El Madrid no quiere más sorpresas

Nuevo desafío para el Real Madrid. Y en su peor momento de la temporada, si es que es negativo perder dos de los cinco últimos partidos viniendo de 19 victorias consecutivas, un inicio extraordinario que acabó con la derrota ante el Unicaja. Tras ello, llegaron victorias ante el Alba y el Andorra, ambas previas a una semana de Euroliga en la que vencieron al Maccabi en un duelo a puerta cerrada, aplazado por el conflicto bélico entre Israel y Palestina, antes de perder contra el Fenerbahçe. En apenas unos días, los blancos ya no están invictos en ACB ni en Euroliga. Algo lógico si tenemos en cuenta que el hecho de que la balanza se incline a tu favor es prácticamente imposible en todos los partidos y que tanto vencer como ser vencido es natural en el deporte.

El Madrid lo había convertido en algo impensable, pero su mortalidad quedó vigente. Ante el Unicaja se dejaron remontar 21 puntos en la segunda parte, recibieron un 31-58 de parcial y finalizaron con un momento de forma sublime que se alargó después, con tres victorias sin fallo. El momento en el que Carlos Alocén regresó a la rotación ante el Andorra estuvo lleno de emotividad, pero todo se acaba, y de la misma forma que el invicto acabó en el torneo doméstico lo hizo también en la máxima competición continental. La celebración del Fenerbahçe tras batir a los de Chus Mateo en la prórroga dejó patente lo difícil que es acabar con los blancos. Ahora, con una derrota en su casillero en España y en Europa, llega el Breogán (12:30, #Vamos).

No hay vestigios de crisis en el Madrid, que no ha anunciado bajas para el choque y sigue contando con un momento de forma espectacular de sus dos mejores jugadores (Facundo Campazzo y Edy Tavares). También de la vieja guardia (Sergio Llull, Sergio Rodríguez y Rudy Fernández), con mención especial para el Chacho, que se gusta en pista y suma pases y hignlights a partes iguales. Vincent Poirier se ha convertido en el mejor pívot suplente del Viejo Continente, Dzanan Musa sigue a buen nivel (14, 15 y 11 puntos en los tres últimos encuentros) y Chus Mateo está tranquilo, pero alerta al mismo tiempo: “El Breogán es un equipo que siempre nos pone muchos problemas, tiene mucho físico y no te permite licencias en la pintura”, aseguró en la previa.

Un Breogán al alza

Los gallegos visitan el WiZink Center con una mala clasificación en la ACB (penúltimo puesto con un balance de 3-8), pero con una dinámica ascendente que quieren confirmar. Sumar tres victorias en los últimos cinco partidos, dos de ellas consecutivas, una contra el Hapoel en la Liga de Campeones y otra ante el Zaragoza en la 11ª jornada de la competición doméstica. Matas Jogela, Justin Anderson y Sergi García se sitúan por encima de los dobles dígitos en anotación, mientras que Mouhamet Diouf será baja, lo que dará alas en la zona a Tavares y Poirier. Con 1,5 tapones por partido, tiene el cuarto mejor balance de la ACB por detrás del francés. Esa clasificación la lidera el caboverdiano, con 2,1 por duelo. Una ausencia que puede ser una losa para el Breogán.

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