Maye lidera a un Covirán que se aleja de abajo

El Covirán Granada sabía que estaba ante otro partido crucial de cara a la salvación. Los nazaríes necesitaban seguir sumando victorias en casa para alejarse de abajo. Sin embargo, ante un Gran Canaria en la zona alta se antojaba complicado. Los canarios nunca estuvieron cómodos y mantienen su racha fuera de casa con dos derrotas seguidas, aunque continúa entre los ocho mejores de la Liga Endesa.

Y eso que fueron los canarios los que mejor empezaron. Un 0-5 de parcial nada más empezar. Fue un espejismo. Porque en un inicio lleno de errores, el Granada aprovechó las suyas para igualar el marcador y, apoyándose en el senegalés Petit Niang en la zona, alejarse en el marcador. Los visitantes no podían con el africano y, además, se mostraban muy fallones desde la línea de triple. Así, el primer cuarto se cerró con un 19-13 y la lesión de Damien Inglis por parte visitante. La falta de acierto desde fuera y el buen juego local provocó un parcial de 16-0 que fue demoledor para los grancanarios que llegaron al descanso con un 39-12.

El Granada tenía el partido muy encarrilado. Eso sí, el Gran Canaria mejoró en la segunda parte su acierto de cara al aro, aunque el conjunto de Pablo Pin seguía muy metido en el partido y no dejaba opciones a los visitantes. Sabían que este partido era vital de cara a la salvación. Con un constante intercambio de canastas se llegó al cuarto cuarto con 20 puntos de ventaja para los nazaríes (60-40). Un parcial de 1-8 al inicio del último cuarto daba esperanzas a los visitantes. Fue un espejismo. Porque el Granada volvió a irse en el marcador con un triple de Mayo con, de nuevo, 20 puntos de ventaja.

Lo peor del partido, con el duelo ya decidido en favor de los locales, fue la imagen de Jaka Lakovic, entrenador del Gran Canaria, que protagonizó la peor imagen del partido al ser descalificado tras señalarle el trío arbitral dos técnicas seguidas y abandonar la pista con airadas protestas a los colegiados.