Rebelión en la cancha

Tres meses y dos días después de que el Real Madrid cerrara la temporada con el título de Liga en el adiós de Chus Mateo y en el de La Fonteta, histórico pabellón del Valencia Basket, regresa a escena la ACB. Y lo hace hoy con fuerza, en Málaga, en el Martín Carpena, sede en esta edición de la Supercopa Endesa, torneo que se recuperó hace 21 años como un experimento, y al que algunos llamaron el de la galleta, y ahora tiene solera y es intocable en el calendario. La mejor manera, con un trofeo y los equipos más fuertes (y el reestreno como merengue de Sergio Scariolo 23 años después), de dar la bienvenida a un curso con algunas novedades importantes, como las retransmisiones televisivas, que han pasado de Movistar+ a DAZN, plataforma que ofrece las dos semifinales de hoy gratis (hay que registrarse).

Rebelión en la cancha porque el rey del palmarés con 10 triunfos, el Real Madrid, finalista de las siete últimas ediciones y campeón en seis de ellas, no llega como defensor del título, papel que le corresponde al anfitrión, el Unicaja. Y porque no estará el Barça (6 conquistas). Los azulgranas solo habían faltado a una edición desde 2006. Y tampoco participa el siguiente en el palmarés, el Baskonia (4).

El cartel de la revuelta lo exhiben los efervescentes Valencia y Unicaja, con una Supercopa cada uno (2017 y 2024, respectivamente). El club taronja vuelve a la Euroliga como finalista de la Liga Endesa, estrena megapabellón y ha dado otro giro de rosca en ambición con una plantilla más profunda y competitiva. Los que saben de esto dicen que más moldeable al estilo de Pedro Martínez. La cita llega pronto para todos, también para el Valencia, con cuatro lesionados de calado estructural (Montero, Badio, López-Arostegui y Sima), aunque en la pretemporada ha volado. La propuesta ofensiva y el ritmo no se negocia. “El equipo más coral de la preparación, vienen como cohetes”, afirma Ibon Navarro, su rival en la semifinal: Unicaja-Valencia (18:00, Dazn).

Los tres tenores y la Duartemanía

El proyecto del Unicaja, ese que han construido con mano de orfebre López Nieto, Juanma Rodríguez y el mencionado Navarro, que apila siete de los once títulos de la historia del club en dos años y medio, se ha restaurado para compensar bajas de peso (Carter, Taylor, Osetkowski…) y se agarra al motor del bloque y a la irrupción de la Duartemanía. Nunca ha ganado un título en casa, porque el duelo definitivo en cada uno de sus once trofeos lo jugó fuera. Nueva oportunidad en una Supercopa en la que solo el Madrid ha roto la maldición del anfitrión (una vez, en 2019).

Por un lado, la insurgencia, de la que también participa La Laguna Tenerife de Marcelinho Huertas y Shermadini (no hay edad para amotinarse), que busca su primer triunfo en esta cita del KO. Y por otro, el favorito, el nuevo Madrid de Scariolo y Sergio Rodríguez en los despachos, que abre fuego ante el equipo insular con Kramer, que ha cambiado el aurinegro por el blanco. Y con otros cinco fichajes: Maledon, Procida, Okeke, Lyles y Almansa. El técnico italiano entrenó ayer por primera vez con la plantilla al completo. La Supercopa no es el objetivo primario del Madrid, pero para “ganarlo todo” toca empezar por el torneo de la rebelión.

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