El Madrid, líder en solitario

Un duelo directo entre los dos primeros merece atención especial en una liga como la ACB, a la vanguardia de las competiciones nacionales de todo el mundo. Y quizá cobre mérito que no sea el clásico Clásico. Después de 12 jornadas, el Madrid es por primera vez líder, a la cabeza en solitario. Se cuelga el cartel con una actuación muy seria y de final muy redondo (67-80) para cerrar una semana de extrema exigencia de viajes y rivales. Comenzó maniatando al Lenovo Tenerife, ya que sujetaba a Salin, luego a Huertas, cerraba la zona y a Shermadini (la importancia de contar con Tavares) y dominaba el rebote (bien ahí los aleros: 24 capturas entre Abalde, Hezonja, Causeur y Musa), y acabó hundiendo el navío aurinegro con una andanada de triples: 7 de 10 en el cuarto final cuando llevaba antes 4 de 18. Un triunfo de orfeón, con muchas voces a escuchar: Hezonja, Tavares, Cornelie, Musa, Causeur, Abalde… incluso Poirier pese a su 0 de 5 (varios palmeos). Y, por supuesto, Williams-Goss, al que Chus Mateo (en su duelo en el banquillo con Txus Vidorreta) le dio el mando con las castañas calientes.

El campeón llegó al asalto del primer puesto después de una doble jornada en la Euroliga, a la toma de la plaza del mejor equipo del curso, el que llevada de líder nueve de las once jornadas disputadas, un tercio de la fase regular, que no es poco. Un día especial para Marcelinho Huertas en su partido 601. Recibió el premio al mejor jugador latinoamericano de la campaña pasada. Y especial para Sergio Rodríguez, aplaudido en su casa, San Cristóbal de La Laguna. Y con él de base titular arrancó el pulso.

El culebrón Campazzo y Williams-Goss

Un encuentro bastante físico de inicio, con defensa, errores y rebotes. Y ahí el Madrid se movió mejor, en un ritmo en el que se sentía cómodo. La calidez de la isla le templó tras los gélidos viajes a Múnich y Kaunas saldados con una victoria y una derrota. Abalde controlaba bien a Salin y Fitipaldo era el que generaba juego en los locales, que no encontraban a Shermadini ni a nadie que abriera camino al aro dentro de la línea de tres. Un par de canastas de Fran Guerra de salida y poco más. Huertas entraba tarde en acción y tampoco se le veía cómodo, fallaba sus clásicos tiros de corta-media distancia. A los blancos, la rotación de Williams-Goss y de Hezonja les sentó muy bien (Llull solo jugó dos minutos). Ambos trajeron fuerza para encarar la canasta, incluso de larga distancia. La solución del culebrón Campazzo le puede dar confianza al base estadounidense ahora que está cogiendo el tono físico después de medio año de baja. Porque seguro que hubo algún momento en los últimos meses en los que dudó del futuro inmediato.

Con 29 iguales tras un triple de Abromaitis, el Lenovo se apagó. En los cuatro minutos que restaban hasta el descanso, solo dos libres. El Real cogió impulso, unos pasitos por delante que supo trabajarse y que lo catapultaron hasta el final. En la reanudación, los locales cargaron en el 2x2 contra el Chacho, pero la teórica ventaja no fue tal, porque hubo algún error en el tiro, una pérdida… y es que la otra pareja de esa defensa era Tavares. Dos gorros de la torre y cinco tantos seguidos de Musa elevaban el +9 (38-47). Aparecía Huertas, canasta, tiro libre de una técnica señalada a Goss y nueva canasta, más un gran pase a Shermadini para un mate a aro pasado. Vibraba la grada y el cuarto era aurinegro: 14-12.

Tocaba encarar el acto definitivo con una renta visitante de +5 (45-50) y entonces los lazos defensivos se desataron. Ritmo elevado, gran acierto y el caudal ofensivo lo inundaba todo. La batuta de un genial Fitipaldo y la puntería de Abromaitis trataban de meter a los suyos en la pelea, pero los merengues respondían con más pegada, con Cornelie, con Causeur… con uno de esos días en los que Hezonja vuela, incluido un matazo en carrera en el que rozó la altura del aro con la cabeza (ocho tantos en ese tramo). Y con Williams-Goss al timón en el trecho vital, lo que algunos pedían: darle más galones porque aporta equilibrio en todo el campo. Le sentó bien al Madrid, que respondió a la embestida del Lenovo con 7 triples (de 10 intentos) y 22-30 en el último parcial. La ACB tiene nuevo líder.