REAL MADRID 88 - UNICAJA 67

El Madrid, invicto en la primera vuelta tras arrollar al Unicaja

Los de Laso reaccionaron a lo grande tras la derrota en Moscú con una primera parte espectacular ante el Unicaja. Llull, 21 puntos al descanso y 6 de 6 en triples.

Madrid

“Vamos a ver cómo se ha recuperado”, se preguntaba el comentarista de TVE (Ramón Trecet) hace 25 años en la final de la Recopa, justo al inicio de la prórroga. Se refería a Drazen Petrovic, claro, que había extraviado el balón instantes antes y con él casi el título, pero en el arranque del tiempo extra lo pedía de nuevo, amagaba el tiro, botaba hacia la canasta y, con el defensor quebrado, decidía regresar sobre sus pasos… Triple limpio. Carácter ganador. “Pues parece que se ha recuperado muy bien”, escuchábamos por el televisor.

RESUMEN

Real Madrid: Llull (23), Darden (11), Rudy Fernández (4), Mirotic (13) y Bourousis (7) --cinco inicial--; Sergio Rodríguez (13), Draper (-), Reyes (-), Mejri (7), Slaughter (2), Carroll (6) y Díez (2).

Unicaja: Sabonis (2), Granger (6), Suárez (2), Stimac (10), Dragic (3) --cinco inicial--; Kuzminskas (10), Caner-Medley (7), Hettsheimeir (-), Calloway (8), Urtasun (9), Toolson (6), Vázquez (4).

Parciales: 27-18, 25-19, 12-12, 24-18.

Árbitros: García González, Peruga, Manuel.

Pabellón: Palacio de los Deportes. 11.588 espectadores.

Esa misma frase la pudo repetir cualquiera que viera la primera parte del Madrid ante el Unicaja, otra vez en un Palacio repleto (11.588 espectadores). Era el partido del día después tras la derrota en Moscú. Y la reacción fue soberbia, en realidad la anticipaba Llull en la previa (“no nos va a afectar”) y la rubricaba en la pista, con una de sus mayores exhibiciones ofensivas: 21 puntos al descanso y 6 de 6 en triples. Luego intentó otros dos, pero los falló, así que Petrovic con 9 conserva el récord blanco (perdonen el paralelismo inicial, pero es imposible no recurrir de vez en cuando al genio de Sibenik).

No había muchas dudas sobre la capacidad de levantarse de este equipo, pero siempre hay que verlo sobre el parqué. Y lo vimos. Plaza intentó ahogar al perímetro blanco, como había hecho Messina días antes, pero ni su equipo tiene el poderío del ruso ni el Madrid mostró la misma flojera. El hambre por retornar al camino del triunfo derruyó la construcción de la presa malagueña. La velocidad en la circulación de balón, con alguna acción al poste para abrir espacios, permitió buenos lanzamientos. El resto, puntería pura, talento.

Con 18-14, Laso pidió un tiempo muerto y su equipo firmó un parcial de 22-6 (40-20 y 7 de 8 en triples). La sexta diana de Llull, antes de marcharse al banco, llegó con falta de propina y un tiro libre adicional (51-29, minuto 17). Apoteosis en Goya y partido casi resuelto.

Quedaban, eso sí, los mejores momentos del Unicaja, que creció atrás a la vez que el rival llevaba el duelo al modo ahorro energético. La respuesta visitante también tuvo miga: 3-16. El Unicaja se ponía a nueve (54-49) y el Madrid volvía a demostrar su crecimiento en estos lances. Ahora Mirotic, luego Rudy, por aquí Sergio y por allá varias buenas defensas y algún contraataque (bien Darden, que añadió 11 tantos y 3 tapones); pero nunca, nunca permitió a los de Plaza meterse de lleno en la batalla. Creérselo. Tras el pobre 12-12 del tercer periodo, asistimos al estirón definitivo: 88-67 (aplausos para Suárez). Los blancos acaban la primera vuelta invictos (17-0): nadie había llegado tan lejos con el actual formato de playoffs. Pues, sí, parece que se han recuperado bien de lo de Moscú.

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