El Madrid reacciona con Garuba, Musa, Hugo y 106 puntos

Si Chus Mateo hubiera diseñado una jornada a la carta, se hubiera parecido mucho a este triunfo del Madrid ante el Río Breogán: 106-69, la mayor anotación del curso (101 al Zaragoza el 6 de octubre) con 63 puntos en la segunda parte y un último parcial demoledor (36-21) en el que Hugo González y Andrés Feliz resultaron protagonistas. El canterano batió su registro encestador (14 tantos) en el primer gran día de Usman Garuba (13 más 6 rebotes y 3 tapones para 23 de valoración), uno en el que apenas hubo presencia de Tavares (menos de cinco minutos en pista) y poca de Campazzo (15:08). Un baño de buenas sensaciones que lideró Dzanan Musa (22 puntos y +30 con él en cancha), mientras que Rathan-Mayes, sin problemas físicos, fue el descarte técnico, el que se quedó fuera de la convocatoria tras las reuniones con la dirección después de perder ante el Zalgiris.

Gabriel Deck (27 de valoración con seis contraataques) salió como un tiro y lució como hace una semana frente al Unicaja. Ayudó a poner en la vía buena el tren merengue, cuando el Breogán aún coleaba. A los de Luis Casimiro les lastró su pobre porcentaje de tres (6 de 34, 17%), pero es que ya llegaban muy tocados con la baja por lesión de última hora de Charlie Moore, su timonel y gran referente. Un mazazo del que no se sobrepusieron a pesar de un buen segundo cuarto y de sus 16 rebotes ofensivos. Del Madrid, lo peor, el desencanto de la grada por los malos resultados, por la crisis europea. Por primera vez esta campaña, menos de siete mil aficionados en el WiZink Center: 5.984 exactamente. En la Liga, eso sí, caza al Unicaja y solo tiene por delante al Valencia, al que La Laguna Tenerife ha impugnado la victoria en el choque entre ambos por alineación indebida.

Cuando un equipo debe ganar sí o sí en situación comprometida, cualquier duelo ofrece potencial para transformarse en una trampa. También este, en el que los blancos, con sus principales de inicio, arrancaron con fuerza y al cruce con el minuto 8 mandaban por 13 (19-6); aunque luego padecieron algo en la primera mitad del segundo cuarto con la rotación, como es habitual este curso. El Río Breogán llegó a ponerse a solo cuatro (28-24) con un buen Aranitovic (7 puntos entonces) a la vez que aprovechaba los rechaces de ataque (9 al descanso) y las pérdidas merengues. Un buen trabajo lucense que no perduró. Tuvo que regresar Campazzo. Andrés Feliz, que sufrió en su primera presencia en cancha, ya andaba en el banquillo.

Un nuevo estirón antes del paso por vestuarios (43-29), con otro arreón de Deck y dos triplazos de Llull, volvió a desnivelar la balanza. Y ya no se equilibró. El capitán disputó su partido 619 de Liga con el Madrid (1.110 en todas las competiciones) e igualó el récord del club de Felipe Reyes. Chus Mateo aprovechó para reservar a Tavares en la segunda parte para la doble jornada europea (París y Mónaco) y retiró a Campazzo del parqué a los cuatro minutos de que empezara.

El show de Musa y la labor de Garuba

Era el momento del show ofensivo de Musa ante el equipo que le dio gloria en su estreno en la ACB hace tres temporadas. En ese tramo, 12 puntos y venga a sacar faltas. Necesitaba apilar sensaciones positivas, y lo hizo. Abalde, mientras, embocaba dos triples (tres sin fallo en total) y Garuba continuaba el buen trabajo de salida (8 tantos en sus primeros 8 minutos), en el que se mostró muy activo y directo. Bien físicamente, lo que es una gran noticia para los suyos.

Al final del tercer cuarto, no había encuentro (70-48), pero el último periodo no sobró como otras veces en el que la brecha es insalvable. El Madrid necesitaba un final así, con caras felices y anotación desatada, con un aluvión de buenas percepciones. Y necesitaba que la rotación subiera su autoestima y confianza. Vimos más de Garuba y Ndiaye, Hezonja se sumó a la fiesta y resultó un magnífico desenlace para Feliz y Hugo González. El canterano embocó dos canastones y un buen triple y se vino arriba, 12 de sus 14 puntos, nueva marca personal. El base dominicano se soltó igualmente, y no había nadie al que le hiciera más falta (8 tantos y 6 asistencias). El Madrid cambió el sufrimiento por una sonrisa antes de visitar este martes la guarida del líder de la Euroliga, el París Basketball.

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