BÀSQUET GIRONA

Marc Gasol no puede jugar en la ACB… todavía

Los estatutos de la liga prohíben que un presidente sea inscrito como jugador. Es un tema administrativo al que el Bàsquet Girona ya le busca solución.

EI Bàsquet Girona se ganó merecidamente en la pista su derecho a jugar en la ACB y esta misma semana la Asamblea General de la entidad aceptó a los gerundenses como socios. Todo en orden, todo correcto, para que Girona vuelva a tener un equipo en la máxima categoría del baloncesto nacional 14 años después del desaparecido Akasvayu. Excepto por un pequeño detalle. Marc Gasol todavía no puede jugar en la Liga.

El primer paso para lograrlo se dio hace algunas semanas, cuando el Barça renunció a los derechos que ostentaba sobre el jugador. Así pues el primer impedimento estaba superado, pero aún queda otro. Los estatutos de la ACB prohíben que el presidente de un club sea inscrito como jugador y esa es exactamente la circunstancia en la que se encuentra el pívot catalán. Concretamente es el artículo 25 del Reglamento de Competición: “Será incompatible la condición de administrador o directivo de un Club, con el ejercicio de cualquiera de las funciones previstas en este Reglamento que estén sujetas a inscripción en las competiciones organizadas por la ACB”. En otras palabras, no se puede estar inscrito como jugador o técnico y tener un cargo directivo.

Pese a que la norma sea clara al respecto, no habrá ningún problema para que Marc Gasol juegue en la ACB. Este es un punto que han dejado claro todas las partes afectadas, ya que es del interés tanto del club como de la liga que uno de los mejores jugadores de la historia de España esté sobre los parqués. Evidentemente han de encontrar una solución para solventar el problema y en eso trabaja el Bàsquet Girona. Todavía no se ha concretado cuál será la fórmula empleada para que Marc pueda jugar, pero se trata solo de un mero trámite administrativo que les toca cumplir. Una opción evidentemente es que renuncie a la presidencia del club, pero esa es una medida que aún no se ha tomado. En Girona son plenamente conscientes del ‘problema’ y ya trabajan en encontrar la mejor fórmula para solucionarlo.

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