La Copa decidirá el futuro de Joan Peñarroya en el Barça

Joan Peñarroya seguirá, por ahora, en el banquillo del Barcelona. Es noticia, porque después del desastre en Girona, una derrota estrepitosa que complica mucho el billete para la Copa, parecía que las horas del técnico estaban contadas en el club azulgrana. Pero de momento no habrá cambio y la Copa, precisamente, aparece como línea roja según los compañeros de Què T’hi Jugues, de la Ser. Es decir, Peñarroya se juega el puesto en las dos jornadas de ACB que quedan para cerrar la primera vuelta, en las que se decidirán los ocho participantes en la Copa. Si el Barça se mete, y no lo tiene fácil, Peñarroya seguirá. Si el Barça no acaba entre los ocho primeros y se queda sin Copa por primera vez en la era ACB, será despedido.

Así que Peñarroya, y ayer cuando acabó el partido de Girona no se podía considerar esto como una certeza, se sentará en el banquillo mañana, en el partido de Euroliga, complicadísimo, en pista del Mónaco. Lo siguiente será visitar al Gran Canaria con esa última vida para la Copa en juego. Después de otra semana doble muy dura en Euroliga (Panathinaikos y Efes), el Bilbao Basket visitará el Palau en el partido que cerrará la primera vuelta y puede decidir el futuro del entrenador de Tarrasa.

El Barça está cayendo en picado. En Liga empezó 3-0 pero está ya 7-8. Era impensable ver al equipo azulgrana en negativo después de quince jornadas en la competición doméstica. En tres días, se ha complicado muchísimo la vida con dos derrotas in extremis en dos derbis, contra Joventut y Girona. En el primero, ganaba por 4 en el último minuto del tiempo reglamentario y después, en la prórroga, falló dos tiros libres con +1, antes del último ataque de la Penya. Contra el Girona, colista, ganaba por 10 (después de reponerse tras una tétrica primera parte) a poco más de tres minutos para el final. Pero perdió. Malos ataques, una defensa inexistente, jugadores lejísimos de un nivel competitivo presentable… todas las derrotas siguen el mismo guion, sin referente en los finales igualados tras la lesión de Nico Laprovittola.

Después de una derrota bochornosa, y que puede acabar siendo muy costosa, Peñarroya reconoció que su situación empezó a ser delicada, aunque confió en que seguía teniendo el apoyo del club. Por ahora es así, pero ahora vienen dos salidas difíciles, Mónaco y Gran Canaria, en lo que ya va a ser un examen permanente para el técnico, partido a partido. El balance es, ahora mismo, 17-18 en partidos oficiales de la temporada (Supercopa, Liga, Euroliga). Un absoluto desastre que puede quedar rematado con una ausencia de la Copa que, si se acaba materializando, marcaría uno de los puntos más bajos en la historia moderna de la sección. Y el fin de una era Peñarroya que habría sido, en ese caso, brevísima.

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