Laprovittola rescata al Barça

Dicen que las victorias tienen cien padres y que las derrotas son huérfanas, pero en el partido entre Zunder Palencia y Barça pasó exactamente lo contrario. La victoria, con prórroga incluida, se le puede atribuir a Nicolás Laprovittola. No en exclusiva, evidentemente, pero el argentino fue el absoluto líder de los azulgranas. El mejor en ataque, el mejor en los momentos decisivos, el mejor del partido. Forzó la prórroga con una de esas jugadas que pocas veces salen (tirando a fallar un segundo tiro libre con cuatro segundos en el electrónico) y luego no le tembló la mano en los dos tiros libres definitivos. Pero la derrota no fue tampoco huérfana. Fue el triunfo, ni que sea inmaterial, de una afición que llenó el pabellón para ver a su equipo por primera vez en Liga Endesa. El de unos jugadores, como Haarms, Benite, Brown o Franke que soñaron y pelearon por una victoria que no llegó pero que llegará más pronto que tarde. El de un Zunder Palencia que a los de Grimau al límite.

El Barça disputó una primera parte irregular. Suficiente para superar al descanso al Zunder Palencia, pero no para sellar una ventaja sólida. Y esa irregularidad de los azulgranas tuvo un nombre y apellido: Nicolás Laprovittola. El argentino arrancó el partido como un tiro, con tres triples, y siendo claramente superior a sus defensores. Tanto en el mano a mano, en el bloqueo directo o encontrando a Willy por dentro. el 9-17 con el que arrancó el partido fue la mejor muestra.

Pero con Lapro en el banquillo Zunder Palencia respiró. Tiró y falló mucho de tres, pero supo cerrar el rebote defensivo. Algo fundamental para poder acercarse al Barça. Los puntos de Franke también sumaron. El empuje del público llevó a los suyos a cometer demasiadas faltas, pero también a defender más duro. Dos caras de la misma moneda.

Tras el empate a 21 el Barça se rehizo, otra vez, con Laprovittola en pista. Brizuela lo intentó sin suerte y Willy sufrió mucho más en ataque. Exactamente lo mismo que Nnaji. El pívot es muy físico, poderoso en el salto y el rebote, pero le faltan puntos en sus manos. Los azulgranas dieron un paso adelante en defensa y pudieron marcharse otra vez en el electrónico, pero la defensa interior del Zunder Palencia minimizó la desventaja (25-34).

Retumbó un ‘sí se puede’ en el pabellón durante el tiempo muerto que pidió Grimau a los cinco minutos del tercer cuarto. Un tiempo muerto que pudo pedir antes, pues hasta algunos jugadores del Barça miraron a su técnico en la anterior canasta ante el desbarajuste generalizado de los azulgrana. Incapaces de frenar a Brown y Benite dilapidaron toda la ventaja. A 15 del final (42-41) los locales se pusieron por delante por primera vez porque el Barça defendió mal, no cogió ni un rebote en ataque y falló los tiros. Incluso hubo un punto de pasividad. Y así, por muy Barça que seas, se pierde en cualquier cancha.

Corrigió los problemas el Barça, al menos en parte, antes del último cuarto. Siguieron fallando demasiados tiros libres, pero Parker sumó para su equipo. No así Zunder Palencia, al que se le notó un punto precipitado. Hasta que regresaron Benite y Brown. A partir de ahí los locales volvieron a llevar la iniciativa en el juego y en el marcador (60-55) ante la incapacidad del Barça de anotar en estático y de parar el dos contra dos de Haarms. No siempre se puede vivir de Laprovittola. O sí.

El final del partido del Barça fue esperpéntico. Noqueados, sin ideas y sin acierto. Brizuela lo intentó con más voluntad que tino y sin capacidad de rebote entraron por detrás a los últimos dos minutos (67-60), que duraron una eternidad. Llegó el Barça a una situación límite, tres abajo y dos tiros de Lapro con 4 segundos en el crono y el argentino obró el milagro. El primer tiro dentro, el segundo a fallar y canasta de dos sobre la bocina. Y a la prórroga.

El tiempo extra fue una bendita locura, de esas que aficionan a uno al baloncesto. Arrancó metiendo Willy, hasta que le eclipsó el duelo entre Franke y Satoransky. El primero metió dos triples inverosímiles, muy complicados, bien defendidos. El segundo respondió igual, con dos tiros de tres liberados que mantuvieron al Barça por delante (81-82). Y en el intercambio de tiros libres, entre Franke y Laprovittola, ninguno falló. Ganó el Barça.