El Real Madrid y la historia de una racha increíble

Manresa, por más que se vuelque la afición con los suyos, es un pabellón talismán para el Madrid. No ha dejado de serlo en los últimos 25 años con una racha abierta que parece no encontrar fin: un 0-23 alucinante. El Real no pierde en el Nou Congost, en la capital del Bages, desde el 24 de mayo de 1998, cuando el entonces TDK se imponía por 95-82 para colocar el 1-3 en el playoff y avanzar a la final, donde también abatió al Tau. El equipo manresano llegó a las eliminatorias con un presupuesto muy modesto y como sexto clasificado y se cargó en cuatro partidos al Estudiantes, al Madrid y al Baskonia. El título de Liga más heroico de la historia del baloncesto español, que en junio cumplió 25 años. “Algo irrepetible”, nos cuenta Luis Casimiro, uno de los artífices de aquella gesta, en aquel 1998 con solo 37 años, pero ya entrenador, como ahora, formándose más y muy al día de la Liga a la espera de que la rueda de los banquillos le depare nuevo destino.

“La clave está en el ritmo”

“Viéndolo en perspectiva, esa racha de 0-23 sorprende mucho, porque el Nou Congost es una cancha donde resulta muy difícil ganar. Quizá Pedro Martínez y su equipo tengan hoy una buena oportunidad, porque es solo la segunda jornada y juegan con mucho ritmo y los rivales aún deben ajustarse (el domingo, además, hay Clásico)”, explica Casimiro, que añade: “Al Manresa lo veo mejor que el año pasado, muy bien en muchas facetas, más homogéneo. El ritmo alto será la clave”.

El Baxi Manresa con esa velocidad de acción tiene el potencial de sorprender al Madrid, por complicado que parezca. Viene de un 6-1 en pretemporada (solo perdió la final de la Lliga Catalana con el Barça) y de plantarle cara al Gran Canaria en la Isla (97-92) con los exteriores Dani Pérez, Brandon Taylor, Badio y Vaulet y los interiores Devin Robinson y Martinas Geben a gran nivel.

“Eh, coach, ¿no confías en nosotros?”

¿Y cómo noquearon hace 25 años a los blancos? “Los americanos (Herb Jones, Bryan Sallier y Derrick Alston) fueron decisivos. Estaban convencidos de que íbamos a pasar, lo tengo grabado a fuego. De hecho, después de la charla previa, creo que fue Jones el que me dijo: ‘Eh, coach, ¿no tienes confianza en nosotros? Vamos a ganar’. No era el mejor Madrid de siempre, aunque contaba con Bodiroga, Herreros, Angulo, Antúnez… Los tres convencieron a sus compañeros e incluso a mí, ejercieron de catalizadores. Ganamos los dos primeros encuentros en el Palacio y perdimos el tercero en Manresa, pero ese 1-2 no nos inquietó, sabíamos que un 0-3 resultaba imposible, y en el cuarto rematamos el trabajo, sufrimos menos que ante el Estu o luego en la final”. Ha pasado un cuarto de siglo y no hemos vuelto a ver nada igual, tampoco antes, “si acaso, el triunfo del Valencia en la Liga de 2017, pero a otro nivel presupuestario”, razona Casimiro, que cree que no se repetirá algo semejante.

“Campazzo es diferencial”

Un Manresa con opciones hoy, sí; y a la vez un Madrid fortísimo por “lo que ya tenía, con Tavares marcando diferencias, y el regreso de Campazzo, un jugador diferencial, también en defensa”. Casimiro habla del “efecto Campazzo” porque con él Chus Mateo dispone de “un generador de ventajas determinante, que bota, rompe, reparte y finaliza”, un base que le da al bloque “un salto de calidad y competitivo muy grande, que es dominante y que se nota que ha vuelto a su sitio, al lugar donde mejor se encuentra”.