Martín Caballero: “El salto a la ACB es muy grande”
El árbitro madrileño Martín Caballero habla con AS sobre los cambios en el reglamento que se han implantado esta temporada en la Liga Endesa.
La Liga Endesa es una de las competiciones más revolucionarias del mundo. Cada temporada da una vuelta de turca para alcanzar un baloncesto más fresco, más ágil, más veloz... en definitiva, más atractivo para el aficionado y que ha dado como resultado este año la limitación del uso del Instant Replay por parte de los árbitros y el saque rápido de balón desde la zona defensiva. Dos modificaciones del reglamento que se unen a la disminución de tiempos muertos (de 15 a 10) establecida el curso pasado y que consiguió que los partidos duraran 6:35 menos. “Al principio puede que vaya a costar adaptarse, pero dará más dinamismo al juego durante toda la temporada”, explica a AS Martín Caballero (Madrid, 1984), árbitro ACB, esas dos modificaciones en las reglas para esta campaña. “No creo que el saque rápido vaya a producir muchos conflictos. Confío en que seamos capaces de entender la picaresca y ponerla un límite, qué se puede y qué no se puede hacer”.
Licenciado en Ciencias Económicas, el madrileño empezó con el silbato a los 16 años, en el año 2000. Ocho después ya formaba parte de la Federación Española de Baloncesto y en 2014 debutó en Primera, donde suma 207 partidos y ya nueve temporadas. “Para ser árbitro lo que hay que tener es, sobre todo, ganas. Ganas de trabajar porque aunque solo se ve cuando llegamos a la ACB, pasamos por muchas categorías y la Liga Endesa solo es la culminación de muchos años de trabajo. Esto no viene de un día para otro”, dice Caballero, que asegura que el salto a lo más alto es “muy grande”. “Por el ritmo de juego, por la calidad de los jugadores y por algo que puede sonar tan ridículo como la envergadura de los mismos”, explica.
La limitación del uso del Instant Replay para valorar si una falta es antideportiva o no (ahora solo pueden acudir de motu proprio a la tecnología en los dos últimos minutos del partido y de la prórroga) pone coto a una de las principales críticas vertidas por los aficionados, que sufrían un alargamiento en la duración de los duelos porque los árbitros recurrían de manera casi habitual para confirmar o desechar su decisión. Una idea que Caballero descarta en cierto modo: “No era una obsesión, pero muchas de esas acciones son grises y ahí creo que sí íbamos bastante”.
Un revisionismo para no “quedarse con la duda” que sigue para él una vez concluidos los 40 minutos: “Me puedo ver dos o tres veces un partido que he dirigido antes de analizarlo para evaluarlo a nivel interno. Y si encuentro algún fallo busco, sobre todo, el motivo: una mala posición, una precipitación mía o una mala percepción por mi parte”, continúa el madrileño, que asegura que se trata con “el mismo respeto y cariño” a novatos que a veteranos” y que el respeto del jugador hacia el colectivo arbitral es motivo de orgullo: “La educación y el respeto mutuo que hay en este deporte creo que es uno de los valores a potenciar y a transmitir”. Palabra de árbitro.