El Madrid despega a tiempo

Tras la clásica batalla en Barcelona, llegaba el otro clásico al WiZink Center, el primigenio de nuestro baloncesto, el de los dos únicos clubes que han disputado todas las Ligas. El Joventut (campeón en 1967, 78, 91 y 92) mandó en la primera parte con mensajes al aire de que la sorpresa era posible, el viento se los llevó en la segunda en cuanto el Madrid comenzó a soplar con fuerza: 51-29 de parcial con Musa, Hezonja y Deck creciendo con el equipo (42 puntos entre los tres) mientras que Llull se centraba en asistir (6) en pleno frenazo de la Penya del que no le pudo rescatar ni el cañonero Kyle Guy (96-79). El americano se dejó todo su heroísmo en el arranque, cuando Yabusele era de lejos el jugador local más centrado.

El Madrid ha tenido tres días para digerir la derrota ante el Barça en la Euroliga, la primera de la temporada, e imaginamos que la asimilación ha sido más fácil tras la reacción final que casi le da el triunfo in extremis en el Palau. Sin embargo, no vimos de salida un equipo ni muy intenso ni demasiado concentrado, lo que permitió a Kyle Guy crecer con sus aciertos (mal ahí de inicio Musa) y al Joventut coger ritmo, uno de altos vuelos, con buenos ataques y el dominio de los rechaces (10 a 19 al descanso).

Por entonces, 45-50 tras un canastón de Deck de zona a zona en menos de cinco segundos para cerrar la primera parte, en la que el marcador llegó a reflejar un 41-50. En los blancos, intención de compartir el balón y circularlo, y un Yabusele difícil de abarcar (15 tantos, terminó con 17, y 21 de valoración en sus primeros 14 minutos).

A la vuelta de vestuarios, Chus Mateo eligió un quinteto sin base puro, con Musa y Causeur al mando y tres grandes, Deck, Yabusele y Tavares. Y un propósito, el de buscar algo más al cinco, a Edy, al que Tomic daba buenas réplicas con sus semiganchos y la defensa verdinegra le aguantaba el cara a cara. Pronto, turno para Birgander y protagonismo para Deck, que volteaba el resultado (54-52) y cerraba el periodo con otra diana, esta vez tras una captura de ataque: 69-65.

El Real dominaba los rebotes y echaba al lazo a la Penya (solo 15 tantos en el tercer acto y aún peor en el último, apenas 14). Volantazo a la tendencia, el Joventut perdía todo su ritmo y el campeón daba un arreón definitivo para empezar el último cuarto: mate de Poirier, 2+1 de Cornelie, tres libres sacados por Llull (metió dos), triple de Hezonja y otro de Musa… 83-69 para concluir con 19 asistencias y solo 3 pérdidas (más de 6 pases por cada balón extraviado, un gran dato).

El Madrid había echado el ancla en el barco verdinegro, que quedó fondeado sin poder avanzar, para atrapar su cuarto triunfo liguero, único invicto en la ACB junto con el líder, el Lenovo Tenerife. La Penya, en cambio, mejores sensaciones que resultados: tres derrotas en cuatro jornadas. “Un último cuarto de mierda”, resumía Carles Duran en Movistar+. Mientras, Chus Mateo confiaba en seguir recuperando efectivos para repartir esfuerzos. De momento, más minutos para Abalde, algo menos de un cuarto, y casi uno y medio para Cornelie, que estuvo en la onda buena del final. Quiere sumar, parece que puede.