El Gran Canaria somete a un triste Baskonia tras el descanso
Los de Lakovic llegaron a ir ganando de 21: 95-74. Miller-McIntyre, 22 puntos a los 20 minutos, solo metió dos en el segundo tiempo. Howard, desaparecido.
Tras el partido de Copa en Málaga y el parón de las Ventanas, el Dreamland Gran Canaria se acaba de reencontrar a lo grande con la competición oficial. Lo hizo a costa de un alicaído Baskonia, al que volvió a torturar esta temporada. Tras el 76-88 de hace unos meses en Vitoria, hoy apalizó a la hueste de Dusko Ivanovic, entrenador incapaz de encontrar respuestas a tantos problemas como le planteó Jaka Lakovic, quien fuera su jugador en el Barcelona.
La coral victoria del Granca (cinco jugadores con más de 10 puntos), se cimentó en un gran segundo tiempo. Si pudo frenar a Howard durante todo el partido, lo hizo a base de bien con Miller-McIntyre, que en los primeros 20 minutos amenazaba con romper estadísticas de anotación. La férrea defensa grancanaria tuvo su adereza con un delicioso juego de ataque al que se volvió a sumar Landesberg. Brussino, Happ, Lammers o Shurna hicieron el resto.
El partido se puso disfrutón prácticamente desde el calentamiento. Si Shurna inauguró el marcador con un triple, Marinkovic respondió acto seguido también desde la periferia. Parecía el Granca más entonado tras ese espectacular 2+1 que Brussino le sacó al propio Marinkovic, más el Baskonia permanecía agazapado sin ningún tipo de descomposición a la vista. Liderado por Miller-McIntyre, 22 puntos al descanso, el equipo de Dusko Ivanovic respondió bien rápido con un parcial de 0-7 que le permitió ponerse por delante en el marcador: 10-13. Por aquel entonces ya estaba en cancha Landesberg, que entró en trance y, con 10 puntos casi del tirón, puso de nuevo a los locales por delante, 23-20, antes de que Salvó abrochara, desde el 6,75, la ventaja amarilla al final del primer acto 26-22.
El duelo estaba precioso, pues el intercambio de golpes se mantenía continuo en ambas canastas. Espabiló de nuevo el Baskonia, que inició el segundo cuarto con sendos triples de Díez y Moneke para ponerse de nuevo por delante, 28-30. De pronto, dos hachazos de Brussino hicieron “click” en el partido. Primero, un mate penetrando, sin oposición, hizo saltar como un resorte a Ivanovic para pedir tiempo muerto con ese 34-31 en el cielo del Gran Canaria Arena. Aunque se pudiera esperar lo contrario, de este pequeño receso salió mucho mejor el Gran Canaria, que nada más reanudarse el envite golpeó con un triple del propio Brussino. Una bandeja de Albicy, de nuevo llegando sin oposición hasta el aro alavés, estiró el marcador hasta el 39-31 y le daba a los suyos un 11-1 de parcial poco antes de comenzar un descanso al que se llegó, cómo no, con una canasta de Miller-McIntyre (48-39).
El delirio triplista con el que se reanudó el partido dejó las cosas como estaban. Las dos dagas que clavó Rogkvaopoulos fueron contestadas respectivamente por Brussino y Bassas, con lo que se mantenía el +9 para el Gran Canaria: 56-47. Un pequeño estirón de los locales amenazó entonces con romper el partido. Primero Landesberg enchufó desde la frontera, primera canasta suya desde aquella estelar aparición desde el primer cuarto, 13 puntos ya, y el 2+1 que Lammers le sacó a Moneke le daban la máxima ventaja a su favor a la hueste de Lakovic, 68-54, distancia apenas recortada por el propio Moneke, también desde el triple, antes de que se consumiera el tercer parcial de este partido.
Profecía
Ni que fuera una profecía de lo vendría después, el triple de Pelos, su primera canasta del partido, con la que Granca inauguró su casillero de puntos del último cuarto (73-61), se confirmó con un verdadero vaticinio. Se disparó entonces en el marcador el equipo local, y otro triple de Shurna le tenía ya 80-65. El partido, ahora sí, se había roto definitivamente. Miller-McIntyre, del que no se tenían noticias desde su fastuosa primera parte, anotó para el 84-69, pero de nada servía.
El Baskonia estaba totalmente ido, acaso fuera del partido por completo, en ningún caso dando ni una sola muestra de poder hacerle frente al Gran Canaria, se gustaba más y más como con aquella canasta a tabla de Slaughter que le daba un clarificador +21: 95-74. Tan mal le iba al equipo de Dusko Ivanovic, ni siquiera gesticulaba ya, con lo que le gusta y sale, que Marcus Howard no anotó su primera canasta en juego, un triple, hasta que quedaban apenas dos minutos para que acabara la tortura baloncestística a la que estaban siendo sometidos él y los suyos y que acabó sellada en 98-80. Tras este triunfo, el Granca se mantiene firme en la cuarta plaza con sus brillantes 15 victorias en 23 partidos. Por su parte, el Baskonia se queda fuera, de momento, de los puestos de playoff.