El Madrid gana como puede

Una gran acción defensiva de Campazzo en uno contra uno frente a Jaime Fernández mantiene al Madrid líder a una semana de jugarse el primer puesto en Málaga contra el Unicaja. Necesitaba vencer como fuera (80-78), en plena racha negativa europea (tres derrotas), para fortalecer su sistema inmunitario contra el virus de las malas sensaciones. El Lenovo Tenerife se lo puso muy cuesta arriba pese a su pobre 20% en el triple, a que Shermadini no exhibiera sus demoledoras continuaciones (apenas 3 puntos) y a que Marcelinho Huertas solo repartiera una asistencia (se queda a 11 de batir el récord histórico de Pablo Laso: 2.896 pases de canasta). A cambio, Fran Guerra (10+12+4 tapones+3 asistencias) hizo una labor enorme frente a Tavares y Poirier. Y Kyle Guy pegó un demarraje postrero que casi le da la gloria a los suyos. El Madrid supo reaccionar atrás y en la batalla reboteadora, lució un poco en el tercer cuarto con Musa y Tavares y luego con la entrada de Causeur y Llull, y aguantó en el último con los 9 puntos del capitán y alguna acción clave defensiva (6 de las 10 pérdidas visitantes, entonces). Abrazó el triunfo en el alambre, en los 10 segundos finales.

El momento sima del Madrid tras ganar la Copa, y todavía a mes y medio del playoff de la Euroliga (aunque en una semana viaje al Carpena), es evidente. Los blancos se mueven un par de niveles por debajo de lo que mostraron en noviembre y diciembre, y quizá uno por detrás de los mejores del continente ahora (Panathinaikos, Fenerbahçe…), así que si de visita viene un rival de los que aspira siempre a tumbar a los grandes, con un gran ataque en estático y en forma (llevaba cinco victorias seguidas, no caía desde el 14 de enero ante el Barça), las dificultades parecen garantizadas.

Lo vimos en toda la primera parte, cuando el Lenovo Tenerife cuidó mejor el balón que el líder y, sin completar una actuación fuera de lo normal, con una pésima efectividad de tres puntos (4 de 18 en 20 minutos), se marchó al descanso arriba: 38-41. El Real repetía errores de jornadas previas tras extraviar 9 balones y ceder 6 rebotes bajo su canasta, lo que, en el idioma del baloncesto, se tradujo en 11 tiros de campo más intentados, una barbaridad.

Los minutos de Alocén

Lo mejor del Madrid, lo más aplaudido por la grada, los minutos de Carlos Alocén (Sergio Rodríguez, tocado, era baja). Estuvo 7:58 en la primera parte y, pese a que la estadística le apuntó 3 pérdidas, no todas cien por cien achacables a él, aguantó bien el tipo frente a Huertas, en su defensa, con un tapón y dos recuperaciones oportunas, y en ataque se mostró bastante activo, conectó con Deck y entregó tres asistencias. Buen relevo al Facu, que no anda fino. Desde fuera se le ve para jugar, para hacerlo algo más.

En la reanudación los problemas locales seguían ahí. Tavares trataba de compensar con capturas ofensivas lo que Musa no embocaba, aunque el bosnio era incisivo y sacaba hasta cinco faltas. Fitipaldo acertó con un triple, Campazzo la perdió en una entrada tras un pase muy arriesgado y en la carrera posterior Guy la clavó de tres: 43-49. Tiempo muerto de urgencia de Chus Mateo. El equipo respondió bien, Tavares siguió reboteando y la defensa creció. El balón lo compartían mejor y encontraban a su 2,20 en la pintura, Musa firmaba un costa a costa brillante y, con la entrada de Llull de base, apareció el castigador Causeur. Triple desde la esquina y buena triangulación para que encestara a aro pasado. En ese tramo, los blancos doblaron en rechaces al Lenovo sin ceder ninguno bajo su canasta a la vez que repartían 7 asistencias. El resultado, 63-57, minuto 29.

El volantazo era evidente y, pese a que Huertas, tras seis puntos seguidos, incluida una antideportiva de Poirier, lograba empatar a 63, el ritmo era otro: el de Llull, por ejemplo, al timón. Entrada hasta la cocina después de esprintar de campo a campo y triplazo (9 tantos en este parcial decisivo). Los de Txus Vidorreta perdían cuatro balones (y añadirían dos más), algo muy lesivo para su estilo y más en un instante crítico.

Con 72-63 y solo medio cuarto por delante, los visitantes debían remar muy fuerte para volver a disponer de una opción de victoria. Encontraron los brazos de Kyle Guy y sus piernas. Una racha abrasiva del escolta estadounidense, 9 puntos del tirón, igualaba a 76. Y Jaime Fernández elevaba el 76-77 en el último minuto. La campanada, lista para sonar. Lo impidió la defensa, la de Campazzo, que, tras anotar dos tiros libres (78-77), supo parar cara a cara a Jaime Fernández, que lanzó muy forzado para ganar. Justo antes, entre Llull y Tavares habían extraviado una posesión y Guy marrado un triple. El Madrid necesitaba el triunfo, como fuera, para no agobiarse más. Y lo sacó agarrándolo con uñas y dientes, con dos libres de Llull y la falta de Tavares a Abromaitis para que no se levantara de tres a dos segundos de la bocina.