El Barça despierta a tiempo

En cómputos generales no jugó el Barça su mejor partido. Pero si diseccionamos los 40 minutos que duró, los primeros 20 fueron realmente malos. Sin intensidad, físico o actitud, algo que no puede faltar en un equipo profesional. Independientemente del rival, en este caso un Morabanc Andorra que jugó mejor pero acabó perdiendo. El descanso les sirvió a los azulgranas para recomponer ideas, rehacerse mentalmente y, ahora sí, competir como es debido. Y compitiendo bien el Barça es un buen equipo. Todavía no uno excelente, Andorra tuvo sus opciones, pero cuenta con jugadores de la talla de Laprovittola o Willy, que acaban siendo determinantes.

Se puede explicar la diferencia entre Morabanc Andorra y Barça en la primera parte en términos de juego. Buen porcentaje de triples, control del rebote y malos tiros de los azulgranas. Pero la principal diferencia fue la intensidad. Toda la que empleó el Barça ante Efes le faltó contra Andorra. No tardaron los visitantes en abrir un hueco en el marcador y en minar la confianza azulgrana. Cinco puntos de Jokubaitis tras tiempo muerto mitigaron la distancia, pero sin darlo todo es complicado ganar a cualquier rival. Sin subir el nivel físico es directamente imposible.

En el segundo cuarto, la distancia, subió ya de los diez puntos (24-36). Los cambios de Grimau no tuvieron los efectos deseados y los azulgranas ya se vieron a remolque. Cierto es que aprovecharon las zonas visitantes para sumar algunos puntos, pero el descontrol bajo su tablero brindó demasiadas opciones a Andorra. La sensación fue la de un equipo, el visitante, jugando suelto, alegre y sin ninguna presión. Y metieron los tiros. Rozaron el 60 por ciento en triples metiendo el miedo a un Barça que no supo competir. Solo Paulí jugó con la energía necesaria. Con Okoye desatado, los andorranos llegaron al descanso con una buena ventaja (37-47).

El mejor síntoma de la recuperación azulgrana fue ver el cambio de Willy Hernangómez. Arrancó la segunda parte con dos canastas, pero sobre todo con otro tono. Como todos sus compañeros. Subieron el nivel defensivo y la intensidad lo que conllevó un mejor ataque. Es sencillo, para correr tienes que robar o controlar el rebote defensivo, algo que no sucedió en la primera parte. Sí en la segunda. Ahora el equipo suelto, el cómodo, fue el Barça, que evaporó la ventaja rival (59-58). Lapro y Willy lideraron la remontada.

El nivel de Laprovittola no es ya ninguna sorpresa para nadie, pues partido tras partido demuestra que es el jugador más determinante de este Barça. Sus triples permitieron a los azulgranas mantener a raya a un Andorra que siguió haciendo las cosas bien. Especialmente Marin Maric, que tuvo que pedir el cambio, exhausto, tras una excelente segunda parte.

El encuentro entró empatado a los últimos cinco minutos. Con un Andorra más cansado, pero aguantando las embestidas del Barça. Pese a haber perdido la ventaja no había tirado la toalla (78-78) e incluso plantaron batalla hasta el último minuto. Dos triples de Abrines y otro de Vesely al límite parecían sellar la victoria azulgrana, pero dos triples más de Morabanc Andorra todavía alargaron la incertidumbre hasta la última posesión.

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