La misión del Real Madrid: recuperar a Tavares

El Real Madrid ha entrado en un valle sin tiempo para respirar: este miércoles llega el Básquet Girona de Marc Gasol (20:00 horas, M+D2) en una nueva jornada de la Liga Endesa. Enlaza tres derrotas entre la Euroliga (Maccabi en Tel Aviv) y la ACB: Río Breogán en Lugo y Barcelona en la Ciudad Condal. Un balance de 1-3 desde que Vincent Poirier fuera intervenido de urgencia por una apendicitis aguda el pasado 6 de abril, horas antes del triunfo contra el Bayern Múnich alemán en el WiZink Center. Una ausencia que ha dejado muy tocado el músculo interior blanco y su dominio del rebote.

Ante muniqueses y gallegos las diferencias fueron mínimas: 33 capturas a favor por 34 en contra y 28 por 29, respectivamente. Frente a israelíes y catalanes, equipos de playoff en la Euroliga, la batalla estuvo mucho más descompensada con un -12 (37-49) en el Menora Mivtachim Arena y un -17 (25-42) en el Palau Blaugrana, donde tampoco estuvo Gaby Deck por una sobrecarga en el glúteo. En estos dos últimos duelos, Tavares no acabó por cinco faltas.

“Los rebotes ofensivos fueron lo que nos lastró”, aseguró Chus Mateo tras la derrota en el Clásico. El entrenador blanco puso el acento en las ausencias de Poirier y Deck (“nos está costando un poquito”), pero también en el estado físico de Tavares: “No tenemos la misma energía que al principio. Edy tiene que recuperarse bien, está jugando mucho”.

El pívot africano (31 años y 2,20 m) es el líder en minutos totales de la plantilla en la Euroliga con 817:22. Georgios Papagiannis (Panathinaikos) es el siguiente cinco en Europa de su tamaño en tiempo en cancha con 783:06. Y es el segundo en la Liga Endesa con 494:54 solo por detrás de Dzanan Musa (553:59) para un total de 1.312:20 en 58 partidos. Únicamente ha faltado a cinco encuentros. En cuanto a medias, solo le supera Gabriel Deck en la máxima competición continental con 25:24 por sus 24:02, y Guerschon Yabusele en España (23:44 por 20:37).

A esta cantidad ingente de minutos se suma el cansancio acumulado por los viajes habituales para jugar en España y en Europa, y a los que este año hay que añadir los 8.000 empleados en febrero para clasificar a Cabo Verde para el Mundial. Y también a la urgente necesidad para Mateo de emplearlo sin Poirier y por un estilo juego que tiene como primer mandamiento tocar una pintura donde Tavares es una bestia única y dominadora en el baloncesto del Viejo Continente. Los problemas físicos tampoco le han detenido: el 3 de marzo, en el Astrobelle de Lyon frente al Asvel, sufrió un esguince de tobillo del que se recuperó cuatro días después, el 7 ya estaba jugando ante el Cazoo Baskonia. Una temporada extenuante de la que necesita cierto respiro... aunque no hay tiempo con el comienzo de los cuartos de la Euroliga el próximo 25 de mayo contra el Partizán Belgrado.