Los chispazos de Garuba, la ‘timidez’ de Feliz… los fichajes del Madrid, a examen

Chus Mateo, entrenador del Real Madrid, lo advirtió cuando se le preguntó por el rendimiento de los nuevos tras el triunfo en las semifinales de la Supercopa Endesa frente al Barcelona: “Los cambios suponen una cuestión de tiempo, no hay una varita mágica cuando hay muchas novedades en el equipo. (…). Este año tardaremos más en encontrar nuestro mejor juego, pero paciencia”.

Y, visto lo visto, después de la derrota contra el Unicaja en la final del Murcia, que cortó en seis consecutivas la racha increíbles de victorias en este torneo del Madrid, tenía razón: los cuatro fichajes blancos tienen todavía mucho trabajo por delante para adaptarse a una plantilla que ha recibido una fuerte sacudida este verano en forma de cambios.

Las seis bajas, los retirados Rudy Fernández y Sergio Rodríguez, y las salidas a nuevos destinos de Vincent Poirier, Fabien Causeur, Carlos Alocén y la inesperada de Guerschon Yabusele; fue contestada con cuatro altas: las incorporaciones de Andrés Feliz (Joventut) y Xavier Rathan-Mayes (Enisey Krasnoyarsk), y las vueltas de Usman Garuba (Golden State Warriors) y Serge Ibaka (Bayern Múnich).

Cuatro fichajes que tuvieron un rendimiento discreto en la Supercopa Endesa, en la primera prueba de fuego real de una plantilla que llevaba junta tan solo 19 días desde que empezó a entrenar hasta su debut oficial este sábado contra el Barcelona en las semifinales de la Supercopa Endesa, y que suma tan solo cinco encuentros antes de comenzar la Liga Endesa este domingo 29 en Galicia ante el Leyma Coruña. A continuación, analizamos su rendimiento en el primer torneo de la temporada:

Usman Garuba

El internacional español (22 años y 2,03 m) regresó este verano al Madrid después de una experiencia de tres años en la NBA. Y su reestreno de blanco se dividió en dos. En el primero, en las semifinales contra el Barcelona, el pívot casi no pisó la cancha, solo cuatro segundos. “Estuvo apartado un tiempo por una lesión, se ha entrenado francamente bien esta semana, pero necesita ritmo. En la final seguramente jugará más. Tengo mucha confianza en él, va a ser importante”, argumentó Chus Mateo.

El entrenador blanco cumplió el domingo, en la final contra el Unicaja, con Garuba de titular. Ahí estuvo la segunda parte. Su primera aparición, en la posición de cuatro ante la baja por fiebre de Mario Hezonja y la suplencia del joven canterano Eli John Ndiaye, no fue muy positiva. No anotó y se sentó en el banquillo tras 3:34 y con un -13 con él en pista.

Una decepcionante puesta en escena que remedió en su segunda aparición tras el descanso. Ahí, Garuba sacó a relucir todo lo que es: intimidador bajo su propio aro, una defensor capaz de adaptarse a cualquier par y un anotador resolutivo bajo el tablero. Tuvo muchos y buenos chispazos con dos tapones, por ejemplo, y ayudó en el intento de remontada (inconclusa) de los blancos.

Serge Ibaka

El hispano-congoleño (35 años y 2,07 m) fue de más a menos en la Supercopa. En su redebut oficial con el Madrid (jugó seis partidos en ACB durante el lockout de la NBA 2011), frente al Barcelona, el pívot fue un muro. Bien en el reemplazo de Tavares, al que le dio mucho oxígeno con la difícil papeleta de hacer olvidar a Vincent Poirier, se convirtió en Iblocka con cuatro tapones y mucha intimidación debajo del aro. Tuvo sus momentos en ataque y pareció el fichaje más adaptado de los cuatro.

Hasta que llegó la final. Contra el Unicaja, Ibaka no se encontró en los 12 minutos que estuvo en cancha. Se mostró flojo en defensa frente a Sima y Kravish, sin capacidad de freno; y en ataque tampoco deslumbró: solo 3 puntos con algunos fallos bastante cantados, con lanzamientos que no tocaron ni el aro. En definitiva, del cielo a posar los dos pies en la tierra.

Andrés Feliz

Si por algo destacó el base (27 años y 1,88 m) durante su etapa en el Joventut, y lo que le ha permitido ascender desde la Segunda FEB (antes LEB Plata) a la élite, es por su descaró. Su desparpajo. Su falta de miedo para enfrentarse a sus rivales. Y nada de eso vio durante la Supercopa.

Reemplazo de Facundo Campazzo, el dominicano estuvo bastante tímido ante el Barcelona. También contra el Unicaja, aunque se quitó un poco las telarañas en la segunda parte de la final en la que anotó 6 de sus 10 puntos en la Supercopa. En ese momento corrió, se deslizó sobre la pista, y encaró.

Una falta de valentía entendible. Llega a un conjunto nuevo, superior a la Penya, en el que no debe ser la principal (ni la segunda ni tercera) referencia ofensiva y en el que debe adaptarse a ritmos y, sobre todo, a lo que le pide Chus Mateo, que debe de estar contento con lo que dejó ver en defensa: al igual que Campazzo es un perro de presa muy incómodo para los rivales. Algo a tener muy en cuenta y que puede elevar al Madrid con el paso de los partidos y de su adaptación al entorno.

Xavier Rathan-Mayes

El canadiense (30 años y 1,91 m) es el fichaje incógnita del Madrid… y Chus Mateo le colocó en el quinteto titular en los dos partidos de la Supercopa. Casi nada. Y dejó muchas cosas para comentar. La primera, que está aquí para dar todo por el equipo, por el colectivo. Sabe que no va a ser el gran anotador que viene de Rusia, que tendrá sus oportunidades, pero que su labor será otra.

Segundo, que al margen de que tendrá que adaptarse al ritmo ofensivo de sus compañeros, tiene habilidad a campo abierto y no se esconde cuando hay que tirar. Sus lanzamientos desde la personal (1 de 5 contra el Barça) ya son otra cosa. Alcanzó los 6 tantos en las semifinales y los 2 en la final.

Y tercero, que Mateo va a exprimirlo defensivamente. Frente a los azulgranas, hizo un buen trabajo sobre Kevin Punter. Contra el Unicaja, lo intentó con Tyler Kalinoski y fue bien, pero… tampoco fue una maravilla. Tiene mucho margen de mejora dentro del equipo.

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