El Barça maquilla el bochorno ante el Zaragoza

El marcador final (85-83) puede sugerir un partido mucho más igualado de lo que en realidad fue. Casademont Zaragoza jugó un fantástico encuentro, de eso no cabe duda y nadie puede quitarles mérito, pero la actuación del Barça fue a ratos lamentable. Sin Mirotic ni Higgins, descansaron, el primer tiempo de los azulgranas fue esperpéntico. 24 puntos, ocho de valoración conjunta y la sensación de que ni les iba ni les venía. Un desastre que maquillaron en la segunda mitad, con mucha mejor actitud y acierto exterior, pero la enorme desventaja y el buen hacer del Zaragoza terminaron con la racha de diez victorias consecutivas del Barça en ACB.

El partido arrancó trepidante, con posesiones cortas y transiciones rápidas pero con pocos puntos. Mucho fallo del Zaragoza, bastante pérdida del Barça, para un pírrico 6-4 con el que se paró el partido. Dejó de funcionar el reloj durante más de 40 minutos, mandando a los equipos primero al banquillo y luego a calentar. Como si no hubiese empezado el partido.

El encuentro volvió a empezar, sin marcador, bocina ni efectos luminosos del tablero, con un bonito duelo entre Aday Mara y Nnaji, dos de los jugadores con mayor proyección de la liga. Se lo llevó el primero. Se le vio mucho más conjuntado con su equipo, recibiendo debajo del aro. Entre sus puntos y los de Sant-Ross el Zaragoza abrió la primera brecha (19-10). Y Jasikevicius cambió a Nnaji.

Mara siguió haciendo daño en el segundo cuarto, se sentó muy aplaudido por el público, pero los rebotes ofensivos mantuvieron al Barça en el partido. Permitieron demasiadas facilidades defensivas, hicieron pocas faltas y Sant-Ross siguió beneficiándose. Sin fallo en el triple, sumó 14 puntos en 15 minutos. El Barça, un naufragio. Anti-deportivas, una técnica y la sensación generalizada de que no era su noche. Simple y llanamente, la peor versión de los azulgranas, el peor baloncesto de la temporada (46-24). Un conjunto de cinco jugadores sobre el parqué que difícilmente pudo calificarse como un equipo.

Tras el descanso las cosas cambiaron ligeramente. El Barça por fin empezó a encontrar tiros liberados y, sobre todo, a meterlos. Cinco triples entre Lapro y Abrines que lógicamente redujeron la ventaja del Zaragoza. Además, la intensidad, las ganas, fueron mejores. Con hasta un punto de rabia. El problema fue que Casademont Zaragoza no bajó el ritmo. Más ganas, más intensidad y muchos puntos. Iván Cruz firmó un cuarto excelente y Santi Yusta también sumó. Y Mara, que fue una pesadilla para los interiores azulgranas (69-54).

Si el Barça entró con opciones al último cuarto fue gracias a Laprovittola. El argentino fue el principal argumento de un Barça que tras el descuento recuperó el amor propio. Algunos jugadores, como Kuric o Sanli, estuvieron lejos del nivel que se les supone, pero otros, como Vesely y Kalinic tiraron del carro (73-60). Ya muy exigidos, los azulgranas abusaron del triple. A cuatro del final, sin embargo, bajaron por primera vez de los diez de desventaja (75-66). No se consumó el milagro. Casademont Zaragoza manejó bien la ventaja tras unos minutos de nerviosismo y se llevó una merecida victoria pese al susto final. Pese a lo apretado del marcador, nunca tuvo el Barça un tiro ni siquiera para empatar el encuentro.