Emboscada al campeón

La Supercopa es el cuarto torneo en trascendencia de la temporada después de la Euroliga, la Liga y la Copa. Eso es lo objetivo, el resto, cuestión de gustos. Pero empezar el curso con una cara a cara directo entre cuatro equipos con potencial para ganar la Euroliga y la Champions FIBA, dos en cada competición y enfrentados por eliminatorias (Madrid-Barça, 18:30, M Plus+; UCAM-Unicaja, 21.30, #Vamos), es un lujo casi exclusivo de la ACB.

Siempre hay margen para la sorpresa en esta cita, pese a que los últimos precedentes parezcan discutirlo: seis éxitos seguidos del Madrid (12-0 en partidos desde el fichaje de Tavares), que aspira a abrir aún más brecha en el palmarés (diez conquistas por seis el Barcelona). La última campanada la dio el Valencia en 2017 y la anterior, el Gran Canaria en 2016. Así que el Barça no levanta el trofeo desde 2015, nueve años en los que ha caído en cinco finales, cuatro de ellas frente a la escuadra blanca. El Unicaja (tres segundos puestos) y el UCAM Murcia, que repite como hace un año en la organización, nunca lo han ganado.

Este año, en principio, se presenta una edición quizá más abierta, aunque sin perder las jerarquías. Se puede hablar de una emboscada al campeón, a un Madrid que posee, según las quinielas, el doble de opciones de triunfo final que el Barcelona. Y los azulgranas, el doble que el Unicaja, y los malagueños casi duplican al UCAM. Y a la vez y sin anular lo anterior, el Unicaja es ligeramente más favorito en su semifinal que los blancos.

Cambios en Madrid y Barça

Los cambios, en contra de la costumbre, los ponen los grandes (cinco fichajes culés y el entrenador, Joan Peñarroya, y cuatro merengues) frente a la estabilidad en el bloque de los aspirantes a matagigantes (tres altas verdes, los tres, pívots, y dos de los que visten de rojo). El Unicaja, que vive una nueva edad de oro, acaba de aterrizar con siete interiores (Balcerowski, Killian Tillie y Tyson Pérez son las novedades) y la Intercontinental bajo el brazo después de un curso en el que dominó la fase regular ACB y celebró la Champions FIBA. Al UCAM aún le brillan los ojos por el subcampeonato liguero. Un exitazo tras el cual solo ha perdido a Dustin Sleva, sustituido por Brodziansky. Alcanzar otra final sería alargar la ensoñación con una base sólida. “Los rivales han subido el nivel y hay que hacer cosas diferentes sin dejar de pensar que no somos inferiores a nadie”, asegura Sito Alonso.

El Madrid supercampeón tiene a Campazzo y Tavares de pilares, a Musa (MVP de la final liguera) y a Hezonja con más galones y responsabilidad tras renovar por cinco años después de un serio coqueteo con el Barça. Y tiene una segunda unidad nueva con Andrés Feliz, Rathan-Mayes, Garuba e Ibaka. Usman hará de cuatro sin Yabusele y sin un sustituto del francés, igual que Supermario. El internacional español se ha recuperado a tiempo de una lesión en la pierna izquierda, en la tibia, que arrastraba desde los Juegos y Chus Mateo cuenta con la plantilla al completo, 13 jugadores que no le parecen suficientes para afrontar 90 partidos: “El club me consta que está en ello”. Después de escucharle se intuye que habrá un último fichaje antes o después.

En el Barça, Juan Núñez (de canterano blanco a gran proyecto azulgrana), Kevin Punter, Justin Anderson, Chimezie Metu y Youssoupha Fall (recuperado de un esguince) son los refuerzos. Talento y físico para ascender un peldaño en el Clásico, el que pretende subir Jabari Parker. Mientras, Punter y Llull volverán a cruzarse. El capitán madridista encara su 19ª temporada, más que nadie en la historia del club, y puede agrandar sus récords en la Supercopa. Más puntos (265), partidos (25), MVPs (tres, igualado con Campazzo y Navarro) y títulos (nueve, como Rudy). Un torneo que luce bien.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.