Gran CanariaCAN
78
Joventut BadalonaJOV
92
Finalizado
Liga Endesa | 7ª jornada

El Joventut pasa el rodillo por Gran Canaria

Los de Lakovic no fueron por delante en ningún momento. El duelo, sentenciado en el primer cuarto: 9-29. Ricky, otra vez, el mejor: 17+4 y 24 de valoración.

Pertenece al Diario AS desde 2010 cubriendo información de la Unión Deportiva Las Palmas, de la que ahora es responsable, y los partidos del CB Gran Canaria. Antes estuvo cinco años en la redacción de Deportes del periódico La Provincia. Desde 2004 colabora con Cadena SER Las Palmas, siendo tertuliano habitual de Ser Deportivos Las Palmas.
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No hubo apenas partido esta tarde en Gran Canaria. Tan abrumador fue el comienzo del Joventut que, en un par de minutos, ya dominaba 2-17 un duelo que en el primer tiempo ofreció diferencias superiores a los 20 puntos. Los jugadores de Lakovic, aturdidos incluso antes de recibir cualquier golpe, fueron un pelele a merced de un rival infinitamente superior durante todo el partido.

Empezando por el talento evocador de Ricky y terminando por los martillos pilones de Tomic o Birgander y los picotazos de Ruzic, el Joventut se alzó con una victoria colosal durante un partido en el que el juego insular, especialmente el interior, fue terriblemente malo. Entre Tobey y Kuath, sus dos cincos, 1 punto y tres rebotes. Los arrebatos momentáneos de Brussino, Zamar, Pelos o Wong le permitieron soñar con la remontada pero ya era demasiado tarde.

El Joventut fue una auténtica trituradora en un primer tiempo que bien se pudo haber ahorrado el Gran Canaria. Resulta que la Penya empezó a marcar terreno demasiado pronto y además, a un ritmo inaccesible para su aplatanado rival. De hecho, solo el 2-2 de Labeyrie le permitió no verse atropellado por un grupo que, con el segundo triple de Vives, ya le sacaba el +10, 2-12, cuando no se habían jugado ni cinco minutos de duelo. De nada sirvió el correspondiente tiempo muerto de Lakovic, pues el contrario arañó cinco puntos más por medio de una diana de Hakanson y otra canasta de Birgander, un auténtico martillo pilón.

Aquella canasta de Angola no hizo sino apenas cortar momentáneamente una sangría que iba cada vez a más. De hecho, Ruzic picó desde la periferia para el 4-22 antes de que Hakanson dejara el +20, 9-29, con el que se cerró el primer cuarto.

Duelo casi roto

Los triples de Pelos y Vila con los que el Gran Canaria empezó el segundo parcial apenas valían ante la constancia de Birgander, que apiló seis puntos del tirón para que el Joventut se sintiera cada vez más tranquilo y con la extraña pero feliz sensación de que el partido estaba prácticamente roto. Y eso que quedaban más de 25 minutos por jugarse, pero la hueste de Lakovic no ofrecía absolutamente nada a lo que su gente pudiera agarrarse. Algún arreón de Wong por lo menos le permitía que la desventaja no fuera a más hasta que Hakanson y Allen unieron fuerzas para que la tunda fuera todavía mayor: 21-44. Un par de tiros libres de Brussino y Albicy permitieron a los locales recortar hasta el 33-49 antes del descanso, desde luego un exitazo para el flojísimo nivel de juego amarillo en una primera parte para el olvido.

Tras el descanso no le quedaba más remedio al Gran Canaria que echar el resto para soñar con una remontada que empezó a creerse un poquito tras un triple de Brussino, octavo punto el suyo, que apretó el marcador hasta el 39-51. El zarpazo local llegó hasta el 44-53 después de tres tiros libres del internacional argentino, que aprovechó a la perfección la técnica a Kraag. Sin embargo, hasta aquí llegó el acercamiento de su equipo. Primero Tomic y después Ricky, con ocho puntos casi consecutivos en esta recta final del tercer cuarto, dejaron las cosas en su sitio, 58-71, a falta de 10 minutos.

Nico Brussino (Dreamland Gran Canaria) intenta superar a Sam Dekker (Joventut).Quique Curbelo

La Penya tenía el duelo encarrilado pero al Granca tampoco es que perdiera la esperanza. Algún motivo tenía, mucho más cuando el entonado Pelos y Angola anotaron las dos primeras canastas de la última porción del duelo. Wong estrechó el marcador hasta el 64-71, lo cual aprovechó Miret para meter de nuevo en la cancha a Ricky, quien le diera su segunda asistencia del partido a Ruzic, como la primera, para que este cantara bingo desde la frontera y estirara a su equipo hasta el 68-80 cuando quedaban apenas cinco minutos por delante.

El destino estaba escrito pero no desde entonces sino mucho antes, prácticamente al alba del mismo, lejanísimo aquel 2-2 como único momento, sin contar el evidente 0-0 inicial, en el que el Gran Canaria no estuvo por debajo. Si quedaba esperanza en los locales, otra vez Ricky la cercenó de raíz, ahora desde el tiro libre, desde donde puso el 75-89 cuando apenas quedaban 170 segundos. En esta gira triunfal de regreso al baloncesto español, el genio de El Masnou comandó la reacción de verdinegra cuando el envite amenazaba con complicarse, alicatando así la quinta victoria del curso para un equipo que no deja de ir más ni en España ni en Europa y que hoy sacó a pasear su rodillo. Por su parte, el Granca purgó en el segundo tiempo tantísimos pecados cometidos en el primero, donde ya dilapidó cualquier posibilidad de conseguir un triunfo que le hubiera valido para quedarse entre los ocho primeros.

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