El Obradoiro sufre para tumbar a un combativo Girona
El equipo gallego, comandado por una gran Scrubb (32 de valoración) se sobrepone a las bajas para ganar a un Girona que muere en la orilla.
Liderado por el canadiense Thomas Scrubb (19 puntos, 32 créditos de valoración) y sus triples en momentos decisivos, el Monbus Obradoiro se sobrepuso a las bajas y logró doblegar a un combativo Bàsquet Girona (85-79), que sobrevivió a un desastroso tercer cuarto pero acabó muriendo en la orilla.
Sin Eric Washington ni Jordan Howard, Scrubb asumió el liderazgo del equipo de Moncho Fernández, en un partido con protagonismo para la segunda línea –Álex Suárez y Álvaro Muñoz- cuando más apretó el equipo catalán, que llegó a ponerse por delante a falta de poco más de tres minutos tras una gran remontada.
El Obradoiro sufrió un cortocircuito en ataque en el segundo cuarto. Ni dos tiempos muertos solicitados por Moncho Fernández en apenas dos minutos evitaron el desastre del equipo gallego, incapaz de encontrar soluciones a la defensa rival. Al Girona le bastó subir sus líneas y el nivel de intensidad para sujetar el ataque obradoirista.
El Girona volteó el marcador después de un parcial 0-12. Moncho paró el choque, pero de poco sirvió. Los visitantes dominaban con un juego eléctrico y la aportación de sus exteriores (35-39, descanso).
La bronca de Moncho Fernández en el descanso tuvo que ser monumental porque su equipo se reactivó tras el paso por los vestuarios. Defendió con más dureza y empezó a encestar desde la línea de tres puntos. Salva Camps pidió tiempo muerto después de un parcial 10-2 (45-41), pero el Obradoiro ya marcaba el ritmo del choque.
La ventaja gallega se disparó hasta los doce puntos (57-45) a poco más de dos minutos para el final del tercer cuarto. El Girona tuvo un amago de reacción, pero entre Pustovyi y Thomas Scrubb, con otro triple, lo apagaron para permitir a los suyos entrar en el último cuarto con una renta de once puntos (64-53).
Una ventaja que los gallegos dilapidaron rápido. La historia del segundo cuarto se repitió. El Obradoiro se apagó y el Girona, poco a poco, se acercó hasta terminar volteando el marcador a falta de cuatro minutos (67-68), justo después de un tiempo muerto de Moncho Fernández.
Supo sufrir el equipo santiagués, que venía una dura derrota en Andorra, para contener el empuje catalán y recuperar el mando del choque tras una canasta de Pustovyi y un triple de Muñoz que pareció sentenciar el duelo, aunque una vez más los visitantes apretaron los dientes para ponerse a cuatro con 20 segundos por jugarse. Desde el tiro libre, el Obradoiro sentenció.
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