Abrines resuelve el entuerto

El Barça evitó un descalabro en Belgrado. Porque siempre cabe la posibilidad de perder en la cancha del Partizán aunque este Partizán no sea el de otras temporadas, pero lo que nadie se puede permitir es perder una renta de 23 puntos en el tercer cuarto como llegaron a tener los azulgranas. El Barça empezó tibio y después encadenó quizás los mejores 15 minutos de la temporada. Un tramo de partido en el que estuvieron impecables en defensa e inspirados en ataque, arrollando a un rival que pareció menor. Todos los azulgranas estuvieron a la altura. Pero los serbios, aupados por su público, se rehicieron gracias al rebote y a las numerosas pérdidas azulgranas, llegando a poner en serios peligros la victoria del Barça. Demostraron que, si bajas una marcha, cualquier equipo de esta Euroliga se convierte en un rival temible. Al final, entre Punter y Abrines, amarraron una victoria que mantiene a los de Peñarroya líderes de la competición.

Peñarroya no quería ninguna sorpresa en el inicio ante Partizán y salió con el que probablemente es el mejor quinteto que puede poner sobre el parqué. Satoransky a los mandos, Putner y Abrines por fuera, Parker de cuatro y Vesely por dentro. Y, pese a unos primeros minutos igualados, pronto el Partizán cogió una ventaja notable (21-11) dejando entrever los problemas de los azulgranas en pista. Principalmente cuatro. El primero, el poco acierto de tres. Una parte de culpa fue del Barça, que falló algún tiro liberado, pero otra mérito de Partizán. Tiró Satoransky, al que flotaron, mientras Bosjankovic cubrió a Punter al milímetro. Ese fue el segundo problema: Los de Obradovic no dejaron ningún espacio a la estrella azulgrana. El tercero, también relevante, fue la capacidad de Carrick Jones para penetrar, anotar y, en definitiva, superar a Satoransky. El cuarto, el más difícil de controlar de todos, el arbitraje. No fue un escándalo ni mucho menos, pero de forma sutil se inclinaron hacia los locales. En definitiva, el Barça necesitaba un cambio.

Lo encontró ya en el primer cuarto (23-19) solventando alguno de los problemas del inicio. Metieron de tres, Punter entró un poco más en juego y el banquillo sumó, con un Metu muy activo. Los suplentes de Partizán, en cambio, empeoraron las prestaciones de los titulares. Con un partido ya mucho más rápido el marcador se igualó antes del descanso (28-28). Núñez, con tres asistencias y seis rebotes, fue clave en una mejoría azulgrana que no se frenó en el segundo cuarto. A dos minutos de cumplirse la mitad del partido, gracias a los puntos de Parker y Metu, el Barça ya mandaba en el electrónico (32-43). El Partizán, mucho más fallón y exigido, se deshizo ante el poderío defensivo culé mientras que el Barça jugó un cuarto prácticamente inmaculado. Solucionó todos los problemas del inicio.

El tercer cuarto, para colmo de los locales, empezó de la mejor manera posible: cinco puntos seguidos de Punter, tiempo muerto de Obradovic, pérdida de Partizán y triple de Abrines. Ya más de 20 arriba (35-57). El único pero, las faltas. Tres de Abrines y de Satoransky, que obligaron a Peñarroya a cambiar el quinteto antes de lo deseado y que metieron al Barça en bonus a más de siete y medio para finalizar el cuarto. Dio igual, la exhibición azulgrana continuó ante un Partizán que no paró de perder balones (40-63).

Los serbios lograron bajar de los 20 puntos de diferencia, en parte por la lógica relajación por la ventaja (tomando tiros difíciles que en otras ocasiones seguramente no hubiesen ejecutado), en parte porque apretaron un poco más atrás. Pero el desastroso acierto de los locales (35 por ciento de dos, 25 por ciento de tres) y la renta acumulada permitieron al Barça llegar todavía cómodo, pero ya no sobrados, al último período (58-70). El viento, sin embargo, empezaba a soplar a favor de los locales, capaces de controlar mucho mejor el rebote y de empezar a meter más tiros.

Mejoraron la defensa los visitantes, controlando la reacción local, y capturaron más rebotes. Pero en ataque fallaron demasiado. Un partido completamente controlado amenazaba de convertirse en uno con un final ajustado. Las pérdidas siguieron aumentando y muchos de los ataques azulgranas empezaron mal y acabaron peor. Todavía seguían mandando los culés por diez puntos (68-78) pero a cinco del final no estaba todavía todo dicho. A tres, Partizán ya estaba de lleno en el partido (74-78) después de tres triple seguidos. Y el Barça con el miedo en el cuerpo. Llegaron los serbios a ponerse a uno, pero Abrines (con un triple y un rebote clave) no dejó escapar la victoria.

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