El Barça toma el Carpena y recupera el factor cancha
Satoransky y Kalinic lideran el triunfo azulgrana ante un Unicaja que no dobló la rodilla hasta el final. El martes, cuarta entrega de una serie apasionante. Los malagueños prometen guerra.
El Barça se puso el traje de faena en Málaga para sacar adelante un partido de máxima exigencia ante un Unicaja indomable. Precisó de su mejor nivel en los dos últimos cuartos (anotó 50 puntos) para recuperar el factor cancha y asegurarse, como mínimo, un quinto partido en el Palau. Satoransky y Kalinic fueron esta vez los brazos ejecutores azulgranas, que siguen echando en falta al mejor Mirotic.
El ‘33′ esta vez al menos asomó por el partido. Aunque sólo un cuarto. El Unicaja no encontró la manera de frenarle en el inicio y el ala-pívot le dio el primer empujón a su equipo. Sus 8 puntos mandaron al Barça con ventaja al primer parón (17-20, minuto 10). Pero la tropa de Ibon Navarro es una roca. El Unicaja no desfallece y a base de intensidad y entrega tomó el mando en el segundo acto. Los de Jasikevicius bajaron un peldaño su ímpetu defensivo y eso bastó para que los malagueños sumasen 26 puntos y se fuesen al descanso por delante (43-40).
Perry crecía y Kalinoski comenzaba a gotear canastas para ir invirtiendo la tendencia de un partido de poder a poder. Las tres faltas de Carter y Osetkowski, que apenas duró 4:43 minutos en la pista, condicionaron parte del plan de Ibon Navarro. Pero al Unicaja cuesta hacerle doblar la rodilla. Y no rehúye jamás la pelea. Suplió su desventaja física a base de entrega, siempre al límite de sus posibilidades.
El tercer cuarto arrancó con la misma inercia con la que finalizó el segundo. Unicaja embestía la canasta azulgrana y se mantenía firme atrás. Pero lo que debía ser una penalización para el Barça, la cuarta falta de Laprovittola, provocó la aparición de Satoransky. Y la inercia del partido cambió. El checo asumió el mando. Ocho puntos y dos asistencias consecutivas del base pusieron por arriba al Barça (51-57). Y el equipo catalán ya no soltó el timón.
La cuarta personal también sacó de la ecuación a Carter y Osetkowski. Brizuela tampoco encontró acomodo en el partido, el Unicaja bajó su porcentaje de acierto y el Barça cogió pista y despegó con un triple de Kalinic (64-73, minuto 34). Ibon paró la sangría con un tiempo muerto y se la jugó con Carter, al borde de la eliminación. El Unicaja amagó con volver al partido (73-77, minuto 37). Un espejismo. El Barça mantuvo lucidez y solidez de sobra para asegurarse un plácido final y sumar una victoria que deja menos preocupado a Jasikevicius.
El Martín Carpena, lleno hasta la bandera y encendido como en las grandes noches, fue testigo de la mejor versión del Barça desde que se estrelló en la Final Four de la Euroliga en Kaunas. La serie depende de que el Unicaja sea capaz de mantener su empuje y acierto durante los 40 minutos. Necesita recobrar las sensaciones que tuvo en los dos primeros partidos de la serie para soñar con la machada. De entrada, el plan de Ibon Navarro pasa por ganar el cuarto partido y volver a Barcelona. Y una vez allí… A pesar de su desventaja, el Unicaja promete guerra el martes.