BAYERN 85 - REAL MADRID 83

El Bayern da su primer disgusto al Madrid y Rudy se lesiona

El equipo blanco llegó a tener diez puntos de ventaja, pero acabó víctima del acierto de Delaney y Djedovic y de sus pérdidas en momentos clave. Segunda derrota del curso.

El lobo feroz del madridismo, el Bayern Múnich, también lo es desde ya para el equipo de baloncesto. Un partido de gran ritmo, que se fue endureciendo con el paso de los minutos, trajo la segunda derrota de la temporada del Real Madrid. La segunda tras 47 encuentros, la segunda en la Euroliga y a domicilio (la primera fue en Moscú). Los de Laso cayeron en el pabellón olímpico de Múnich, escenario de los Juegos de 1972, donde el Madrid había levantado en 1978 su sexta Copa de Europa ante el Varese. Dos años después ganó otra más en Alemania, en Berlín. Pero el Bayern puso fin a la bonanza de las salidas blancas por tierras germanas, y de paso empató a uno el balance entre ambos clubes. El inicio de una rivalidad que, quién sabe, quizá en uno años sea de época.

Pero más allá de la derrota, de que se haya complicado mucho la pelea por el liderato (tendría que ganar el próximo jueves en el Palacio al CSKA por más de 14 puntos: 85-71 en la ida), hay una noticia peor: la lesión en el hombro izquierdo de Rudy Fernández, el que traía tocado tras un golpe en un entrenamiento. El alero se retiró con notorios gestos de dolor. Muy preocupante, porque una lesión de cierta importancia podría romper gran parte de las aspiraciones de la temporada: el asalto al título de la Euroliga 19 años después del último, en la mejor campaña del equipo en décadas. Ojalá que quede sólo en un fuerte golpe. Toca esperar.

La lesión se produjo con 65-68 en el marcador, cuando restaban menos de cinco minutos para la bocina. Fue una falta antideportiva de la mole Jonh Bryant, que chocó con Rudy y luego soltó algo el brazo para parar el contragolpe. En realidad, era la tercera acción desenfrenada seguida en un partido loco tras dos entradas previas, una de Rudy y otra de Taylor que parecieron falta y en las que los árbitros no pitaron nada. Tanta permisividad resulta contraproducente. Y a la tercera, hachazo. En el Madrid, todos con los dedos cruzados para que Rudy no tenga nada serio. De lo contrario, la alarma de cualquier parque de bomberos quedará en nada comparada con la que se escuchará en el club blanco, todavía sin Draper y sin Carroll, con el perímetro muy mermado.

Atrás quedaban los minutos mágicos de Sergio Rodríguez para cerrar la primera parte: del 28-24 al 32-42 tras once puntos con su sello de autor. En el tercer cuarto, Laso volvió a probar a Mirotic de alero, pero por primera vez esta campaña el rival sacó ventaja. Lo hizo Djedovic (21 tantos, 3 de 5 en triples), que dio el relevo anotador a un fantástico Delaney (20). Y tanto le gustó la solución a Pesic, que en el tramo final volvió a emparejar a uno de sus escoltas con el ala-pívot blanco. Tiró de cuatro bajitos con Staiger en pista y le salió bien. El partido bailaba con ritmo alegre, pero los locales supieron endurecerlo atrás. Mucho. Y dominaron el rebote. Vimos también una defensa mixta con Sergio Rodríguez sobre Delaney y cuatro en zona, lo que le permitió al Real recuperar el mando (del 48-47 al 55-60).

Ya en el último cuarto, dos triples de Llull parecían acercar el triunfo: 58-66. Pero el aluvión de acontecimientos lo puso todo patas arriba: 79-74. El Madrid se desangraba por el acierto de Djedovic, ex del Barça. Apenas restaba 1:50. Había tiempo aún. Reyes, ya segundo máximo reboteador de la historia de la Euroliga, atrapó un rechace ofensivo después de un tiro libre y ayudó a robar un balón: 79-79. Un palmeo de Idbihi y una pérdida tonta lo dejaron a tiro de milagro (83-79). Pero Sergio la metió de tres, rápido, y luego añadió un tiro libre y lanzó a fallar el segundo. Rebote y… el balón le llegó a Llull lejos y desequilibrado. Agua: 85-83. Cayó el Madrid en Alemania, ante un Bayern que ya ha hecho historia y que sueña con seguir haciéndola.

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