la supervivencia, el que ponía contra las cuerdas al Unicaja, el gran perseguidor del líder; este domingo era el Girona el que pretendía buscarle las cosquillas a un grande. No llegó a tanto, aunque lo logró en parte en el segundo cuarto, cuando el Real notó el descanso de Campazzo en la dirección, y también de Poirier, único pívot puro en este momento sin Tavares.

El primer acto fue una exhibición del Facu (9 puntos y 4 asistencias), que situó a los suyos diez arriba (28-18). El Girona no paraba de rotar (da la sensación de que el técnico griego quiere enchufar a toda la plantilla) y su tercer pívot de la mañana, Stefan Djordjevic (antes Sorolla y Goloman), comenzó un bonito pulso con Yabusele. El francés, de cinco por necesidad, iba muy bien al poste bajo y sacó dos 2+1 consecutivos, 8 tantos en menos de medio cuarto. A cambio, Djordjevic le replicaba en el otro aro (otros 8). Eric Vila, además, clavaba los triples abiertos y el Girona cargaba con eficacia el rebote ofensivo. Enfrente, ningún triple de los blancos en ese tramo, cuatro pérdidas, los problemas en los rechaces y la sensación de pérdida de fluidez. El club de Marc Gasol se llevó ese parcial por 6 y lo apretaba todo: 44-40 (el Facu había vuelto a pista con el 40-39).

En la reanudación, de nuevo el quinteto titular merengue, de nuevo el show de Campazzo, que conectó para dos mates de Poirier y a continuación para un triple de Abalde. Y sacaba faltas y rompía la defensa gerundense. Seis minutos muy buenos del Madrid, quizá los mejores, lo catapultaban: 66-53. El Girona demostró que seguía agarrado, un triple de Juani Marcos, ya recuperado, elevaba el 68-61 en el inicio del cuarto definitivo. Y hasta ahí.

Quedaba la traca final de Poirier (Campazzo no participó en los último 10:50). Tres nuevos mates del francés para ponerle la guinda a una magnífica actuación. Y quedaba que Hezonja encontrara las sensaciones positivas que le habían faltado previamente. A falta de solo dos minutos saltaron a cancha Ndiaye y Alocén. Desde fuera, parece poco tiempo para ambos. El Madrid gana y se acerca a la Copa.