El Madrid ruge en el Palacio

Desde el resbalón sonado en Zaragoza, hace dos semanas, no había habido Liga. Sí dos jornadas europeas (Efes y Alba) y el parón ACB por las Ventanas, así que se puede decir que el Madrid tenía algo que demostrar y… Rugió el campeón en el Palacio hasta aterrorizar al UCAM Murcia, al que zarandeó del minuto 6 al 18 (parcial de 44-12) para un +34 (52-18) que despedazaba cualquier intento de sorpresa visitante. Una exhibición coral que se relajó en el tercer periodo y tuve un repunte en el último con un entonado Abalde y con Causeur de vuelta hasta el 93-57 definitivo. Antes, mucho de todos en un primer tiempo primoroso. De nuevo Poirier a gran nivel (19 puntos con tres mates, dos triples sin fallo y dos tapones para 23 de valoración y un +34 con él en cancha en solo 21:03), esta vez incluso sin la necesidad de conectar con el Chacho, que descansó para lo que se avecina. El canterano Eli Ndiaye tuvo casi 24 minutos y aprovechó hasta el último segundo, magnífico ejemplo. Y bien Llull, Musa, Tavares, Cornelie… Y Hezonja, en perfil bajo, si quieren, sin hacer mucho ruido, pero dándole al grupo lo que necesita para ganar. En el UCAM, mejor hacer borrón y cuenta nueva.

Hay partidos en los que a un equipo le sale todo y un poco más, en los que la realidad supera el plan previsto y la recompensa va más allá de lo esperado, esos días en los que un bloque agarra el duelo con mandíbula firme y no lo suelta. Y hay partidos también en los que a uno de los contendientes le falta concentración y energía, y después acierto y luego recursos a los que agarrarse, y se atasca y le sobra la plenitud del rival… Y acaba así chocando contra un muro una y otra vez, como si estuviera atrapado en el tiempo. Pues bien, el ejemplo de lo uno, reflejado en un Madrid pletórico, y de lo otro, en un UCAM Murcia descarriado, lo vimos este domingo en el WiZink Center. Al descanso (el encuentro no duró más), Sito Alonso dijo en Movistar+ encontrarse “humillado”, y no por el +30 (52-22): “Sino porque con lo que trabajan mis jugadores, no es normal que hayamos hecho esta primera parte”. Una en la que al cruce con el minuto 18, los blancos vencían por 34 (52-18) y la valoración de ambos, más concluyente que nunca, era de ¡80 a -1!

El Madrid salió centradísimo, con Williams-Goss de titular, Musa generando ventajas y mirando mucho a sus compañeros y Tavares como referencia de la ofensiva, bien para anotar, o bien para crear juego, para desequilibrar la defensa y sacar luego ventaja, así lo vimos con una bonita triangulación que acabó con triple del bosnio. La sensación era de control absoluto merengue, pero el marcador no reflejaba lo mismo tras dos ramalazos de talento de Travis Trice y James Anderson: 8-6. La superioridad que se palpaba se iba a plasmar en toda su extensión a partir del minuto 6, ahora con Llull en cancha (+30 con él en 13:05) por Goss. Tavares colocaba en menos de ocho minutos tres taponazos y la defensa era magnífica, llevando a Trice y Jordan Davis, que además cometía dos faltas, a empotrarse con los gigantes locales. Sito aguantó el quinteto hasta que lo cambió de golpe (a los cinco jugadores) con 21-9.

Poirier, en modo ‘destructor’

Por entonces entraban también Abalde y Hezonja, muy bien ambos. El alero gallego parece soltarse ya recuperado de una larga lesión que le dejó sin Eurobasket. Y añadan a Poirier, en modo destructor de nuevo, como ante el Alba, tapones, mates, presencia… Vuelve a transmitir amenaza constante, poderío, y lo adornó con dos triples sin fallo (récord de su carrera). Cornelie había despedido el primer cuarto con un triplazo lejano en un ángulo de 45 grados y daba la bienvenida al segundo con otro casi calcado. Lo relevaba Eli Ndiaye, el canterano que tiró la puerta contra el Alba y ratificó lo que hizo el jueves: actividad permanente, incluso hasta ser un factor atrás, y mejora en la lectura del juego (dos buenos pases de canasta). La lesión de Yabusele le da una oportunidad y la quiere aprovechar.

En la reanudación, el UCAM, herido en su orgullo, se apretó los machos y el Madrid se lo tomó con algo más de calma, lógico cuando el martes espera el Valencia en La Fonteta y el jueves llega el Partizán en la segunda doble jornada de la Euroliga este curso. La compensación de deseos y energía, le sirvió al UCAM para llevarse el tercer periodo por 19-21 con Diop y Pustovyi combinándose para 11 tantos. El juego de pase, incluso entonces, seguía poniéndolo el Madrid (5 a 1 en asistencias en ese tramo). Y en el acto final, otro acelerón local con Abalde al mando (91-49, +42). Y con Causeur, que regresaba seis partidos después y en el último cuarto se lució con dos triples y lució sonrisa. Los motores atruenan, el Madrid anda en plena fase de despegue.