El Valencia resucita y asalta el Palau

Con 58-44 en el marcador, a mediados del tercer cuarto, el Valencia estaba a un paso de descolgarse del partido. Jugaba el Barça a placer, divirtiéndose, mientras que los de Mumbrú no daban con la tecla ni en ataque ni en defensa. Una situación límite, un punto clave del partido, del que Valencia salió airoso. No solo eso, sino que ganó el partido. Los aficionados del Palau presenciaron una resurrección en toda regla, un parcial de 0-19, la absoluta metamorfosis de un equipo en cinco minutos. Pasaron de no meter ni un triple a encestar tres seguidos. De encajar en cada posesión a realizar una defensa excelente. Un ejercicio de fe que les valió para llevarse un merecido triunfo en la cancha de un Barça que arrancó bien (76-79), pero que se desinfló en el tercer cuarto.

Podemos tirar de tópico y decir que en el inicio del Barça-Valencia se impusieron las defensas a los ataques y no estaríamos explicando ninguna mentira. Pero la realidad es que el arranque del partido dejó muchos más matices que explican porqué ambos equipos llegaron empatados a 19 puntos al primer parón. El Barça siguió con el buen tono defensivo de toda la semana, pero sobre todo supo parar al Valencia en estático. Bajo la batuta de Chris Jones los de Mumbrú fueron mucho más peligrosos cuando pudieron correr que en el cinco contra cinco. Todo lo contrario del Barça, que castigó una y otra vez a los valencianistas por dentro. Primero Vesely, luego Willy, atacaron la parcela más débil de los visitantes. Los puntos de Ojeleye, sin embargo, igualaron la contienda.

Con el paso de los minutos los azulgranas empezaron a sentirse más cómodos. No abrieron un hueco excesivo (29-23) pero sí que exigieron más a su rival. El Valencia, en menos de dos minutos, ya había hecho cuatro faltas. Brizuela dejó muestras de que su inspiración no se quedó en Belgrado, Jabari empezó a sumar y, sobre todo, complicaron mucho los ataques al Valencia. En un partido físico y duro pero limpio, los porcentajes de Valencia fueron paupérrimos en el tiro exterior. Eso sí, no fallaron ni un tiro libre (tiraron 16 antes del descanso). El salvavidas al que se agarraron para seguir dentro del choque (40-31).

El arranque tras los vestuarios del Barça fue muy bueno, disparando la distancia hasta los 12 puntos, con una consigna clara: no dejar correr al Valencia. Los azulgranas cortaron cualquier conato de contraataque utilizando bien las faltas para desesperación de Mumbrú. Tuvo que parar el partido dos veces en cinco minutos reclamando más intensidad a los suyos. Porque no sólo tuvieron problemas para anotar, como durante todo el partido, sino que prácticamente no defendieron. Los azulgranas metieron mucho y muy fácil en el tercer cuarto con Willy jugando a placer (58-44).

Quizás fue la diferencia amplia en el electrónico o las rotaciones del Barça, pero la realidad es que un Valencia a un paso de ser desahuciado renació en cinco minutos. Un parcial de 0-19 para ponerse por delante en el partido, en unos minutos tan inesperados como dinámicos. Todo lo empezó Jovic, con una clarividencia que ningún jugador del Valencia había tenido hasta el momento, y le siguieron sus compañeros. Canasta a canasta se comieron a un Barça que se derrumbó sobre el parqué del Palau. Mucho mérito de Valencia, que ahora sí anotó de tres, pero también demasiada pasividad de los locales (58-63).

La metamorfosis del Valencia fue absoluta. Tirando de tres, moviendo rápido el balón y encontrando todas las soluciones en ataque que no habían visto durante los primeros 25 minutos de partido. Lógicamente el Barça acabó cortando el parcial de Valencia y llegó a igualar el marcador a cinco del final, pero las sensaciones ya eran muy distintas. El dominio del rebote visitante ahora ya se tradujo en puntos. Y eso fue un problema para los azulgranas. Ojeley, a tres del final, puso la máxima del partido para los visitantes (72-77).

Y el Barça no fue capaz de remontarla. Por muy poco, porque Laprovittola tuvo un triple liberado, completamente solo, para empatar el partido. La expectativa se alargó hasta el final, pues el bocinazo sonó con el balón en el aire. Rebotó dos veces en el aro, saliendo cara para el Valencia y cruz para el Barça.

Grimau: “Tuvimos dos momentos malos y no acertamos, empezando por mí”

“Es un error de todos empezando por mi no haber sabido parar este parcial especialmente al final del tercer cuarto y dejar meter al Valencia en el partido cuando habíamos hecho las cosas bastante bien, pero en el momento de romper el partido no lo hemos hecho. Hoy hemos empezado realmente bien, pero jugando bien partes del partido no alcanza cuando te mides a buenos equipos. Tenemos que aprender a parar más el partido con faltas y tiempos muertos. Nos han corrido demasiado. Hemos tenido dos momentos muy malos que nos han costado el partido. No es que haya sido un desastre en general durante los cuarenta minutos, pero hemos tenido dos momentos muy malos y no hemos acertado, empezando por mí. Juegas contra un rival que podríamos haber alejado en caso de ganar y no lo hemos hecho, pero pensamos en el siguiente partido y en seguir con la línea que llevamos, que es muy buena. Hoy no ha sido un partido bueno, porque no lo hemos sabido rematar cuando lo teníamos en la mano”.