Gonzalo Corbalán, la nueva generación

La historia del San Pablo Burgos es corta, pero intensa. Surgido de las cenizas del Tizona, el club de los tres no ascensos por el canon, dio el salto a la Liga Endesa en 2017 para convertirse, en un pestañeo, en uno de los nobles de la élite.

En cinco temporadas en la ACB, los castellanos disputaron dos playoff por el título y una Copa del Rey. Y triunfaron más allá de las fronteras españolas con dos Champions FIBA y una Intercontinental. No había límites para un club con una masa social fiel, que revienta los casi 10.000 asientos del Coliseum en cada partido.

Pero un resbalón, un mal curso, provocó el desastre. Solo 10 victorias en la temporada 2021-22 dieron con sus huesos en el infierno de la Primera FEB. Un desastre con una pequeña luz alumbrando el camino, la de Gonzalo Corbalán.

El argentino (23 años y 1,93 m) debutó el 21 de noviembre de 2021 en la derrota en casa frente al Barcelona. Fueron solo 22 segundos en pista, pero la semilla ya se había plantado y el escolta se convirtió rápidamente en el preferido de la afición durante la pesadilla de Segunda.

“Fue un camino bastante duro. Por cómo perdimos, por cómo se dieron diferentes situaciones, por cómo estaba el club. Pero seguimos picando en la roca y ya se rompió”, dice a AS Corbalán, que nació en Resistencia (Chaco) y aterrizó en el Recoletas Salud San Pablo Burgos en el verano de 2021 tras su paso por la educación secundaria estadounidense.

Al escolta le costó adaptarse a la LEB. Lo usaban de base cuando él era un alma descontrolada, una dos con unas condiciones físicas envidiables para la penetración y unos muelles por piernas para realizar mates de concurso. Mano desde el triple. Recursos técnicos a los que se unía ese carácter argentino para liderar y levantar al público.

El Burgos falló en el primer intento de ascenso y en el segundo, pero en el tercero dio con la clave con una plantilla robusta. Inflexible en defensa y poderosa en ataque que hizo la mejor temporada de siempre en la categoría con 32 victorias en 34 partidos. De regalo, la Copa España con Corbalán de MVP. El sudamericano explotó durante la campaña con 13,3 puntos (40,9% de tres) y 3,8 rebotes para 17 de valoración.

“La Primera FEB fueron mis pasos como profesional, para adaptarme a una vida profesional. También me ayudó el juego físico que había. Me dio mucha experiencia para poder afrontar esta primera temporada en la Liga Endesa”, continúa Corbalán, que ya se desató en la segunda jornada contra el Surne Bilbao Basket con 20 tantos y 24 de valoración. En el estreno de la ACB, llegó a los 13 ante el Bàsquet Girona. Y todavía sin enlazar varios de sus enormes y potentes mates: “Ojalá se me dé en algunos partidos hacer unas buenas volcadas”, señala con una sonrisa.

Los pasos hacia delante de Corbalán no solo se han dado en España. El escolta impactó durante la Americup del pasado verano con 14,3 puntos, 6,8 rebotes y 4,3 asistencias para 16 de valoración de media con Argentina, que se colgó la medalla de plata tras eliminar a Canadá en semifinales y caer en la final frente a Brasil.

“Fue una experiencia muy buena para el cuerpo técnico y para los jugadores haber llegado a esa final. Obviamente, pasó lo que pasó, pero el torneo fue muy bueno y creo que varios jóvenes de la selección dimos un paso adelante y de eso tenemos que estar muy orgullosos”, asegura.

Este domingo, Corbalán continúa su historia en la Liga Endesa. Y lo hace contra un rival en mayúsculas como el Real Madrid (12:30, DAZN), y contra una de las grandes figuras del baloncesto albicelestes: Facundo Campazzo. “Es un crack. Nos cuidó a todos los chicos jóvenes que estuvimos con la selección. Agradecerle porque no todos los jugadores te acogen así cuando ven a chicos jóvenes llegando a un equipo profesional, sobre todo, después de lo que jugaron y que ganaron”.

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