REAL MADRID

El secreto del ‘siuuu’ del Madrid: el culpable, Llull

Los jugadores blancos hacen la clásica celebración de Cristiano cuando saltan a calentar. “Es el madridismo”, asegura Fabien Causeur.

El Real Madrid está de dulce. Quizá en su mejor momento en años con el liderato de la Euroliga y de la Liga Endesa bien amarrados: 15-1 en Europa (cuatro partidos por encima del Barça) y 14-1 en España con dos victorias de diferencia sobre el Unicaja, cuatro sobre el Valencia y cinco ya (un mundo) sobre el Barcelona. Un caminar que no son solo está en los resultados, sino también en la imagen, el juego, el colectivo. Ahí, en todo eso, el conjunto de Chus Mateo se muestra como un rodilla.

A la confianza del equipo ahora mismo le doy un nueve y medio, sin duda. (…) El halago debilita y no queremos escuchar nada, cuando hacemos cosas mal nos las decimos a la cara y tratamos de mejorarlas sabiendo que esto ya es pasado”, asegura el entrenador madrileño, que ha cogido el pulso a un grupo que se divierte dentro de la cancha… pero también fuera como muestran sus mensajes cruzados en redes sociales, sus sonrisas en el banquillo y su ritual al salir a la cancha para calentar antes de los partidos.

Desde hace un tiempo, los madridistas se concentran en el centro de la pista y hacen la celebración de Cristiano Ronaldo cuando hace un gol. El mítico ‘siuu’ del portugués ha aterrizado en las canchas de baloncesto. El culpable, Sergio Llull. El balear, alma y corazón de la sección.

“Lleva haciéndolo desde el año pasado, él solo. Le dejábamos solo. Y, en un momento, pensamos (en acompañarlo), agradeciendo el momento que está teniendo él, que está espectacular”, confesó Fabien Causeur a los micrófonos de Movistar+ tras la victoria contra el Dreamland Gran Canaria.

Es el madridismo. Cristiano Ronaldo, el siuuu, para nosotros siempre ha sido importante y no es ninguna falta de respeto al equipo contrario. Somo nosotros disfrutando juntos”, continuó el francés, que a pesar de estar lejos del protagonismo que tenía en el pasado (16 minutos en la Euroliga; 15 en ACB) mantiene la tensión competitiva siempre: lo demostró con su defensa sobre Nunn en el asalto al OAKA del Panathinaikos y el pasado domingo con 13 puntos (3 de 4 en triples) contra el Gran Canaria. Siempre dispuesto a ayudar, a sacrificarse. Y como él, el resto. Y, claro, el límite es el cielo.

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